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Machismo exacerbado

*”Nosotros los hombres en general denigrados por el radicalismo, hombres a los que nos señalan de violadores y asesinos en general, a los hombres a quienes las mujeres feministas actuales nos catalogan de formas muy demostrativas con un machismo exacerbado, si bien tiene sentido y valor su lucha, sus calificativos generalizados no son justificados, no todos los hombres deben ser portadores de esas etiquetas”

Por Francisco Pérez

Ser el Estado del país más seguro, no quiere decir que el Estado sea seguro, por supuesto comparado con lo demás, pues bueno.
Hace unos días sacudió a Mérida dos hechos relacionado con mujere, esperemos que los grupos feministas hagan su trabajo apoyando a las víctimas, la primera una mujer de nacionalidad Argentina que fue golpeada por alguien de una familia de empresarios y políticos
Pero es momento de una pequeña reflexión, nosotros los hombres en general denigrados por el radicalismo, hombres a los que nos señalan de violadores y asesinos en general, a los hombres a quienes las mujeres feministas actuales nos catalogan de formas muy demostrativas con un machismo exacerbado, si bien tiene sentido y valor su lucha, sus calificativos generalizados no son justificados, no todos los hombres deben ser portadores de esas etiquetas.
Por cierto, hasta el día de ayer no había interpuesto la mujer argentina ninguna denuncia y es ahí donde las organizaciones feministas deben atender estos asuntos, apoyar a esa mujer, convencerla de que callar no es la solución y dónde el gobierno también debe meter de manera oficiosa las manos para que no exista impunidad.
Hoy las noticias hablan del homicidio de una persona que fue ultimada por un marido, por un padre, que en defensa de la vida y el honor de su mujer y de su hija hoy termina en la cárcel como homicida, entonces no todos los hombres son violadores, no todos los hombres son agresivos, no todos los hombres son machistas, hay quienes están dispuestos, y esos son la mayoría, a dar su propia vida. En esta ocasión le fue bien al padre y esposo porque está vivo, pero pudo haber perdido la vida en el acto, sin embargo tendrá que pisar el penal, no fue el mismo caso de su agresor quién perdió la vida en ese sitio, de este acto de amor a dos mujeres, a su familia no hablarán las feministas, nadie le dará el reconocimiento a ese padre.
Padre y esposo que anteponiendo cualquier riesgo defiende a dos mujeres de su familia, lo más probable es que de acuerdo a nuestras leyes termine algún tiempo en la cárcel hasta qué jurídicamente esto concluya, esperemos que no sea con una sentencia condenatoria y el juez de la causa considere que fue en defensa propia y esperemos que al final de esto no termine también costándole a este hombre la desintegración de su familia, porque al final es un acto muy fuerte para sobrellevar y para cargar por dentro y que no es perceptible.
Los medios publicaron este lamentable evento en sus acostumbradas secciones de policía, pero no hubo grandes titulares, padre salva a su hija y a su esposa, por el contrario, si hubiera sido un feminicidio entonces estaría en primera plana y diría un feminicidio más, con el tamaño de letra más grande, porque esa es la nota que vende.
Es cuando hay que hablar de que la lucha en contra de la violencia no es solo de las mujeres, es de ambos, es de la comunidad, es de todos de padres e hijos, de familias completas, de gobiernos y que no todos los hombres son machistas y que no todos los hombres son violadores, que no todos los hombres son agresores, que la sociedad dividida no puede alcanzar metas, las mujeres podrán salir cada año a pintar monumentos pero mientras no haya más idea, más capacidad, más organización y menos propaganda y mas interés de buscar alternativas reales para disminuir la violencia, que mientras nuestros gobernantes no tengan más sensibilidad en las demandas de los gobernados y de la lucha de las mujeres no habrá de la misma forma cabida ni tampoco resultados a una lucha en contra de la violencia en general, pero en especial en contra de la mujer y los niños.
La violencia no tiene condición social, ni género, la violencia no disminuye la violencia, la violencia no enseña valores, la violencia no gana batallas, ni abre conciencias, la violencia solo genera más violencia.
Soy Francisco Pérez

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