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¡GOBERNADOR DE PAPEL!
*El 52.4%, no confía en el gobernador y su gestión, según una encuesta aplicada a los yucatecos.
*Es decir, hasta fuera de Yucatán, se percibe como un gobernador débil, desangelado y sobre todo sin un verdadero proyecto de gobierno.
El gobernador, Joaquín Díaz Mena, vive del engaño, sus asesores dirigidos por Dafne López Martínez y su directora de imagen y estrategia política, Gabriela López Gómez, lo tienen en una burbuja de engaño, donde le están haciendo creer que es un buen mandatario.
Sin embargo, ocurre todo lo contrario, analistas políticos, entrevistados por Sol Yucatán, aseguraron que en dos meses se terminó el enamoramiento entre el pueblo y su gobernador.
La credibilidad de que encabezará un gobierno de transformación se ha diluido como agua entre las manos en menos de dos meses.
Para ello basta con ver las políticas externas del gobierno federal donde decidió enfocar sus esfuerzos en otros gobiernos, donde aplicará mayores recursos.
El gobierno de Claudia Sheinbaum, se ha dado cuenta que, en realidad, quien gobierna Yucatán, no es el partido guinda, sino el viejo PRI, corrupto, que de seguro en seis años brincarán a un nuevo partido que sería el de la ex gobernadora Ivonne Ortega Pacheco, quien es su mariscal y quien se encuentra detrás del gobierno de Yucatán.
Por ello la reducción de recursos y dinero para los proyectos prioritarios del llamado “Renacimiento Maya”.
Apenas ayer se dio a conocer el ranking de gobernadores del país, donde el mandatario yucateco apareció en la décima posición, con el 54.3% de aprobación, muy lejos de los primeros que habían ocupado los dos últimos mandatarios.
Está reprobado en confianza, debido a que según, las encuestas aplicadas a los yucatecos, estos no confían en el gobernador, apenas el 47.6% de los entrevistados, dijo que confía en el mandatario yucateco y su gestión, mientras que el 52.4%, aseguró que no confía en el gobernador y su gestión.
Es decir, hasta fuera de Yucatán, se percibe como un gobernador débil, desangelado y sobre todo sin un verdadero proyecto de gobierno.
Su llegada a Palacio de Gobierno, se debió más al efecto de la “Sheinbaum manía”, lo que se está reflejando con sus malas decisiones, su falta de liderazgo político y un verdadero proyecto de gobierno.