ERROR DE CÁLCULO DE LOS MORENOS

POLÍTICAMENTE INCORRECTO

Santiago Alamilla Bazán/Sol Yucatán

Seis de cada diez yucatecos se pronuncian en desacuerdo con las postulaciones de personas que en el pasado reciente pertenecieron a otro partido político. Sin embargo, el caso de PRI y del PAN resulta interesante, ya que la estrategia que estos dos partidos antagónicos tuvieron, fue la de mantener sus siglas y sus colores, y aliarse electoralmente, y por esa razón, aunque a la población le hace un poco de ruido esta alianza, a casi 7 de cada diez personas le parece bien o no le importa que se hayan aliado, ya que consideran que el objetivo es evitar que morena y sus rémoras lleguen al poder en Yucatán.

La estrategia que ha seguido la coordinación de la cuarta te en Yucatán se basa en ofrecerle puestos a los priístas y panistas que no han tenido espacio en sus partidos o que han sido relegados, obviamente suman más los priístas ya que la formación política de sus cuadros es mucho más completa y la disciplina partidaria mejor entendida, lo que ha creado en los tomadores de decisiones de los morenos, el falso espejismo de lograr estructuras ya formadas, en donde no las tenían, ya que durante los últimos años sus acciones solamente se encaminaron al reparto de los programas asistenciales de la presidencia, y no a formar a sus cuadros, ni a estructurar a sus bases.

Yucatán ha sido desde siempre una entidad bipartidista, donde el PRI y el PAN se han dividido los votos casi a la mitad desde hace varias décadas; sus acuerdos, amarres y tratos en lo oscurito han sido entendidos y avalados de hecho por la ciudadanía yucateca, pero lo más importante, a pesar de que las cabezas y liderazgos se han fugado a morena por conveniencias, el 40 por ciento de los ciudadanos encuestados manifestó que siguen identificándose con el Revolucionario Institucional.

La situación se pone interesante en el juego de la estrategia de los dos bandos, PAN-PRI contra Morena, porque en el primer caso a pesar de que hoy los números marcan una ventaja indiscutible del PAN sobre el PRI, se respetó la dignidad del segundo que pasa un mal momento y se le reconoció su jerarquía en la distribución de las candidaturas y espacios, además de que aunque están postulando de manera coaligada, cada uno mantiene su identidad y su presencia, es decir buscan que quienes siempre han votado por el PAN y quienes siempre lo han hecho por el PRI lo sigan haciendo, y el mensaje de que solamente se unieron para combatir a morena que representa el oportunismo, la militarización, la corrupción y el narcotráfico, les está funcionando y cada día más personas compran esa idea y van definiendo el sentido de su voto. De hecho, la campaña de “identidad priísta” que articuló el PRI está rindiendo sus frutos porque se ha dirigido a la población, y es esa misma población, la que de verdad vota y que siempre lo ha hecho por el tricolor la que en las encuestas ha sacado ese orgullo y a pesar de todo se sigue manifestando priísta. El reto será que la campaña logre posicionar la idea de que esa unión es únicamente para evitar el mal mayor que significa morena.

Por el lado guinda, la estrategia ha sido más un juego de damas chinas sobre un tablero de ajedrez, y han marcado récord en complicar lo que estaba fácil. La decisión de incluir a los liderazgos del PRI que se han salido de su partido a cambio de candidaturas en morena ha tenido un efecto adverso en todos, desde el votante del PRI que ve traicionada su confianza, hasta el que pensaba hacerlo por morena, pero que ve que están reciclando cuadros que ya estaban casi en extinción por su trayectoria marcada por errores que les costaron no ser considerados como buenos cuadros en el PRI. La opinión de la gente es aplastante, mientras que para casi 7 de 10 ven la alianza del PRI y PAN como algo positivo o que no afecta en la postulación de candidaturas, del lado morenista, 6 de cada 10 rechazan a los chapulines que han sido inscritos por el partido del presidente.

Mérida debe ser un foco rojo en el panorama morenista, la designación de Rommel Pacheco tiene en contra a ocho de cada diez meridanos, los adjetivos que se escuchan en los grupos focales cuando se les presenta al diputado ex panista son negativos, predominando el de traidor e inexperto; incluso en un frenteo contra el joven candidato de MC, si ellos fueran los únicos dos candidatos, siete de cada diez elegirían a Gerardo Ocampo por sobre Pacheco Marrufo. Es un hecho que el clavadista es redituable como figura en el resto de la República, pero en su tierra genera más negativos que positivos. Además de esta serie de errores, morena decidió invisibilizar a los partidos aliados, desapareció por completo al PT que podía generar votos en Mérida, y decidió postular como regidora en una lejana posición, a la novia del comisionado que además de no ser militante de ese partido no le generó ni tres mil votos en la elección del 2021. El caso del Verde es interesante, porque a pesar de que algunos de sus cuadros están postulados por morena para regidurías o diputaciones locales, siguen trabajando de la mano con el actual ayuntamiento panista. Pareciera que el equipo coordinador de la cuatro te sigue más patricista que nunca, y el objetivo es perder y perfilar a la próxima alcaldesa meridana de lleno a la gubernatura en 2030, por ello dejaron de lado a Mariana Cruz y a Alpha Tavera, cartas muy fuertes para esa futura elección. Si el discurso PRI-PAN rinde frutos, de hacer notar que morena se llevó todo lo peor del PRI y a los traidores del PAN, y  que la identidad priísta sigue vigente, morena se enfrenta a una debacle extraordinaria. Error de cálculo, esperable entre un equipo donde las neuronas no tienen cabida.