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Espectáculos

LAS MANOS DE MAMÁ

Por Pedro F. Rivas Gutiérrez

Madre, tus manos son mi guía…
manos de brisa que trajeron calma,
manos de huracán, que fueron forja,
tus manos, remolinos de alegría,
manos de amor, manos de vida…
Manos que solas fueron medicina
curando males y sanando cuitas;
aquí llevan el agua y las pastillas,
allá cubren heridas con pomada,
a éste dan masajes en la espalda
y al otro elevan el alma caída…
Y con las manos, la voz:
Había una niña rica, sentada en la alameda,
comiendo una cocada, que parecía muy buena…
Inundando de paz la fresca hamaca
en medio del sopor del duermevela,
se mezcla cada noche la tonada
con el son de tus manos ocupadas…
tac, tac, suena el dedal con la madera,
jirín, jirín, la Singer pedalea
con su banda mil veces empatada,
sacándole milagros a la tela.
A tus frágiles manos que acarician
con la suave textura de la seda,
¿cuánto dolieron las puntadas gruesas
de aquella lona convertida en tienda
de campaña de excursiones y fiestas?…
Y con las manos, la voz:
Y vino un niño pobre, a decirle quedito:
—Dame de tu cocada, niña bonita, por favorcito…
Manos finas, delicadas, de artista,
que con trazo elegante dibujaban,
construían jardines, modelaban
y robaban al piano melodías.
Dueña y señora de las maravillas,
en el terreno —“que será la casa
cuando se pueda y Dios así lo quiera”—
descriptiva, tu mano de arquitecta
muestra un palacio donde sólo hay piedra;
ese palacio que aunque nunca fuera,
aún hoy lo pienso como si existiera…
Y con las manos, la voz:
—¿No me das? —No te doy
—¡Ándale! —No, que no…
Manos amorosas, siempre dispuestas
para ayudar a quien necesitara:
familia, los amigos, la “marchanta”,
el rico, el que estaba en la indigencia,
la comadre, el paisano, quien llegara,
sin distinguir nivel ni procedencia.
Manos que todo lo multiplicaban,
el espacio, la ropa, la comida.
Cual si mágico afán las impulsara
sacaban cosas de donde no había,
ponían remedios en donde faltaran,
daban, sin preguntar, a quien pedía…
Y con las manos, la voz:
…dame y te corto flores del corazón.
Madre, tus manos son mi guía…
manos de brisa que trajeron calma,
manos de huracán, que fueron forja,
tus manos, remolinos de alegría,
manos de amor, manos de vida.

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