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Progreso en Nueva York: trampolín y destino de cargamento de droga procedente de Sudamérica

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Los casos de cargamentos de cocaína metidas en pescado que han llegado al puerto

BROOKLYN, Nueva York,.- Con el llamado “Juicio del Siglo” en contra de quien fuera director de la desaparecida Agencia Federal de Investigación (AFI) y titular de la Secretaría de Seguridad Pública (SSP), Genaro García Luna, durante los sexenios panistas de Vicente Fox Quesada y Felipe de Jesús Calderón Hinojosa, se evidenció lo que en Yucatán ha sido un secreto a voces: el puerto de Progreso ha sido trampolín y destino de cargamento de droga procedente de Sudamérica.

Fue durante la audiencia del pasado lunes en el turno de Oscar “El Lobo” Nava Valencia quien hizo alusión a los cargamentos de droga que eran recibidos y protegidos en México por agentes a cargo de García Luna y de mandos castrenses.

Al relatar una serie de sobornos que le hicieron llegar al entonces jefe policiaco del país, Nava Valencia narró ante el Jurado durante las primeras cinco horas de su comparecencia, confirmando, según el caso del gobierno, que García Luna recibió millonarios sobornos en distintos momentos de parte del crimen organizado. “El Lobo” dijo que tan solo él le habría dado más de 15 millones de dólares en efectivo.

Lo anterior ocurrió entre los años 2006 a 2008, cuando Nava dirigía el llamado Cártel del Milenio, una organización criminal aliada al Cártel de Sinaloa y asentada en Jalisco, Nayarit, Colima y Ciudad de México, que traficaba principalmente cocaína proveniente de Colombia a través de los puertos de Manzanillo, Lázaro Cárdenas, Puerto Progreso y Veracruz; y de los aeropuertos de Ciudad de México, Jalisco, Cancún, entre otros.

Cargamentos de drogas en Progreso
Cabe señalar que en el gobierno panista de Patricio Patrón Laviada (2001-2007), su hermano Alejandro fue señalado como operador del narcotrático en Yucatán, por lo cual utilizaba a la policía comandada en ese entonces por Francisco Medina Torres (a) “El Cura Vara” pero que era operada por el subdirector Daniel Carrillo Espinosa (a) “El Puma”, quien se encargaba de brindar protección a los cargamentos de droga que llegaban o transitaban por el Estado.

Este hecho quedó al descubierto cuando en junio del 2009, ya en el gobierno priísta de Ivonne Ortega Pacheco, personal de la Marina dio a conocer el trasiego de drogas, al incautar 97 tiburones congelados que contenían en su cavidad más de 894 kilogramos de cocaína, los cuales habían llegado al puerto de Progreso, procedentes de Costa Rica, y que tenían como destino la Ciudad de México.

La droga, que según se informó entonces, sería trasladada vía terrestre a la empresa Tenería del Caribe Manufacturera, en Jalisco, fue hallada en dos de los contenedores que traía el buque “Dover Strait”, con bandera de las Islas Marshall, que llegó procedente de Houston, Texas.
El caso fue conocido como “Tiburones embarazados” con cocaína, aunque no ha sido el único caso dado a conocer por las autoridades.
Siete años después, el 15 de febrero 21 en febrero de 2016 y ya en el gobierno priista de Rolando Zapata Bello, se informó que elementos de la Secretaría de Marina realizaron también en Progreso un decomiso de cargamento de pescado congelado con droga.
La información se difundió días después, pues el decomiso se realizó el miércoles 17 de ese mes, aunque la carga ya había permanecido en el puerto casi una semana sin fuera reclamado. Cuando la Armada de México, en coordinación con personal del Servicio de Administración Tributaria (SAT), realizaron el aseguramiento precautorio de dos contenedores de la naviera alemana Hamburg Sud con 24 toneladas de pez espada congelado, presuntamente contaminado con una sustancia que en pruebas de laboratorio resultó positivo a la cocaína.
Después de los análisis correspondientes, la Secretaría de Marina informó el viernes 19 que sí se trataba de peces espada congelados con el alcaloide.
El aseguramiento se realizó en el Recinto Fiscalizado de la Terminal de Contenedores del puerto, luego de una inspección de rutina.
Al revisar los contenedores descargados del buque “San Adriano” procedente de Guayaquil, Ecuador, y con destino final Progreso, se halló el cargamento con la droga.
A principio del 2020, en una columna de Salvador García Soto, editorialista de El Universal, dio a conocer que Guillermo César Calderón León, exdiputado federal del PRI, que fungió como director de la aduana de Progreso, era investigado por presuntamente permitir el ingreso desde China de efedrina (para producir metanfetaminas) y fentanilo.
Calderón León argumentó de inmediato que “no hay ruta directa con China y Asia”, que por Progreso no entra ningún químico y que toda la carga que entra y sale por este puerto pasa por la revisión de medios intrusivos como rayos X y gamma.
Sin embargo, al ser localizado para una entrevista por algunos medios, respecto a la versión, Calderón León dijo que estaba en Ciudad de México, que viajó ahí por reuniones de trabajo de la Dirección General de Aduanas y que retornaría el lunes 27, lo cual no ocurrió: una semana después se difundió que había renunciado al cargo y no se sabía de su paradero.
Subió la cuota cuando García Luna fue titular de la SSP
“Cuando García Luna se vuelve secretario de Seguridad (2006) era necesario incrementar los sobornos para tener un mayor nivel de protección. No solo para tener libres nuestras rutas de tráfico sino a su vez que se atacara a otros cárteles rivales. Se organizó una polla – recolecta – y yo aporté eso. Pero todos los demás… EL Mayo, El Chapo, Arturo… todos pusieron”, dijo en su narración.
En 2008, añadió Valencia, vino otro pago realizado por el mismo y ocurrió en un autolavado de Guadalajara, Jalisco. “Estetic Car Wash” era el nombre del local donde García Luna y Luis Cárdenas Palomino se presentaron personalmente. Cualquier parecido con un episodio de la serie “Breaking Bad” para hablar de fantasía, o de la vida real como si fuera el caso“Lava Jato” en Brasil, parecía una coincidencia obvia.
Según el testigo de los fiscales a Cárdenas Palomino le mandaron 500 mil dólares por adelantado para que esta reunión ocurriera. De acuerdo con “El Lobo” este encuentro era muy importante pues ya estaban confrontados con los Beltrán Leyva, quienes había decidido dejar el Cártel de Sinaloa para unirse a Los Zetas.
El día de encuentro, cuya fecha no fue precisada muy bien por Nava, se entrevistaron con García Luna y Cárdenas Palomino en el segundo piso de ese local por espacio de 15 minutos. El entonces secretario de Seguridad nacional de México les habría dicho que no estaba de acuerdo con la decisión de Beltrán de unirse a Los Zetas, y que el continuaría apoyando a Sinaloa. A cambio, dijo Nava, le entregaron otros 2.5 millones de dólares antes de que se fuera.
Y ya para rematar, el narcotraficante también dijo que con frecuencia destinaban de 200 mil a 500 mil dólares para que la Policía Federal nombrara a comandantes regionales aliados a ellos. “El dinero lo mandábamos a la gente de Ciudad de México encargada de esos nombramientos”, dijo el narcotraficante ante el jurado

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