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EL ROBO DEL VA Y VEN
* Desde el inicio de operaciones ha sido muy controvertido por el ocultamiento de la información respecto a los concesionarios de este sistema que cuesta 30 millones de pesos cada unidad.
*No se les preguntó a concesionarios si querían las unidades se les impuso, se han convertido en empleados del gobierno, pues los propietarios de las unidades ya no ven el dinero, el gobierno del estado es quien cobra y administra
* Se enconden historias de explotación y clavario, que incluso ponen en peligro a los miles de usuarios que todos los días utilizan el transporte público, pues los choferes trabajan 24 por 24 y sólo duermen dos horas.
Francisco Pérez/Sol Yucatán.
Desde el inicio de operaciones de estas unidades del Vaivén han sido muy controvertido, primero por el ocultamiento de la información respecto a los concesionarios de este sistema y que hoy por viva voz de alguno de ellos conocemos que cuestan 30 millones de pesos cada unidad.
No se les preguntó si querían las unidades se les impuso, se han convertido en empleados del gobierno, pues los propietarios de las unidades ya no ven el dinero, el gobierno del estado es quien cobra y administra y a ellos únicamente se les deposita una cantidad que oscila en los $7,000 pesos semanales.
Para este servicio se han apoderado de nuestras calles limitando la zona de rodamiento de los vehículos y dando prioridad al servicio de estas unidades particulares porque al final estas unidades son particulares, es un servicio concesionado pero la inversión es de particulares.
La medida de hacerles un carril con dinero público tampoco ha constituido una garantía de seguridad, pues desde el inicio estas unidades casi cada semana leemos hasta dos notas de incidentes de tránsito en las que se vieron involucradas.
No hay transparencia, se niega el Instituto a otorgar la información, pero es difícil que esté oculta tal como pretende el gobierno de Mauricio Vila, pero en este Estado tarde o temprano las cosas se conocen.
Así como hemos conocido los negocios del anterior gobernador que se dicen de casas de cambio en el centro de la ciudad, universidades particulares, antros e incluso los llamados autobuses de pasajeros Situr, así como taxis de plataforma son algunos de los que probablemente son cientos de negocios entre tráfico de tierras, hoteles y otras cosas más del anterior gobierno que encabezó Rolando Zapata.
De las cantidades en cuentas de bancos europeos, hoy se hablan en los medios que oscilan entre los $8,000 a los $12,000 millones de pesos, esa es la parte europea de nuestros Gobernantes, sus cuentas.
Así que todo, tarde o temprano, se sabe en el medio. Entre los transportistas del Va y Ven es conocido que el resto de las unidades son concesiones a prestanombres cercanos al Gobernador y al grupo ADO.
Para poder hablar en cuanto al servicio es importante conocerlo y esto es lo que encontramos:
1.- La tarjeta que al pasar por el sistema de lectura te jala en ocasiones más, porque no tiene una programación para establecer una persona, dos personas, tres personas, el sólo pegar la tarjeta al lector te puede dejar sin saldo y te cobra más de los $12 pesos, ahora sí que no tienes medio de defensa ni a quién reclamarle y su lector no se encuentra en una posición cómoda para el pasajero.
2.- No hay un número telefónico para que reportes este tipo de incidentes y te reintegren tu dinero, no hay forma. Los teléfonos que están en la página del sistema o rotulados en los propios lectores no responden. Así que propiamente te roban tu dinero.
3.- Los paraderos están muy mal ubicados, los cuales el ciudadano tiene que ir buscando por las calles el letrero de la supuesta parada del Vaivén. Sobre la calle 62, a la altura del estadio Salvador Alvarado, por citar un ejemplo y en otras partes de la ciudad se encuentran los letreros que dice parada Vaivén, sin embargo las rutas han cambiado y los letreros permanecen.
Así que el ciudadano puede estar esperando el paso de la unidad en un sitio donde ya no hay ruta.
Mientras que la autoridad ha dicho que son suficientes las unidades lo cual constituye también otra gran mentira, pues se tiene que esperar entre 30 a 35 minutos en la mañana o en el sol. Es el caso de Francisco de Montejo donde el paradero está entre el paso peatonal donde ni siquiera hay un solo árbol, y el parque de la capilla a las 11 u 12 del día el sol es inclemente y de la misma manera ocurre en diversas zonas de las rutas del Va y Ven.
