Opinión
La tercera vencida
Columna Políticamente Incorrecto
Dr. Santiago Alamilla Bazán
Los acontecimientos de los últimos días con respecto de lo que pasa en la campaña de la cuatro te, resulta por demás alarmante. La semana pasada, un candidato a diputado local propuesto por morena, verde y PT; anunció de manera pública su respaldo a los candidatos de PAN-PRI a la gubernatura y la alcaldía de Mérida.
Esto resulta importante, porque es un caso inédito de una persona que es candidato activo de una coalición y que pide el voto para el equipo contrario, tan es así que la prensa nacional también ha recogido esta postura, por lo contradictoria que aparenta ser.
Sin embargo en un análisis objetivo con ojos locales, esta posición pudiera no ser tan extraña, de hecho muchas personas que incluso participan en este proceso político han expresado en privado, que esa será la posición que asumirán a la hora de votar debido a lo revuelto que se encuentra el escenario político yucateco.
Bayardo Ojeda Marrufo es un político que antes perteneció al PRD y después se alió con el equipo morenista. Antes de las precampañas presidenciales, fue uno de los muy pocos que desde el principio decidió apoyar a la jefa de gobierno de la CDMX, Claudia Sheinbaum Pardo; es importante decir que la mayoría de los políticos yucatecos de confesión guinda en ese entonces, le hacían ojitos a Marcelo Ebrard y unos pocos a Adán Augusto; tan es así que cuando trató de encontrar quien coordinara su equipo en Yucatán, la ahora candidata Sheinbaum no encontró a nadie, por lo que se vio obligada a nombrar para este efecto a un diputado local de la Ciudad de México, un político ex alcalde de Milpa Alta, una de las alcaldías de la CDMX.
La ignorancia de la política yucateca y la diferencia de objetivos, hizo que se comenzaran a cometer errores, de los mismos que pasan cuando alguien de fuera viene a Yucatán a tratar de colonizar a los yucatecos, que fieles al estilo de siempre no se confrontan de manera directa y le siguen la corriente a estos embajadores del centro, pero que después hacen lo que mejor les venga en gana y los resultados, por lo general resultan catastróficos.
Conforme pasa el tiempo se hacen cada vez más evidentes las deficiencias de la campaña cuatro teísta en Yucatán, un partido verde que toda la administración trabajó con el PAN, un partido del Trabajo que sigue manejándose de manera familiar y en vez de trabajar con su militancia sigue postulando a las parejas sentimentales y que no lleva más de cinco personas, los mismos cinco miembros de la misma familia a las actividades de campaña; y por último los morenos, quienes en un abrir y cerrar de ojos se vieron invadidos de priístas y panistas inconformes, aún militantes de su partido, que llegaron para desplazar a la naciente militancia guinda y hacerlos a un lado, no solamente para la designación de las candidaturas, sino para la toma de decisiones en la campaña para el gobierno del estado. La separación de la presidenta del comité directivo y el silencio y ausencia del presidente del consejo, son por demás ejemplos que reiteran y ratifican la descomposición que se está dando dentro de los morenos.
Los objetivos del enviado del centro nunca estuvieron alineados con los objetivos de morena Yucatán, la intención del de Milpa Alta fue siempre conseguir respaldo para Claudia sin importarle lo que sucediera en el estado, a fin de cuentas siempre fue una entidad amistosa donde a pesar de no haber ganado un solo espacio en las senadurías en 2018, al cabo del tiempo todos los senadores de Yucatán terminaron siendo del equipo del Presidente, desde Raúl Paz del PAN, hasta Verónica Camino y el Gordito Marín del PRI, uno de los más recalcitrantes priístas aparentemente, pero que también terminó seducido por el encanto presidencial y se cambió de partido, al Verde pero igual de la cuarta té.
La postura de Bayardo saca a la luz la situación que se está viviendo dentro de la campaña de Díaz Mena, el repudio a su equipo es una situación evidente, las filtraciones de sus ingresos y sus propiedades que han sido retomadas a nivel nacional han tenido su origen en esas personas que se sienten traicionadas por el actuar del San Felipeño. Los pecados de su contraparte son mucho más grandes que los suyos, pero las lealtades lo son también en la misma proporción. Al guinda le están devolviendo lo que él ha hecho, lo están traicionando, lo están vendiendo con información a cambio de congraciarse con el equipo de enfrente, y el problema para Huacho es que lo están logrando.
Al rechazo público de apoyar su candidatura y la de Rommel, se suma la denuncia que interpuso Ojeda Marrufo por amenazas por haberse pasado del lado de Renan Barrera y Cecilia Patrón, y que según su dicho ponen en riesgo su integridad física. Apenas acaban de empezar las campañas locales y en menos de diez días ya está sobre la mesa esa descomposición. La mayoría de los yucatecos prefiere ver a los priístas en el PAN que en morena, para los yucatecos la alianza entre PRI y PAN resulta necesaria ya que, en el discurso público lograron meter en la mente de los votantes que todo lo peor del PRI se fue a morena, y esa debilidad coyuntural justifica que esos dos rivales históricos se hayan unido para evitar que los corruptos que ahora están en la cuarta té, destruyan lo poco bueno que hay en Yucatán, especialmente la seguridad.
No se ve que el equipo de Joaquín Díaz reaccione, le están ganando la partida y le están dejando en franca posibilidad de acumular una derrota más, esta vez con denuncias de corrupción y de enriquecimiento inexplicable que incluso suenan ya a nivel nacional. Se está desperdiciando una oportunidad dorada de cambiar a los de siempre, el problema es que los de siempre ya están en todos lados.