UAYMA: CLANDESTINOS POR TODOS LADOS

• El consumo de bebidas alcohólicas en la vía pública en el municipio va creciendo de manera preocupante para los habitantes, sin que el Ayuntamiento administrado por la Alcaldesa Yamili Ivony Cupul Vázquez intervenga

Redacción/Sol Yucatán.

El consumo de alcohol en la vía pública y la venta de clandestino en el municipio de Uayma son una constante que se ve reflejada todos los días en los habitantes, que no tienen temor de consumir cerveza en un parque que se ubica en frente de la casa de la presidenta municipal, Yamili Ivony Cupul Vázquez, a pesar de que esta cuenta con cámaras de vigilancia. Esto preocupa a la población.

Durante muchos años, en el municipio se realizan actividades ilícitas, como la venta de alcohol indiscriminadamente a todas horas. En este delito han participado muchos de los habitantes de diversas edades, consumidores y vendedores. En los últimos meses, los vecinos han podido observar cómo se ha incrementado el consumo en la vía pública, incluso, antes de la hora autorizada para venta.

Lo que más preocupa es que, además del aumento de clandestinos, hay agencias con licencia que venden alcohol a personas de confianza a cualquier hora, lo cual es un delito.

Estas acciones las pasan por alto las autoridades como la Policía Municipal Coordinada, ya que, en la mayoría de estos casos, los uniformados prefieren no intervenir para no tener problemas con sus propios vecinos.

El consumo desmedido de alcohol es común en las fiestas del municipio. Los pobladores ingieren bebidas alcohólicas a cualquier hora del día, sin importar el lugar, esto es algo recurrente en varios municipios de Yucatán. Lo preocupante es que los alcaldes permitan que se consuma en exceso, con la probabilidad de que se originen disturbios.

Los habitantes que consumen alcohol constantemente y en grandes cantidades, son los que conocen a la perfección en donde conseguir este producto. Habitantes se han quejado por los gritos que hacen las personas alcoholizadas para llamar la atención del vendedor a altas horas de la madrugada.

Debido al silencio que se vive en la comunidad es posible que el grito sea escuchado en gran parte de la cuadra, haciendo que los vecinos estén al pendiente de la situación e incluso alterando a algunos animales domésticos. A pesar que dicha situación ha llegado incluso a discusiones verbales entre los habitantes, las autoridades no intervienen, por lo que la comunidad tiene que vivir en este entorno.

La situación más evidente es la de los habitantes en su mayoría adultos de la tercera edad que padecen de alcoholismo, ya que son los que, desde muy temprano consumen en cualquier lugar, a pesar de los policías, que finalmente no hacen nada.

En el municipio se ha buscado incrementar el turismo, sin embargo, la imagen del municipio no es la mejor para lograr este propósito.