Mérida
VIVIDORES DEL PRESUPUESTO
*Con el patrocinio de un agitador enquistado en el Consejo Estatal de Población, un grupito de vividores del presupuesto estatal pretende poner de pie a un sindicato sin pies ni cabeza y sin personalidad jurídica,
* Tonatiúh Villanueva Caltempa, alienta las perversas ambiciones de Roque Pérez Pacheco y Luis Felipe Rodríguez Tamayo en la conformación de un sindicato fantasma
*Luego de 12 años sin trabajar con envidiable sueldo mensual de más de 30 mil pesos, el frustrado aspirante a líder sindical, Rodríguez Tamayo, supo de nuevo lo que es cumplir un horario de 8 horas y checar tarjeta de entrada
Redacción /Sol Yucatán
Con el patrocinio de un agitador enquistado en el Consejo Estatal de Población (COESPO), un grupito de vividores del presupuesto estatal pretende poner de pie a un sindicato sin pies ni cabeza y sin personalidad jurídica, con el único fin de utilizarlo como fuente de privilegios personales.
Con recursos que podrían salir del mismo presupuesto del COESPO, su todavía director, Tonatiúh Villanueva Caltempa, alienta las perversas ambiciones de Roque Pérez Pacheco y Luis Felipe Rodríguez Tamayo en la conformación de un sindicato fantasma, al que ellos denominan “Sindicato de Trabajadores del Gobierno del Estado y Entidades Paraestatales de Yucatán (Stgeepy)”, que pretende agremiar a trabajadores del Ejecutivo, Legislativo y Judicial.
Aunque Rodríguez Tamayo es quien lleva la voz cantante en esta nueva odisea, los escasos seguidores de ese grupo sólo esperan el momento oportuno para perfilar como líder único al ex regidor Pérez Pacheco.
Los mencionados zánganos de la burocracia estatal presentaron como un triunfo un amparo concedido por el Juzgado Segundo de Distrito ante el rechazo del Tribunal de los Trabajadores del Gobierno del Estado y de los Municipios para reconocer la conformación del Stgeepy.
Lo cierto, es que el amparo no se traduce automáticamente en el reconocimiento a la figura legal del mencionado sindicato, por lo que jurídicamente es aún inexistente.
No obstante, tanto Roque Pérez como Rodríguez Tamayo propagan mentiras en el desesperado intento de llamar la atención de los medios de comunicación. Tan es así, que ambos se resisten a renunciar al Sindicato de Trabajadores al Servicio del Poder Ejecutivo e Institucionales Descentralizadas de Yucatán que durante muchos años los cobijó.
Trabajadores que conocen parte de la historia personal de “Pichi” (Rodríguez Tamayo), se preguntan qué pueden esperar de alguien que lleva en la frente el sello de traidor, pues cuando no tenía trabajo ni dinero para comer, fue rescatado por Jervis García Vázquez, a quien años más tarde daría una puñalada por la espalda movido por la ambición y envidia.
Un caso similar es el del médico Roque Pérez Pacheco, quien a punto de ser corrido por Virginia González Torres cuando ella tenía el control del Hospital Psiquiátrico “Yucatán”, fue arropado por García Vázquez y comisionado para que pudiera cobrar íntegramente su sueldo y prestaciones. Este otro judas también maquinó silenciosa conspiración contra Jervis García, intentona que fracasó por el sólido respaldo que la base trabajadora le brinda al consolidado dirigente sindical.
Con el membrete de un sindicato fantasma, la tríada perversa -Tonatiúh-Roque-Luis Felipe- han logrado engañar a algunos candidatos con reuniones con el único fin de ganar reconocimiento mediático, cuando en realidad son repudiados por la base trabajadora del Gobierno del Estado.
Aviador
Luego de 12 años sin trabajar con envidiable sueldo mensual de más de 30 mil pesos, el frustrado aspirante a líder sindical, Luis Felipe Rodríguez Tamayo, no se resigna a perder sus privilegios y mantiene viscerales ataques contra sus compañeros del Hospital Psiquiátrico “Yucatán”, funcionarios estatales y contra el dirigente Jervis García Vázquez.
Forzado a trabajar como cualquier otro empleado estatal, el “Pichi” supo de nuevo lo que es cumplir un horario de 8 horas y checar tarjeta de entrada y salida. Sin embargo, ambiciona recibir sus 30 mil pesos mensuales sin laborar para dedicarse únicamente a grillar y traicionar a quienes en su momento confiaron en él y le tendieron la mano.
Rodríguez Tamayo se confabula con otros resentidos como Roque Pérez Pacheco, José Reyes Ek Várguez, Valdemar Pech y Guadalupe Manzanilla para insistir en una campaña de difamación y ataques, hecho que genera malestar en la dependencia donde cobra. Por cierto, la enfermera Manzanilla no trabaja desde hace más de 3 años y también cobra, por lo que ella también busca prolongar este privilegio a costa de quienes sí cumplen la encomienda de servir a la sociedad.