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DE LA NADA A MILLONARIA
*Cecilia Patrón Laviada se favoreció con concesiones de placas de taxis y adquirió gratis locales en el mercado San Benito y Lucas de Gálvez
José González/Sol Yucatán
Cecilia Patrón Laviada, conocida como la “princesa”, es la menor de la dinastía de los Patrón Laviada, es una mujer, fría, calculadora, frívola, mentirosa, trepadora, clasista y déspota, ahora la diputada federal es la precandidata del Partido Acción Nacional (PAN) a la alcaldía de Mérida y quiere ser la próxima alcaldesa de la considerada “Joya de la corona” de Yucatán.
La alcaldía de Mérida es sólo un peldaño de su verdadero objetivo y por el cual ha sido posicionada por su hermano, Patricio Patrón Laviada, ya que su verdadera meta es ser gobernadora de Yucatán, como lo hizo en el 2001 su hermano Patricio, cuyo gobierno fue un desastre y donde la familia Patrón Laviada se convirtió en una de las más ricas y poderosas de Yucatán al hacer negocios utilizando información privilegiada del gobierno, utilizando recursos del mismo aparato gubernamental.
Cecilia, en el periodo de Xavier Abreu Sierra de 1998-2001, se quedó como encargada de las Relaciones Públicas de la Alcaldía de Mérida, que abarca las circunscripciones III y IV, controlaba los permisos de taxis y los locales de mercados, y se adjudicó de a gratis muchas placas de taxis y varios locales en el mercado de San Benito y Lucas de Gálvez. Cargo que repitió en el periodo de Manuel Fuentes Alcocer de 2004-2007, y siguió lucrando para su beneficio.