A unos metros hay un paradero en el parque en una zona arbolada donde es menos inclemente los rayos solares, sin embargo ahí no te permiten esperar él Vaivén y no te dan parada por no ser su paradero, o sea es un servicio concesionado con exclusividad hasta de paraderos.
4.- Un sistema que no tiene la opción de verificar en línea el saldo y mucho menos de cargarlo, cuando en esta época todos los pagos de casi todas las empresas son de forma electrónica, con que tengas acceso a internet y la información se encuentra en la llamada nube. Aquí esto no pasa. No hay manera de reportar un incidente.
5.- Los cajeros no aceptan monedas, propiamente tienes que pagar con billete. La recarga de monedas en las máquinas que se encuentran en el palacio de la música las rechaza
Hoy en día hasta las empresas recolectoras de basura de Mérida tienen el sistema de pago en línea y de verificación de saldo.
6.- Llama la atención que entre las medidas de seguridad, además de las cámaras, se encuentran unos pequeños martillos, que se supone es para romper el cristal en caso de una emergencia, están sujetos con unas cintillas negras y resulta ilógico en caso de una emergencia, esas cintillas no son fáciles de cortar, la mayoría de las veces el grosor de esa cintilla tiene que ser cortada con una pinza.
Así que no tendría el usuario el tiempo suficiente en caso de una verdadera emergencia para arrancar el martillo y poder romper el cristal y salir de la unidad, esto quiere decir que protección civil no verificó estás supuestas medidas de seguridad.
No es en términos generales un mal servicio pero por supuesto que está rodeado de corrupción y de poca falta de transparencia
EXPLOTACIÓN EN VA Y VEN
Chóferes del Va y Ven, moderno transporte de Yucatán, no es como lo pintan y hacen creer otra cosa a la ciudadanía a través de la mercadotecnia.
Detrás de los modernos camiones que transitan en diferentes puntos de Mérida se enconden historias de explotación y clavario, que incluso ponen en peligro a los miles de usuarios que todos los días utilizan el transporte público.
Los operadores del transporte público, en entrevista con Sol Yucatán, denunciaron que sufren de explotación laboral.
En rutas como Las Américas, Francisco de Montejo, Pensiones, Chenkú, Komchen, entre otras, que son operadas por Minis 2000 los operadores laboran en la modalidad de 24 por 24.
Laboran turnos muy largos donde sólo tienen entre 2 y 3 horas para dormir.
De acuerdo con las investigaciones de Sol Yucatán, los operadores tras concluir su turno entre las 11 y 11:30 de la noche, se trasladan al encierro en el periférico Poniente, donde entregan el camión para constatar las condiciones, luego lo meten a lavado y limpieza, por lo cual duermen entre la 1 y 1:30 de la madrugada y lo hacen en el piso del camión, ya que no existen dormitorios como lo había planteado el Gobierno Estatal.
Entre las 4 y 4:30 de la madrugada, se levantan para verificar el autobús y calentar el motor, para luego trasladarse a su paradero e iniciar su turno.
Algunos de los accidentes en los que se han visto involucrados los autobuses se debe precisamente por el cansancio y las largas jornadas a las que se ven obligados a trabajar.
Asimismo, denunciaron que no les pagan los días festivos como marca la ley, ni tampoco les dieron su aguinaldo como estaba estipulado, lo cual sería de 20 días, es decir, les correspondería 10 mil pesos, sin embargo, sólo les entregaron 4 mil pesos.
En la empresa son 65 operadores, pero no se sabe si pertenecen al grupo Canto, dirigida por Teddy Canto o al Gobierno del Estado.
“No sabemos si el Gobierno o Minis 2000 se está quedando con el dinero”, precisaron los entrevistados.
Los operadores no renuncian, debido a que es su única fuente de empleo y la mayoría tiene antigüedad, ya que han estado trabajando por años en la empresa Minis 2000 que ahora pertenece al sistema del Va y Ven controlado por el Gobierno del Estado.