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Mérida

SE APODERA CJNG DE YUCATÁN

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Desde el 2017, células delictivas del Cártel Jalisco Nueva Generación irrumpieron en diferentes municipios, principalmente en Progreso, Mérida, Ixil, Río Lagartos, Chemax y Tizimín. Aunque no se quiere reconocer hay extorsión, cobro de piso y robo de vehículos.

El CJNG intenta apoderarse totalmente de las rutas del Golfo vía Yucatán y Quintana Roo, de ahí la guerra que se vive. Por las toneladas métricas de droga y dinero no se publicita o destaca la actividad criminal de la Península
Yucatán ahora es un centro de lavado de dinero, recepción de contrabando, precursores químicos y puerto de salida para maderas preciosas. Área estratégica para estructuras delictivas involucradas en el narcotráfico y el tráfico de personas procedentes de Sudamérica
Urbano Barrera/Corresponsalías Nacionales/La Opinión de México

Yucatán. – Operadores, sicarios y células del Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG) se apoderan del Estado de Yucatán.

La disputa del supuesto territorio “más tranquilo” del país, la mantienen con el Cártel del Pacífico, la Familia Epitacio, Cártel del Golfo y Los Pelones.

En la recta final del quinto año del gobierno de la Cuarta Transformación (4T) no se ha podido frenar la expansión del crimen organizado a la entidad y con el Tren Maya incrementó en el movimiento de capitales y la violencia escala.

Expertos del Centro Nacional de Inteligencia (CNI) establecen que Yucatán es, hasta ahora, la entidad con la tasa más baja en delitos del fuero común y federal, pero alberga actividades en favor del crimen organizado en todo el país.

Destacan que “su ubicación geográfica convierte a la entidad en un área estratégica para las estructuras delictivas involucradas en el narcotráfico y el tráfico de personas procedentes de Centroamérica, Sudamérica y El Caribe”.

Pero se diversifican los delitos; Yucatán ahora es un centro de lavado de dinero, recepción de contrabando, precursores químicos y puerto de salida para maderas preciosas.

Actividad criminal
De acuerdo con la información de inteligencia, el Cártel del Pacífico conserva fuertes estructuras de almacenamiento, distribución, comercialización y trasiego de drogas, armas y personas.

Sus bastiones y mayor fuerza la tienen en los municipios de Panabá y Tizimín, ubicación privilegiada por su salida hacía el Caribe. Es decir, el trazo de rutas con Centro y Sudamérica, así como su proximidad a Florida, Estados Unidos.

También por ser punto estratégico para trasladar todo tipo de mercancía hacia Europa y el norte de África.

En 2022 circuló información de inteligencia militar, pero no se dio cuenta de los movimientos y ascenso del Cártel Jalisco Nueva Generación.

Este se apoderaría de las plazas de Puerto Progreso y Mérida, a través de Enzo, Chino o Pepe.

La encomienda es controlar, además del tráfico de drogas, todas las actividades delincuenciales.

Otra de sus competencias sería la Familia Epitacio, que encabezan Nicasio Epitacio José, que heredó la estructura de Herbert Armando Bautista Epitacio, “La Hamburguesa”, detenido en 2019 en Mérida.

Ramales a Quintana Roo
Los operadores del CJNG en Yucatán trabajan en conjunto con “la gente de Quintana Roo” para la ampliación de rutas.

Al mismo tiempo, celebrando acuerdos o en competencia directa con la red construida por Leticia Rodríguez Lara, “Doña Lety”, detenida en el Estado de Puebla.

Tanto en Quintana Roo como en la zona limítrofe con Yucatán, los integrantes del CJNG enfrentan a las células del Cártel de Pacífico, encabezadas por Carlos Alberto Torres “El Chore”, Héctor Elías Flores Aceves, “El 15” y Jonjairo Ku Uch,” Zeus”.

La expansión del CJNG en la zona limítrofe de Yucatán con Quintana Roo se le encomendó a Francisco Hernández Jiménez, “El Negro,” que se encarga del control desde el municipio de Benito Juárez (Cancún), hasta Solidaridad y Othón P. Blanco.

En esta zona y en la coordinación con Yucatán, aseguran reportes de inteligencia del gobierno federal, se encuentra Juan José de la Cruz Sánchez, JJ.

Como instrucción especial, los gatilleros del Cártel Jalisco Nueva Generación tienen que cuidar las actividades de las “células delictivas remanentes del Cártel del Golfo”, que por años tuvieron fuerte influencia en Yucatán, Quintana Roo, Tabasco, Veracruz y Tamaulipas.

El objetivo: estar atentos a las operaciones de Pedro Galdámez Orozco Rizos y de Dorian Eduardo Trejo Peña.

Otros competidores son Los Pelones, capitaneados por Omar Alejandro Lara Sánchez “El Soldado” responsable de actividades en las principales plazas de Quintana Roo y Yucatán.

A todo ello, el CJNG tiene que enfrentar a células independientes como la dirigida por Edgar Armando Puch Rivero Alux, con influencia en los límites de ambas entidades.

Zona estratégica
Para los servicios de inteligencia del Gobierno Federal, la Península de Yucatán es una zona estratégica por su actividad productiva y el turismo. Además, su ubicación geográfica y las vías de comunicación terrestre, marítima y aérea, la convierte en una ruta para la recepción y exportación de cualquier mercancía.

Aunque no se quiere reconocer, en toda la región hay una importante actividad de narcomenudeo, tráfico de drogas y armamento. Al mismo tiempo, lavado de dinero, extorsión, cobro de piso y robo de vehículos.

A partir de 2017, células delictivas del Cártel Jalisco Nueva Generación irrumpieron en diferentes municipios, principalmente en Progreso, Mérida, Ixil, Río Lagartos, Chemax y Tizimín, en Yucatán.

Estas colindancias están rodeadas por personal de las 32, 33 y 34 Zonas Militares, pero aun con ellos, la dificultad geográfica, lo accidentado del terreno y el área selvática, facilitan el tráfico.

En Quintana Roo, los lugares pelados son: Isla Mujeres, Benito Juárez (Cancún), Puerto Morelos, Solidaridad, Cozumel, Tulum, Felipe Carrillo Puerto, Bacalar y Othón P. Blanco.

Estos municipios y zona de costa, aseguran los analistas de inteligencia del Gobierno Federal, son codiciadas, porque si se traza una línea recta de Colombia y Panamá hacia México, necesariamente se llega a estas costas en México.

Indican que el recorrido de una lancha rápida con dos o tres motores fuera de borda y una velocidad promedio de 120 kilómetros por hora entre México y Colombia, no demanda más de 10 horas. En este tiempo, se consideran paradas para abasto de combustible, revisión de motores y carga.

Las lanchas rápidas pueden transportar de tres a cinco toneladas de drogas sintéticas, o precursores químicos, de ahí la importancia de la Península de Yucatán como punto de llegada o ingreso de mercancías.

Pese a que existe un sistema hemisférico de información, aeronave y satélite, compartido entre varios países en la zona, agregan los investigadores, son cientos de lanchas rápidas las que parten de Colombia y Panamá con destino a Guatemala, Belice y México.

Ya en tierra hay una lucha acorazada entre cárteles por recibir la droga, transportarla, distribuirla en México y llevarla a Estados Unidos de América.

En este contexto, el CJNG intenta apoderarse totalmente de las rutas del Golfo vía Yucatán y Quintana Roo, de ahí la guerra que se vive. Por las toneladas métricas de droga y dinero, no se publicita o destaca la actividad criminal de la Península, indican los informes.

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