Mérida
Se arruina la primavera: Kukulkán no pudo bajar en Chichén Itzá
Miles de turistas se dieron cita para recibir la primavera y observar el “descenso” de Kukulkán en la zona arqueológica de Chichén Itzá, sin embargo en esta ocasión no “pudo bajar”.
Este 20 de marzo fue el comienzo del equinoccio de primavera y miles de turistas llegan a Chichén Itzá para observar un fenómeno arqueo-astronómico que es visible en las pirámides dos veces al año.
Aunque en esta ocasión no fue visible lo que se conoce como el “ciclo de iluminación”, o “el descenso de Kukulkán”, ya que el sol proyecta una serie de triángulos de luz que crean la forma de una serpiente (emplumada, ya que se piensa que es Kukulkán) descendiendo por la pirámide.
Miles de turistas se dieron cita para recibir la primavera y observar el “descenso” de Kukulkán en la zona arqueológica de Chichén Itzá, sin embargo en esta ocasión no “pudo bajar”.
Este 20 de marzo fue el comienzo del equinoccio de primavera y miles de turistas llegan a Chichén Itzá para observar un fenómeno arqueo-astronómico que es visible en las pirámides dos veces al año.
Aunque en esta ocasión no fue visible lo que se conoce como el “ciclo de iluminación”, o “el descenso de Kukulkán”, ya que el sol proyecta una serie de triángulos de luz que crean la forma de una serpiente (emplumada, ya que se piensa que es Kukulkán) descendiendo por la pirámide.
Conforme se acercaba el momento en que se ve el fenómeno se congregaban más visitantes, cuya afluencia llegó a su máximo a las 16:00 horas.
El “ciclo de iluminación” es observable en los equinoccios de primavera y otoño (entre el 22 y 23 de septiembre), tres horas antes del ocaso y se puede ver también en las ciudades mayas de Uxmal y Tulum.
Se cree que con el descenso de la serpiente emplumada vienen buenas vibras, prosperidad y cosechas para quienes asisten al mismo. (sdpnoticias)