Opinión
EL INE NO SE TOCA: SIEMPRE Y CUANDO GANE YO
Por: Humberto Cámara Menéndez
La ambición y la estulticia de Marko Cortés, presidente del PAN, no tiene límites. Pero no es extraña y es de esperarse.
Al calificar de fraudulento el proceso electoral pasado, Cortés le asesta un golpe a la credibilidad del Instituto Nacional Electoral (INE) y ofende directamente a los miles de ciudadanos que, en forma gratuita, responsable y solidaria, participaron activamente durante las elecciones del domingo pasado.
Como integrante de la clase política mexicana y con el afán de rescatar algunas diputaciones plurinominales para su entorno cercano, Cortés le hace el trabajo sucio a López Obrador y a Morena para que éstos puedan “justificar” la desaparición del INE durante la próxima legislatura federal. “Hasta ellos critican al INE” señalará eufórico el cacique de Macuspana. A botepronto, el tabasqueño tomará las palabras del presidente del PAN para insistir en la aprobación de la iniciativa que contempla la desaparición del Instituto Nacional Electoral, organismo ciudadano que tanto esfuerzo, voluntad y recursos implicó para lograr su actual configuración y operación.
El gran problema de México es su clase política. Todos son iguales. Guindas, azules, amarillos, verdes, rojos, tricolores. Unos más, otros menos.
Con hábil coordinación y dirección grupal, logran que la pelota siempre quede en su cancha, fuera de ellas los ciudadanos a quienes dicen representar, ya que lo único que les preocupa y ocupa, es su supervivencia y su preeminencia, para así conservar el poder y el dinero público.
No saben vivir fuera del presupuesto. No les gusta vivir fuera del presupuesto. No aceptan vivir fuera del presupuesto.
Son adoradores irredentos del poder público y del dinero que no es suyo. Los enajena.
¿Hay solución ?
Siempre hay alternativa. Pero no la que ellos proclaman.
Los ciudadanos de a pie tienen la palabra y el poder para hacerlo. Ya vimos un ejemplo con la Marea Rosa, la original, no la truqueada por las dirigencias del PAN, del PRI y del PRD.
Fue un buen inicio. Habría que retomarlo.