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El Cártel de Medellín dejó huella en Altabrisa

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*Jhon Jairo Velázquez Vásquez (a) “Popeye”, el peligroso y sanguinario lugarteniente de Pablo Escobar Gaviria, estuvo en Mérida para comprar terrenos en “Altabrisa” en 1997, através de la entonces Cousey

*El sicario adquirió grandes lotes, pero fue a través de prestanombres, por lo que sería difícil establecer la identidad de sus socios, pero es posible que algunos de los numerosos terrenos desocupados hasta la fecha, sean propiedad del “Popeye” o de sus allegados.

Por Francisco Chi Lavadores

Lo que leerán a continuación no es fantasía ni ciencia ficción, es un pasaje real que yo presencié en parte, que mantuve en secreto durante 26 años y hasta hoy me atrevo a difundir como parte de mis vivencias a lo largo de 58 años de mi ejercicio profesional en la comunicación.

Se trata de los codiciados terrenos ubicados en la zona llamada “Altabrisa”, en el norte meridano, que actualmente son motivo de discordia y encono entre un grupo de vecinos y el Ayuntamiento de Mérida en los cuales hay una superficie de 8 hectáreas donde la Comuna pretende construir un enorme parque.

Antes de seguir, debemos recordar que toda el área donde hoy está “Alrabrisa” y los exclusivos desarrollos habitacionales asentados en la zona eran propiedad del Gobierno Federal, allá funcionaba una estación radiomonitora de la Secretaría de Comunicaciones y Transportes (SCT).
En 1990, la dependencia decidió cambiar su sede, la Federación desincorporó el vasto inmueble y acordó permutarlos con el Gobierno del Estado, por lo que durante muchos años después el extenso predio permaneció ocioso.

Fue hasta 1995 cuando el gobernador Víctor Manuel “Balo” Cervera Pacheco (+) concluyó los trámites con la SCT y el Ejecutivo del Estado tomó posesión de este bien, con la idea de desarrollar conjuntos habitacionales de alto valor y zonas comerciales de elevada plusvalía con inversiones privadas.

Para tal efecto, el uso y destino así como la comercialización de los lotes quedó en manos de la desparecida Comisión Ordenadora del Uso del Suelo del Estado de Yucatán (COUSEY) que encabezaba Jorge Omar “Pelón” Fajardo Pérez (+).

Por supuesto que el proyecto atrajo el interés de grandes empresas inmobiliarias y de particulares locales, nacionales y extranjeros, pues el sitio tenía un gran potencial económico y una elevada plusvalía lo que hoy se puede constatar.

En este contexto, era el año de 1997, yo era cuate de Fajardo Pérez con el cual solía ir a desayunar en el hotel “Los Aluxes”, también asistía muy seguido a visitarlo en su oficina de la COUSEY en la calle 56 entre 49 y 47, Centro.

Una mañana, creo que de agosto de aquel año, estaba sentado en espera de que me reciba y mientras charlaba con la recepcionista, mi colega periodista y locutora María de Lourdes “Malú” Gutiérrez Silveira (+), cuando entró un sujeto con aspecto fuereño y acento sudamericano.

El recién llegado se dirigió a ella y le dijo que tenía cita con Fajardo Pérez, eran como las 11.00 horas y aquella le respondió que enseguida avisaría al funcionario para ser atendido por éste, lo cual así ocurrió.

Por mi olfato periodístico se me hizo conocido el forastero, pero no logré identificarlo, poco después me despedí de Malú y emigré, pero le seguía dando vueltas al sombrero tratando de ubicar al individuo, pero no pude recordar más y opté por olvidar el asunto.

En otras ocasiones posteriores volví a ver al tipo quien apenas arribaba a la COUSEY entraba al privado de su titular donde permanecía largas horas, inquieto le preguntaba a mi amiga quien era el misterioso personaje, pero ella se mostraba nerviosa y se quedaba callada.

No le volví a dar importancia al caso, hasta que muchos años después, Malú ya no chambeaba en la COUSEY y me confió que aquel maistro que visitaba al “Pelón”, era nada menos que Jhon Jairo Velázquez Vásquez (a) “Popeye”, el peligroso y sanguinario lugarteniente del zar del narco colombiano y máximo líder del Cártel de Medellín, Pablo Escobar Gaviria y que su presencia en Mérida era para comprar terrenos en “Altabrisa”.

Malú me dijo que el sicario adquirió grandes lotes, pero fue a través de prestanombres, por lo que sería difícil establecer la identidad de sus socios, pero es posible que algunos de los numerosos terrenos desocupados hasta la fecha, sean propiedad del “Popeye” o de sus allegados.

Es importante señalar que el Cártel de Medellín adquirió tremendo poder en el mercado de las drogas procedentes de Colombia, sus miembros sembraron el terror y muerte en los años 80’s y 90’s del siglo XX.

Escobar Gaviria y sus secuaces eran buscador por la DEA (Departamento Antidrogas de los Estados Unidos) y las principales policías del orbe, hasta que el 2 de diciembre de 1993 cayó abatido por las balas de las tropas del gobierno colombiano durante una emboscada en Bogotá.

Tenía 44 años de edad y con su muerte se desintegró el Cártel de Medellín y poco a poco fueron aprehendidos sus secuaces, entre ellos “Popeye”, el cual fue capturado en 1998 y sentenciado a 23 años de prisión, pero salió en libertad condicional el 26 de agosto de 2014 por haber cumplido el 60% de su condena.

Sin embargo, en mayo de 2018 volvió a ser atorado por varias denuncias en su contra por extorsión, concierto para delinquir, amenazas e incitación al odio. Murió el 6 de febrero de 2020 debido a cáncer de esófago.

El “Popeye” fue el segundo a bordo en la organización criminal de Escobar Gaviria y en un libro que escribió tiempo después, confesó que él solo mató a 300 cristianos y estuvo involucrado en el asesinato de otros 50 mil.

Todo lo anterior también me lo confirmó posteriormente el extinto periodista Luis Iván Alpuche, quien en aquel tiempo era vocero de la COUSEY y luego se desempeñó como reportero del ex Diario de Yucatán

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