Opinión
Mérida clavó un clavadito en la frente de un huachito
Columna Políticamente Incorrecto
Dr. Santiago Alamilla Bazán
Hace unos pocos días circularon a nivel nacional imágenes de una persona parada en el auditorio de la Universidad del Mayab gritando consignas al candidato de morena-verde-PT a la alcaldía de Mérida, el clavadista Rommel Pacheco Marrufo. Esta situación resulta importante porque desnuda de una manera evidente, una serie de condiciones que dibujan la realidad de una campaña fallida de un candidato inexperto, ignorante de la política y de la administración pública, mal preparado para el proyecto que encabeza, y además arropado por un equipo novato que tiene sus propias negociaciones individuales, y al que le importa un bledo la suerte que tenga el ex deportista militar en las próximas elecciones.
Desde un inicio, la postulación de Pacheco Marrufo como abanderado de morena a insistencia del tres veces aspirante a la gubernatura, levantó muchas sospechas entre quienes analizan y entienden el tablero político de la entidad. La selección de Rommel era completamente equivocada debido al contexto en que se dio y a la madurez política de los yucatecos, en especial de los meridanos, quienes desde 1967 dieron clara muestra de saber vivir en un entorno democrático, hicieron valer sus votos y transitaron entre dos gobiernos, el estatal y el municipal, en pugna permanente pero con una vigilancia importante que incluso llevó a la cárcel a un Alcalde de Mérida, en los tiempos que la impunidad no era la marca de los políticos y su relación insana con el erario era castigada.
La postulación de Pacheco fue una jugada en el tablero de damas chinas de los estrategas de morena, al postularlo se aseguraban la derrota con lo que el corazón azul del moreno mayor podía mantener su relación con el grupo patricista del PAN al que nunca ha dejado de pertenecer, y la imagen farandulera del ex panista podría hacerle ganar unos cuantos votos en Mérida para abonar a su deseo de ser el gobernador de Yucatán.
Además de la debilidad y ductibilidad de Pacheco Marrufo, se sumó una configuración de un cabildo gris, desconocido y sin fuerza alguna en lo individual con lo que se garantizó que por ningún motivo esa campaña fuera a tomar fuerza, y que los regidores de minoría que salieran de la derrota planificada no fueran a representar un solo problema para la próxima alcaldesa panista. Sin embargo los cálculos de una estrategia de damas chinas sobre un tablero de ajedrez le están pasando la factura al candidato estatal.
La caída de la candidatura de Rommel tiene ya propociones geométricas perdiendo todos los días intención de voto, al grado tal que esa erosión afecta ya de manera significativa las aspiraciones del de San Felipe, recordemos que Mérida es la mitad del padrón de votantes de todo el estado, por lo que resulta muy importante para quien quiera ser gobernador cosechar la mayor cantidad posible de votos en la capital para que pueda entonces la suma final favorecerle en los resultados de la elección.
La gritería que se armó en la Mayab y la imagen de un Rommel parado confundido, callado y sin saber que hacer, volteando a ver a la moderadora suplicando que intervenga, deja en claro el abandono en el que han dejado a este muchacho quien desde el principio, para hacer una campaña digna y competitiva, requería de una cirugía mayor y un acompañamiento permanente para que se le apoyara y guiara en una campaña que a pesar de estar diseñada desde el principio para fracasar, pudiera al menos conseguir los votos necesarios para ayudar a Huachito en su tercer intento de ser gobernador, y además meter al cabildo meridano una buena cantidad de regidores que pudieran hacer contrapeso a la alcaldesa panista para que le apoyen al gobernador en su plan de gobierno para la capital; sin embargo lo que se hace mal difícilmente se corrige cuando la impotencia, incapacidad y soberbia se conjuntan dejando a un gran deportista que llenó de orgullo a los yucatecos en el pasado, como un ser incapaz, ridiculizado, insultado y disminuido, situaciones y condiciones que a mi parecer no merece, pero que hoy día hacen que su imagen sirva de trapeador en una contienda política en la que evidentemente no tiene la menor idea de qué hacer y que malamente ha sido abandonado por el “genial” equipo a la gubernatura, sin darse cuenta que cada intención de voto que pierde Rommel en Mérida, la pierde Huacho en Yucatán.
Por si fuera poco, una candidata a regidora que no tenía la más mínima oportunidad de ocupar una silla en el cabildo ya que es el número 14, es decir que ni ganando, ni perdiendo por un voto de diferencia podría sentarse en la sala de cabildos, hace una renuncia pública y esta acción testimonial es replicada por la prensa nacional para señalar nuevamente la debilidad y poco control que tiene el calvadista de su campaña. Si fuera consciente y no necesitara vivir del erario, su renuncia a la postulación sería una salida digna que en verdad metería en serios problemas a toda esta bola de “estrategas” que se burlan todos los días de él y que se regocijan del ridículo que hace cada jornada.
Su renuncia y regreso al PAN sería una salida digna para que pueda sobrellevar la larga vida que le quedará después del gobierno de Claudia Sheinbaum, ya que es muy joven, y sería un golpe del pundonor que se espera de un militar en activo y de alguien que ha demostrado tener los tamaños y el orgullo personal para representar a México y a Yucatán, pero que hoy es una caricatura, una botana como en el meme que circuló y que en verdad no se merece este trato.
La incapacidad del cuarto de guerra del PRIMOR está clavando al clavadista en la frente del candidato a gobernador arrastrándolo a una derrota donde tenía una victoria casi segura; pero al igual que en su declaración patrimonial, estas situaciónes de su candidato a la alcaldía, pues nada más no las ve, ni las registra.