Opinión
ROMMEL ES UN APESTADO EN MORENA
Por Francisco Trubu/Sol Yucatán
El debate por la alcaldía de Mérida ya pasó, y a pesar de la amplia derrota que sufrió el “chapulín” Rommel Pacheco, sus desgracias todavía no terminan, más bien, parece que, faltando un mes para las elecciones, el encuentro con los otros candidatos a la presidencia municipal, definieron prematuramente el destino del clavadista.
A pesar de que Mérida es una de las ciudades más bonitas del país por su arquitectura, su entorno, sus atractivos pero principalmente su gente, y que está de moda, en todos los corrillos políticos ya se sabe que la ganará el PAN con Cecilia Patrón, y vale la pena decir que tampoco hablan de que ella sea la mejor opción, ni que es la hermana de quien logró destronar al PRI de la hegemonía política yucateca al ser el primer gobernador panista y de oposición en su época, sino que todos mencionan la pobreza del clavadista como candidato “chapulín”.
Y es importante hacer notar, que tampoco nadie habla de Rommel Pacheco como candidato de Morena, sino como expanista en una muy cortita carrera política en las filas albiazules, es decir, a nadie le interesa lo que ocurra con el clavadista, y menos lo que ofrece por la alcaldía de Morena, ¿Cuáles son sus propuestas? ¿Por qué habría que votar por él?
Un caso muy distinto por ejemplo ocurrió con el futbolista Cuauhtémoc Blanco, el máximo ídolo de las Águilas del América en los tiempos modernos, quien primero fue presidente municipal de Cuernavaca, otra ciudad bella y turística que aglutina a muchos de los ricos de la Ciudad de México que tienen en sus rumbos casas de fin de semana, y fue un pésimo alcalde, inmediatamente después le dieron la candidatura para ser gobernador de Morelos que estará por entregar en las siguientes semanas, y ha sido quizá el peor de todos los mandatarios que ha tenido la entidad, sin embargo, la gente le perdona sus deslices e ineptitudes para gobernar, lo toleran y a donde se para todo mundo se quiere tomar una fotografía con él, incluso esa fama le costó que unos narquillos se tomaran una fotografía y acusaran a la estrella de estar pactando con el crimen en el estado que gobierna.
¿Y qué pasó con Rommel?
Pues que a nadie le interesa su paso por el deporte acuático, y aunque fue mediocre si lo comparamos con otros clavadistas mexicanos realmente famosos y muy buenos, le bastó para brincar a la política. Desde luego que él creía que era por su trayectoria, pero ya se dio cuenta que era el PAN el que lo impulsaba en la política, no su esfuerzo personal; por eso ganó muy apretadamente a diputación federal hace tres años, y por eso lo fichó Mario Delgado para Morena.
Todavía hace unos meses cuando era criticado el líder nacional por los chapulines, lo defendió diciendo que se lo había llevado a Morena para quitarle votos “a los de enfrente”.
Pero tristemente ahora ni él, ni nadie de la dirigencia ya no digamos nacional, sino estatal de Morena, salen a defenderlo, ningún morenista habló de su desempeño en el debate, obvio que no había nada que hablar, pero al menos si podían fingir que tuvo buen desempeño para meterlo a la contienda, pero no lo hicieron, simplemente Rommel Pacheco no existe ya para Morena en la dirigencia, tardíamente se dieron cuenta de su error.
Es más, hay voces divergentes al interior de Morena, que dicen que el clavadista quería renunciar a la candidatura, y le rechazaron su propuesta con la consabida frase de “ahora te aguantas, tu querías, pues ahí tienes”.
El destino del clavadista está marcado, hoy es un apestado de su partido, los fundadores morenistas no lo quieren por “chapulín” y porque no representa nada para ellos y parta Huacho es un lastre, que ya no sabe dónde poner o qué hacer con él.
Sabe también Huacho, que Rommel Pacheco tendrá parte de la responsabilidad en su tercera derrota como candidato a gobernador, porque no le va a sumar votos a su favor.