146 MDP A LA BASURA

* Mauricio Vila Dosal se convierte en cómplice de su antecesor, Rolando Zapata Bello, al convertir las Villas de Transición de Mérida en un verdadero elefante blanco de 146 millones de pesos 

*A pesar que las obras ya están concluidas desde hace cinco años, Vila ha dejado que se deteriore las instalaciones. Impuso el sistema asilar y canceló el Modelo “Miguel Hidalgo”, por lo que el nosocomio dejó de percibir recursos federales.

*A cinco años de que concluyeron las obras del nuevo hospital psiquiátrico de Yucatán, “Villas de Transición”, sigue en el abandono y continúa deteriorándose..

El gobernador Mauricio Vila Dosal se convierte en cómplice de su antecesor, Rolando Zapata Bello, al convertir las Villas de Transición de Mérida en un verdadero elefante blanco, pues prefiere continuar con el Hospital Psiquiátrico “Yucatán” en lugar de aprovechar un innovador modelo de salud mental avalado por la Comisión de Derechos Humanos del Estado de Yucatán.

A pesar de la evidencia proporcionada por el gobierno federal, el titular del Ejecutivo se niega a descongelar las denuncias penales que hay en contra del anterior gobernante, entre las que destaca la nueva sede de atención de salud mental, cuyas instalaciones estuvieron listas desde 2019, sin que sean aprovechadas hasta el momento, como un mero capricho del actual gobernante.

A pesar que las obras ya están concluidas desde hace cinco años, Vila Dosal ha convertido el lugar en un elefante blanco, ya que el 2 de enero de 2019 impuso el sistema asilar y canceló el Modelo “Miguel Hidalgo” de Atención en Salud Mental, por lo que el nosocomio dejó de percibir recursos federales.

Los más afectados son los pacientes, pues al reimponer el sistema asilar, pierden todas las oportunidades de desarrollo que tenían, como el trabajar en el inmueble y percibir un importe por la labor efectuada, así como las salidas grupales a diversos puntos del estado, tal el caso del cine, el puerto, etcétera.

En el acta de presentación de resultados finales y observaciones preliminares de la auditoría número 1523-DS-GF, se detectaron 19 anomalías en el desarrollo de la obra, lo que provocó el atraso de cerca de dos meses en la entrega del inmueble, así como una fuga de al menos 10 millones de pesos.

De acuerdo con la cuenta pública 2018 de la Auditoría Superior de la Federación, en la cartera de proyectos de la Unidad de Inversiones de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP) se estableció que la inversión total aportada por el Fideicomiso del Sistema de Protección Social en Salud fue de 126,617,636 pesos, sin embargo, el contrato fue por 116,940,058 pesos.

Del monto total, 100,826,069 pesos sería para la realización de la obra y 25,791, 567 pesos para su equipamiento.

Sin embargo, con la revisión de la documentación proporcionada por la Secretaría de Salud de Yucatán (SSY), ejecutora del proyecto, se encontró que la solicitud de los recursos que presentó a la Comisión Nacional de Protección Social en Salud, del 1 de diciembre de 2017, sólo incluyó la ejecución de la obra, sin considerar los recursos para su equipamiento.

A LA BASURA $146 MDP

Se han ido a la basura 146 millones de pesos, porque hasta el momento las Villas de Transición de Salud Mental lucen en total abandono y se deteriora en medio de la maleza. El edificio lleva cinco años de desuso a pesar que fue construido para sustituir al Hospital Psiquiátrico “Yucatán”.

El inmueble se originó de un proyecto aprobado durante la anterior administración estatal y federal, y la obra concluyó al principio del actual sexenio, pero hasta la fecha no se le dado ningún utilidad, por lo que los interiores del edificio se ha deteriorado, y ponerlo en uso requerirá de una nueva millonaria inversión.

A cinco años de que concluyeron las obras sigue en el abandono y continúa deteriorándose. El gobernador Mauricio Vila Dosal se ha dado el lujo de abandonar un edificio nuevo, que podría mejorar la calidad de vida de los pacientes ingresados en el Hospital Psiquiátrico, ubicado en la colonia Yucalpetén.

La obra costó 146 millones de pesos, los cuales fueron desperdiciados debido a un capricho de Vila Dosal, ya que el 02 de enero del 2019, impulsó el sistema asilar y canceló el modelo “Miguel Hidalgo” de atención en Salud Mental, por lo que el nosocomio dejó de percibir recursos federales, afectando directamente a los pacientes del hospital psiquiátrico, quienes debieron ser trasladados al nuevo edificio desde hace varios años.

Es importante señalar que este hospital abandonado demuestra la hipocresía de Mauricio Vila Dosal, ya que, a escasos 150 metros, se encuentra el nuevo Hospital Materno Infantil, y están en construcción las instalaciones del nuevo Hospital O’Horán, lo que crea un marcado contraste entre los edificios “nuevos” y el psiquiátrico abandonado.

Actualmente, el lugar luce completamente lúgubre, además de que las casetas de vigilancia ya fueron vandalizadas por la falta de atención que tiene este lugar. Los vidrios de las casetas están rotos, y a una de ellas le fueron colocadas varas de madera para evitar el ingreso de personas. Además, el sistema de vigilancia está inservible, ya que las cámaras están rotas y apagadas.

En el lugar, solo ingresan trabajadores del gobierno a realizar la limpieza de las áreas verdes, las cuales están llenas de maleza, además, en las afueras de este hospital abandonado, se ha convertido en un basurero al aire libre debido a la falta de vigilancia por parte de las autoridades estatales.

Desde el exterior, se puede apreciar el gran deterioro de los edificios debido a la falta de mantenimiento. También se pueden encontrar partes de aires acondicionados que nunca fueron utilizados y se descompusieron por la falta de uso, lo que representa un gran desperdicio de recursos y de espacios que podrían mejorar la calidad de vida de los pacientes psiquiátricos.

Hasta el momento, se desconoce si en algún momento entrará en funciones este edificio, el cual lleva 5 años en el olvido por parte del gobierno de Mauricio Vila Dosal, quien se dio el lujo de despilfarrar 146 millones de pesos y dejar en el abandono a los pacientes psiquiátricos de Yucatán, quienes tienen derecho a una vida digna.