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Ni regalados quieren los locales del mercado San Benito

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*El mercado de San Benito tiene un gasto de 3.3 millones de pesos al mes y sólo recauda 200 mil pesos por renta de locales y el estacionamiento, se ha convertido en una carga financiera para el Ayuntamiento.

*Actualmente sólo tiene vida la planta baja, donde hay 300 locales, es decir, sólo está ocupado el 12 por ciento de su capacidad, el otro 88 por ciento del mercado está abandonado y luce vacío.

*El Ayuntamiento ha estado ofreciendo casi regalados los puestos del segundo y tercer nivel a los ambulantes y a los locatarios del mercado Lucas de Gálvez, pero nadie los quiere

Redacción/ Sol Yucatán

El Mercado de San Benito de Mérida vendría a ser el nuevo centro de abastos de Mérida moderno, que sería un punto de lanza para el turismo y sustituiría al mercado “Lucas de Gálvez” que genera altos costos por lo viejo del inmueble.
En cambio, a 19 años de su inauguración es inoperante, luce vacío, trabaja con números rojos y se ha convertido en una carga financiera para el Ayuntamiento.
Al día de hoy para su funcionamiento le cuesta a los meridanos poco más de 40 millones de pesos al año, entre trabajos de mantenimiento, sueldos y su operatividad.
El San Benito, fue anunciado en el 2002 por la alcaldesa panista Ana Rosa Payan Cervera, como el gran proyecto de su administración, para lo cual solicitó un préstamo de 180 millones de pesos, el cual apenas hace un par de años se terminó de pagar.
Con voto de los panitas y el Cabildo panista se dio luz verde al préstamo y se consiguió los recursos para la construcción del inmueble.
La empresa Muñoz Arquitectos y Asociados, propiedad de Javier Muñoz Menéndez, pariente de los dueños del Diario de Yucatán y de Jorge Carlos Zoreda Novelo, hermano del ex Senador Cleomino Zoreda Novelo, quien en ese entonces era diputado local, “vendieron” la idea de un inmueble moderno y que sería innovador e imán turístico, similar al mercado “San Juan” de Guadalajara, Jalisco.
En el 2004, con bombo y platillo se inauguró, ese año lució con una ocupación de casi el 100 por ciento, de los 2 mil 500 locales se ocuparon 2 mil 450 en los tres niveles, debido a que todos los vendedores ambulantes fueron retirados de las calles y la única opción para seguir trabajando era trasladarse al nuevo mercado.
Los mismo ocurrió con locatarios del mercado de Lucas de Gálvez, debido a que según las autoridades sería el nuevo mercado de Mérida, debido a que el viejo mercado sería demolido.
Un par de meses más tarde el nuevo mercado se comenzó a vaciar, debido a las bajas ventas, los locales del tercer nivel fueron los primeros en quedar vacíos y poco a poco los locatarios dejaron sus locales para regresar a la calle.
Actualmente sólo tiene vida la planta baja, donde hay 300 locales, es decir, sólo está ocupado el 12 por ciento de su capacidad, el otro 88 por ciento del mercado está abandonado.
Contrario el mercado Lucas de Gálvez, el cual tiene una afluencia diaria de 100 mil personas y en diciembre se incrementa a 300 mil, en San Benito apenas registra una afluencia de 15 mil personas por jornada, es decir, tiene una afluencia ocho veces menor al del viejo mercado.
Claudio Chávez, quien tiene un local en el segundo nivel del San Benito, dijo que el verdadero problema del mercado es que la gente no sube al segundo, ni mucho menos al tercer nivel del mercado, por lo cual no hay clientes.
Dijo que el solo aguantó dos meses en su puesto y tuvo que regresar a la calle. “Aun lo conservo, pero sólo me sirve como bodega”, señaló.
Indicó que el Ayuntamiento ha estado ofreciendo casi regalados los puestos del segundo y tercer nivel a los ambulantes y a los locatarios del mercado Lucas de Gálvez, pero nadie los quiere, ya que no representan un negocio, solo pérdidas.
La subdirección de mercados está cobrando 100 pesos la concesión, pero ni así los comerciantes se animan a adquirir esos lugares.
Por su parte, el arquitecto y urbanista Agustín Basulto, dijo que el problema del mercado es su diseño que hace muy complicado su acceso, indicó que las rampas son muy inclinadas, las escaleras muy reducidas.
Aseguró que los problemas de inundación, filtraciones en los techos y el problema con las aguas negras, no es normal y sobre todo con una edificación donde se invirtió mucho dinero y teniendo en cuenta que es un edificio relativamente nuevo en comparación con el “Lucas de Gálvez” que tiene más de 100 años.
El líder de la Asociación “Benito Juárez García”, Carlos Ojeda Estrada, dijo que actualmente la totalidad de los locales ubicados en la planta alta de este mercado se encuentra desocupada, debido a que “no trepa la gente”.
Indicó que a los alcaldes Mauricio Vila y Renán Barrera les ha solicitado y planteado un rescate de ese centro de abastos, ellos en su momento se comprometieron a idear un plan, pero no han hecho nada. “No les interesa”.
El líder de locatarios dijo que una escalera eléctrica podría ser una buena opción para que la gente suba a la planta alta del mercado.
“Si se instala una escalera eléctrica, podría ayudar, tenemos el ejemplo de la Plaza de la Tecnología, el segundo piso nunca se ocupaba, pero cuando pusieron la escalera eléctrica se empezó a llenar y funcionó”, señaló el comerciante.
“Cada vez que entra un alcalde nos promete que van a hacer eso y nada, no hay nada”, indicó.
Por su parte, Alejandro Gil Sandoval, ex subdirector de mercados de Mérida dijo que lo que hace falta en el mercado de San Benito es un proyecto empresarial-comercial que ayude a dinamizar la actividad y que se promueva la visita de personas, de no ser así el mercado seguirá en el abandono como ha estado prácticamente desde su inauguración.
Mercado con números rojos
Actualmente el mercado tiene un gasto de operatividad de 40 millones de pesos anuales, es decir, 3.3 millones de pesos por mes.
Sólo reporta ingresos mensuales de 600 mil pesos, por concepto de cobro por derecho de piso y del estacionamiento, según, reporta la propia Comuna.
Lo que quiere decir que tiene un déficit o perdidas del 82 por ciento, es decir, de 32 millones 800 mil pesos, que los meridanos pagan con los impuestos que la Comuna recauda.
A pesar de ello los gobiernos panistas lo conservan y no les interesa algún plan de rescate del centro de abastos que da trabajo a más de mil personas.

El mercado San Benito tiene un costo de operación de 40 millones de pesos.

En la actualidad sólo se puede observar movimiento en la parte baja.

Por las bajas ventas, los comerciantes abandonaron sus locales y volvieron a las calles.

La mayoría de los puestos y locales del centro de abasto están abandonados.

Los pasillos y las escaleras que debían ser usadas como accesos están en total desuso.

Sobre todo se observa un total abandono en las partes superiores.

Sólo ingresan 600,000 pesos por concepto de derecho de piso.

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