Opinión
LE CONTINÚA CAYENDO LA NOCHE A HUACHO
Por Francisco Trubu/Sol Yucatán
La contra estrategia que está aplicando Joaquín Díaz Mena al sumar a su campaña a viejos priistas, cartuchos quemados que no tienen las mejores credenciales para sumarle votos, solo es una cortina de humo que pretende utilizar para distraer la atención de lo importante dentro de su campaña y son las acusaciones graves de corrupción que pesan en su contra y que no levanta su campaña por más que lo intenta.
Si algo más faltaba en la larga lista de corruptelas, ahora sale a relucir como lo publica Sol Yucatán, que hay un boquete en el programa estelar del gobierno de Andrés Manuel López Obrador, y es el de las becas Benito Juárez para que los estudiantes de bajos recursos puedan tener una ayuda mientras estudian.
El tema de la presunta corrupción y desfalco de las becas, involucra a más personas además de Joaquín Díaz Mena como el delegado y cabeza de la Secretaría del Bienestar en Yucatán, y son quienes lo acompañan en la búsqueda de la gubernatura.
¿Cómo hicieron el desfalco?
Duplicando el padrón de beneficiarios, no dando de baja a los estudiantes que dejan de estudiar y automáticamente pierden este beneficio social, tampoco dan de baja a estudiantes que se cambian del sistema público que es el contemplado para apoyar a los alumnos, al sistema privado y también de forma automática dejan de recibir los apoyos.
El padrón lo alteran fácilmente desde la misma estructura del gobierno en donde pueden “jinetear” por muchos meses e incluso de forma permanente la beca, al informarle al estudiante que realiza su trámite que todavía no ha sido dado de alta aun cuando ya esté en la lista de beneficiados y pueda cobrar la ayuda federal que asciende a mil 600 pesos cada dos meses.
El enriquecimiento escandaloso de Huacho ya fue motivo para que la diputada Alejandra Novelo, líder de la bancada de Morena en el Congreso Estatal, le exigiera públicamente que explique cómo es que se ha convertido en un hombre rico y ganadero, cuando el sueldo que tiene no le alcanza para eso, y desde luego que Díaz Mena no es un rico heredero de una familia de apellidos de abolengo que pueda justificar tantos millones de pesos como también en Sol Yucatán hemos dado cuenta de su despilfarro.
Huacho ya tiene señalamientos de rasurar el padrón de beneficiarios de apoyos para poder entregar esos apoyos a sus incondicionales, como el escándalo de Kanasín que todavía no culmina porque hay una investigación abierta y el dinero que tenía que llegar a personas afectadas por el Tren Maya, simplemente no llegó y en su lugar se lo dieron a quienes hoy están haciendo campaña a favor del candidato de Morena.
También tiene reclamos de pescadores que no recibieron la ayuda del gobierno federal, incluso protestaron, pero fue en vano su enojo, de todas maneras, no les dieron nada, porque ese dinero ya se lo habían dado a otra persona.
Al interior de la propia delegación también hay reclamos de trabajadores y extrabajadores que fueron maltratados por el entonces delegado y sus esbirros dentro de la dependencia, hay tráfico de influencias y las plazas disponibles se las acomodaron los allegados del hijo pródigo de San Felipe.
Todos estos casos están documentados y forman parte de un grueso expediente que provocará que Díaz Mena tenga que rendir cuentas en los próximos meses, cuando ya no esté en el gobierno Andrés Manuel López Obrador y quien lo sucederá seguramente, Claudia Sheinbaum no tiene buena relación con Huacho y seguramente será uno de los exfuncionarios de medio pelo del gobierno de la 4T que irán a dar a la cárcel por abusos y excesos.
Huacho lo sabe y por eso busca distractores de las causas legales que tiene encima y cree que sumando a viejos priistas como si fuera una receta de combatir al PRI con el PRI, le va a dar resultados en Yucatán.
Pero las cosas no le están saliendo y la noche le sigue cayendo encima al candidato de Morena.