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Mérida

MILLONARIO ROBO INSTITUCIONAL

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OPERA UNA RED DE DELINCUENTES BIEN ORGANIZADOS

*Lucero Flores, director del Rastro, estaría desviando recursos ya que, de acuerdo al presupuesto de ingresos en el 2023, el rastro tuvo un ingreso de 37 millones de pesos, sin embargo, tan sólo con la matanza de los 450 mil cerdos que se sacrifican obtendría 58 millones 500 mil pesos.

*Los usuarios del rastro aseguran que la empresa Kekén prácticamente se ha adueñado del lugar y por desgracia el actual director ha convertido ese sitio en un negocio particular. “Allá Kekén es quien manda y quien dicta cuando hay matanza de animales”.

*Los sábados y domingos no hay matanza de cerdos, por lo cual estos son sacrificados desde el viernes y refrigerados. Se sacrifican 250 cerdos y unas 150 reses, a quienes se les roba la higadilla y buche, con un valor estimado de 200 pesos por animal

Redacción/Sol Yucatán

Un millonario robo institucional se realiza en el rastro municipal de Mérida, el cual es dirigido por Juan Carlos Lucero Flores, director de la paramunicipal.

En el rastro opera una red de delincuentes bien organizados, quienes se dedican al robo de vísceras, como higadilla, tripas, buche, justificándose con papeles de decomiso.

De manera sistemática, por órdenes de Lucero Flores, se les decomisa las vísceras de los cerdos y reses que son sacrificados en ese lugar para su comercialización en Mérida y sus comisarías.

Al día se sacrifican 250 cerdos y unas 150 reses, a quienes se les roba la higadilla, buche, con un valor estimado de 200 pesos por animal.

Es decir, al día obtienen la suma de 50 mil pesos, 1 millón 500 mil pesos al mes y 18 millones de pesos al año.

El dinero va directamente al bolsillo del director del rastro municipal.

Lucero Flores estaría desviando recursos debido a que, de acuerdo al presupuesto de ingresos en el 2023, el rastro tuvo un ingreso de 37 millones de pesos, sin embargo, tan sólo con la matanza de los 450 mil cerdos que se sacrifican obtendría 58 millones 500 mil pesos.

Las vísceras se comercializan en los mercados de la ciudad y en las taquerías, en especial a los que se dedican a la venta de carnitas al estilo Michoacán.

De acuerdo con investigaciones de Sol Yucatán, para justificar el atraco, entregan a los dueños de los cerdos una boleta de decomiso del producto, sin embargo, no especifican las razones.

La boleta viene firmada por un supuesto médico veterinario zootecnista, sin embargo, el rastro carece de uno que se dedique a la verificación.
Por lo cual sólo sería un justificante para concretar el robo.

“Hemos encontrado vísceras que nos han decomisado, en el mismo mercado”, indicaron algunos abastecedores.

Juan Carlos Lucero Flores, director del Rastro Municipal de Mérida, ha convertido la dependencia en anarquista y represora.
Asimismo, los malos manejos, tiene al borde de la quiebra la paramunicipal que al año genera millones de pesos.

Esto debido a que es el único lugar autorizado para la matanza de animales para consumo humano en el municipio, además le presta el servicio a la empresa Kekén, a quien les cobra sólo el 30 %, de lo que les cobra a los carniceros de Mérida.

Lucero Flores obliga a empleados del rastro para realizar actos proselitistas a favor de candidatos del PAN.

Las personas que han externado su descontento han sido sancionadas y algunos de ellos despedidos, asimismo, los empleados no cuentan con el apoyo de los líderes sindicales, debido a que estos están hincados ante las autoridades municipales.

De acuerdo con investigaciones de Sol Yucatán, en el rastro existe un mal manejo de la carne, debido a que canales de cerdos son colgados con sogas y algunos de ellos arrojados en el piso, lo que es insalubre.

Debido a que el protocolo establece que los canales deben de ser colgados en ganchos de acero inoxidable, esto para evitar la contaminación.

En los últimos meses, al menos unas 10 personas han renunciado a las labores de sacrificio, debido a que apenas les pagan 250 pesos por una jornada de 11 horas de trabajo.

Además, es excesiva la carga laboral, debido a que en promedio cada empleado tiene que sacrificar a 15 animales, procesarlos y dejarlos listos para la entrega a su propietario.
De los 250 cerdos que se sacrifican para la venta en Mérida y sus comisarías, se sacrifican otros 1 mil animales para la empresa Kekén y para mayoristas de Cancún.

Sin olvidar que las maquinarias que utilizan para su trabajo están en malas condiciones y ponen en serio peligro su integridad física, debido a que los empleados tienen que subirse a un cajón de plástico para desatar los canales de cerdos y algunos de ellos les ha ganado el peso y caído al suelo.

Los usuarios del rastro aseguraron que la empresa Kekén prácticamente se ha adueñado del lugar y por desgracia el actual director ha convertido ese sitio en un negocio particular.
“Allá Kekén es quien manda y quien dicta cuando hay matanza de animales”.

Indicaron que los sábados y domingos no hay matanza de cerdos, por lo cual estos son sacrificados desde el viernes y refrigerados.
“El rastro debe de estar al servicio del municipio y nosotros debemos de ser la prioridad, no empresas particulares que por cierto a ellos les cobran mucho menos que a nosotros, lo que significa una competencia desleal”, de lo cual abordaremos en nuestra próxima entrega.

Asimismo, sólo una de las neveras sirve, debido a que la otra tiene meses echada a perder.
Aseguraron que en ocasiones los cerdos los entregan con los huesos fracturados, con la carne morada, por los golpes, asimismo, en algunas ocasiones hasta con excremento.

“Esto ocurre porque los trabajadores están cansados cuando realizan nuestras matanzas, ya que primero tienen que sacrificar y procesar los cerdos de Kekén y de los mayoristas de Cancún”
“El rastro municipal, están en muy malas condiciones y la administración es de las peores que se han tenido, tenemos casi seis años sufriendo con estos problemas”.

Lucero Flores nunca se encuentra en sus oficinas y quien se queda a cargo es Sergio Moreno, sin embargo, no tiene la capacidad para operar un rastro de tales dimensiones.
“Él siempre está de viaje, en la campaña o bien en su rancho”.

Sol Yucatán lo intentó contactar, sin embargo, en su oficina, indicaron que no se encuentra y que no atiende entrevistas.

Aseguraron que en ocasiones los cerdos los entregan con los huesos fracturados, con la carne morada, por los golpes, asimismo, en algunas ocasiones hasta con excremento

Las vísceras se comercializan en los mercados de la ciudad y en las taquerías, en especial a los que se dedican a la venta de carnitas al estilo Michoacán

Al día se sacrifican 250 cerdos y unas 150 reses, a quienes se les roba la higadilla, buche, con un valor estimado de 200 pesos por animal

El protocolo establece que los canales deben de ser colgados en ganchos de acero inoxidable, esto para evitar la contaminación.

De acuerdo con investigaciones de Sol Yucatán, en el rastro existe un mal manejo de la carne, debido a que canales de cerdos son colgados con sogas y algunos de ellos arrojados en el piso, lo que es insalubre.

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