Espectáculos
Murió la cantante irlandesa Sinéad O’Connor a los 56 años
Ocurre a 18 meses de la trágica muerte de su hijo. Saltó a la fama con la balada épica “Nothing Compares 2 U”
La cantante irlandesa Sinéad O’Connor murió a la edad de 56 años, según informó su familia. Su causa de muerte aún no se ha revelado. O’Connor había luchado públicamente con la salud mental en los últimos años.
La cantante alcanzó fama mundial con su balada Nothing Compares 2 U en 1990, una de las canciones más destacadas de la década.
En un comunicado, la familia de O’Connor dijo: “Es con gran tristeza que anunciamos el fallecimiento de nuestra amada Sinéad. Su familia y amigos están devastados y han solicitado privacidad en este momento tan difícil”.
O’Connor había escrito en su página de Facebook a principios de este mes que se había mudado a Londres después de 23 años y estaba terminando un álbum que se lanzará el próximo año. También compartió planes para hacer una gira por Australia y Nueva Zelanda en 2024, y en Europa, Estados Unidos y otros territorios en 2025.
Conocida tanto por su cabeza rapada y sus opiniones contundentes sobre la religión, el sexo, el feminismo y la guerra como por su música, algunos la recuerdan por haber roto una foto del papa Juan Pablo II durante una aparición televisiva en Saturday Night Live.
Durante más de 30 años, la cantante trató de sobrevivir bajo la mirada pública. Un descomunal talento para cantar, escándalos, problemas personales y tragedias la atravesaron.
El año pasado, su nombre volvió a los diarios tras el suicidio de su hijo Shane de 17 años. A los pocos días fue internada porque sus allegados temían que intentara, una vez más, quitarse la vida.
En su último Tweet, O’Connor publicó una foto de Shane y dijo: “Desde entonces, vivo como una criatura nocturna no muerta. Fue el amor de mi vida, la lámpara de mi alma”.
O’Connor nació el 8 de diciembre de 1966. Tuvo una infancia difícil, con una madre que, según ella, la maltrataba, abusaba y la animaba a robar en las tiendas.
A los 15 años, un hombre de la industria discográfica la escuchó cantando Evergreen de Barbra Streissand en una fiesta y la contrató. Mientras trabajaba en el estudio su primer álbum, el que sería The Lion and The Cobra, el hombre le pidió que se dejara crecer más el pelo y que se vistiera con ropa más ajustada, que sea “más femenina”, enfatizó.
La respuesta de Sinéad fue ir hasta la peluquería más cercana y raparse la cabeza, adoptando el look con el que se haría famosa.
The Lion and the Cobra alcanzó el estatus de oro y le valió una nominación al Grammy a la mejor interpretación vocal femenina de rock. El disco tuvo excelentes críticas y preparó el camino para la explosión que llegaría con el segundo.
En 1990 llegó a la cumbre con I Do Not Want What I Haven´t Got y el cover de Prince. Después de su gran éxito con Nothing Compares 2 U, la atención del público y de la prensa se centró en ella.
El hit Nothing Compares 2 U era una canción originalmente escrita por Prince. Pero la interpretación de O’Connor alcanzó el número 1 en varios países y le valió una nominación al Grammy por grabación del año, así como otra nominación a la mejor interpretación vocal femenina de rock. El álbum le valió un Grammy a la mejor interpretación de música alternativa.
En 1992 fue como invitada musical a SNL. Mientras cantaba War de Bob Marley, Sinéad O’ Connor rompió una foto del Papa Juan Pablo II como denuncia de los abusos de algunos miembros de la Iglesia Católica.
O’Connor lanzó ocho álbumes más.
En 1999, O’Connor causó revuelo en Irlanda cuando se convirtió en sacerdotisa de la disidente Iglesia Latina Tridentina, una posición que no fue reconocida por la Iglesia Católica dominante. Durante muchos años, pidió una investigación completa sobre el alcance del papel de la iglesia en ocultar el abuso infantil por parte del clero. En 2010, cuando el Papa Benedicto XVI se disculpó con Irlanda para expiar décadas de abusos, O’Connor condenó la disculpa por no ir lo suficientemente lejos y pidió a los católicos que boicotearan la misa hasta que hubiera una investigación completa sobre el papel del Vaticano, que para 2018 estaba haciendo titulares internacionales.
“La gente asumió que yo no creía en Dios. Ese no es el caso en absoluto. Soy católica de nacimiento y cultura y sería la primera en la puerta de la iglesia si el Vaticano ofreciera una reconciliación sincera”, escribió en el Washington Post en 2010.
La cantante se casó cuatro veces; su unión con el consejero de drogas Barry Herridge, en 2011, duró solo 16 días. Fue abierta sobre su vida privada, desde su sexualidad hasta su enfermedad mental.
“Nada vas a recibir en este camino de la industria musical; sólo daño. No dejes que te exploten”, le escribió en una carta pública a Miley Cyrus. Le pedía que defendiera su talento, que no permitiera que la convirtieran en un objeto sexual, que no la explotaran. La carta recibió respuestas mixtas del público, y la música Amanda Palmer escribió una carta abierta en respuesta afirmando que O’Connor estaba “fuera de lugar” con su crítica.
También se expresó públicamente cada vez que Britney o Amy Winehouse tuvieron problemas.
La irlandesa reveló en una entrevista de 2007 que le diagnosticaron trastorno bipolar en 2003 y que había intentado suicidarse en 1999 cuando cumplió 33 años. Sin embargo, siete años después, afirmó que había obtenido tres opiniones más que afirmaban que no era bipolar.
En 2016, tras otra batalla legal por la custodia de sus hijos, y luego de una serie de publicaciones en sus redes sociales que preocuparon a todos, fue declarada desaparecida. Todos temieron que se hubiera quitado la vida. La policía de Chicago la encontró un día después.
En agosto del 2017 publicó un video en su página de Facebook afirmando que tenía tres enfermedades mentales y se sentía sola después de perder la custodia de su hijo Shane, que en ese entonces tenía 13 años. Dijo que había querido suicidarse durante varios años y que sólo sus psiquiatras y su médico la mantenían con vida. Suplicó que alguien de su familia la cuidara.
O’Connor anunció en 2018 que se había convertido al Islam y que adoptaría el nombre de Shuhada’ Davitt, más tarde Shuhada Sadaqat, aunque continuó usando Sinéad O’Connor profesionalmente.
A principios del año paado, su hijo Shane de 17 años desapareció de la institución en la que estaba internado. Sinéad clamó por las redes sociales por su regreso, le pidió que no tomara ninguna determinación fatal. Pero el joven fue encontrado muerto unas horas después. Sinéad lo despidió con un sentido posteo y rogó a los jóvenes que siguieran su ejemplo, que buscaran ayuda. Al día siguiente, fue internada y medicada.
O’Connor tuvo cuatro hijos: Jake, con su primer marido, John Reynolds; Roisin, con John Waters; Shane, con Donal Lunny; y Yeshua Bonadio, con Frank Bonadio.