Torres Rivas, un peligro para las mujeres, para el PRI y para Yucatán

Por José González

MÉRIDA, Yucatán.- Muchos son los apodos que tiene Francisco Torres Rivas, vilipendiado presidente estatal del PRI en Yucatán, desde el clásico “Panchito” pasando por “Pumba”, “Pancho Chicharras”, “Misógino Torres” o “Panchairo”. Sin embargo, tal vez el que la vaya mejor es el de “Chimoltrufia Torres”, porque como dice una cosa hace otra.

A principios del año pasado, tras haber dado un discurso aparentemente motivador a la militancia del tricolor, durante un importante evento partidista, dos días después se le vio coqueteando con Morena, partido en el que piensa refugiarse apenas termine como dirigente priista.

Al escuchar a Torres Rivas muchos interpretaron que por fin daría un golpe de timón para enderezar el rumbo del barco priista, tan zaradeando en las elecciones del 2021, cuando perdió todos los distritos locales, todos los federales y una enorme cantidad de municipios, algunos de los cuales el PRI jamás había perdido.

Pero del cielo al suelo pasaron dos días después, cuando en un evento en el Centro de Estudios Superiores de la Federación de Trabajadores de Yucatán, “Pumba” estuvo abanicando el tema de la reforma energética de AMLO.

De nada sirvieron las voces que en ese entonces pidieron la renuncia inmediata de Torres Rivas, a quien le valió todo y siguió su cortejo con Morena, a tal grado que hizo un tour de cantinas con René Bejarano, el Señor de las Ligas y cabeza visible de una de las corrientes más recalcitrantes de Morena.

Por aquellos días Bejarano y su esposa Dolores Padierna Luna, quien es más intolerante que intolerancia misma, estuvieron en el estado para “regañar” a los yucatecos porque no votaron por Morena. Les echaron en cara a los yucatecos que casi 900 mil personas, entre adultos mayores, jóvenes y madres solteras, reciben apoyos del gobierno federal, pero eso no se tradujo en votos para el partido de AMLO.

En el 2021 Morena se apropió de las gubernaturas y congresos estatales en todos los estados donde hubo elecciones, salvo Yucatán, donde apenas obtuvo un distrito de mayoría. Le fue mejor que al PRI, que no tuvo ninguno, algo inédito en la historia del tricolor, que siempre ganaba arriba de 10 distritos incluso cuando le iba mal.

Es grave que Torres Rivas haga acuerdos con la corrientes más corrupta y agresiva de Morena, con la corriente que no duda en hacer trabajos sucios para el movimiento de AMLO, con los duros de Morena que arrebatan sino ganan, sin importarles que ocasionen conflictos sociales.

Ese acercamiento sin duda no traerá nada bueno para Yucatán. Mucho cuidado con Torres Rivas… ya hundió al PRI y ahora con su entreguista actitud quiere hundir al estado.