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EDIFICIOS DE PAPEL
- En Yucatán, hay un riesgo potencial de que se sufra la misma suerte a la de Acapulco, debido a las construcciones indelebles de edificios verticales edificados a base de vidrio y muros durock.Corren el riesgo de sufrir severos daños en caso de la llegada de un huracán con gran potencial. En Mérida y la zona costera existen al menos 2 mil 500 construcciones de este tipo
- Muchas empresas constructoras optan por utilizar estos materiales debido a que se abaratan los costos de edificación, se ahorran tiempo de construcción y mano de obra.Una empresa se puede ahorrar entre un 30 y 35 por ciento de la inversión utilizando este tipo de materiales, en lugar de los convencionales
- Los reglamentos de construcción sólo solicitan memorias de cálculo de la estructura principal, pero no de la sujeción de estas estructuras ligeras, ni de los paneles solares que normalmente se colocan en las azoteas. Ni al gobierno ni al Ayuntamiento les interesa la seguridad y la manera como se realizan las nuevas construcciones de lujo en Mérida.
Redacción/Sol Yucatán
Yucatán corre el riesgo de sufrir una devastación similar a la que dejó el huracán “Otis”, tras su paso por Acapulco, en el estado de Guerrero, aseguró el ingeniero, investigador, especializado en meteorología, Juan Vázquez Montalvo.
El especialista de la Universidad Autónoma de Yucatán (Uady), indicó que en gran medida la devastación registrada en Acapulco se debió a las construcciones indelebles de edificios edificados a base de vidrio y muros durock.
Los inmuebles tras los vientos de más de 250 kilómetros por hora sucumbieron al poderío del huracán.
En Yucatán, hay un riesgo potencial de que se sufra la misma suerte a la de Acapulco, debido a que por su ubicación geográfica se encuentra en una zona de alto riesgo y la llegada de un meteoro con gran poderío, es alta.
Con el auge del crecimiento inmobiliario en Yucatán y la llegada de miles de personas de otras partes del país y del extranjero con alto poder adquisitivo se comenzaron a construir complejos habitacionales verticales, es decir, de más de tres niveles en la zona Norte de Mérida y la Costa yucateca.
Empresas constructoras de otras partes del país en especial de la Ciudad de México, Monterrey y del Estado de México, comenzaron a construir los complejos habitacionales de gran lujo, similares a los que se edifican en aquellas entidades, donde es bajo el riesgo de un huracán.
En especial en zonas como Montebello, Altabrisa, San Ramón Norte, Xcumpich, San Antonio Cucul, Santa Gertrudis Copó y en puertos como Progreso, Chelem, Telchac Puerto, Sisal y Celestún, donde se han construido edificios de élite.
Edificios como el “Orion” Towers, Hotel Camino Real, por solo mencionar algunos ejemplos corren el riesgo de sufrir severos daños en caso de la llegada de un huracán con gran potencial a la entidad y que impacte de manera directa a Mérida, esto debido a que gran parte de su construcción es de vidrio o muro durock.
Lo anterior debido a que, en Yucatán, estas empresas utilizan materiales similares a las que se utilizaron en las construcciones de Acapulco.
Es decir, en la entidad se está construyendo a base de un gran porcentaje de vidrio y de muros durock.
El ingeniero David Carrillo Tec, ingeniero con más de 20 años en el ramo de la construcción y ex presidente del Colegio de Ingenieros Civiles del Sureste, indicó que el empleo de materiales ligeros como durock y tablaroca como elementos estructurales, principales en los exteriores de locales comerciales y hoteles, es un reto a su funcionalidad, ya que estos materiales están hechos para ser usados como decoración y división de espacios en interiores, y no como elementos estructurales, debido a que no soportan climas extremos.
“Lo anterior refleja la falta de aplicación del reglamento de construcción de la zona en Acapulco”.
Para el caso de Yucatán sería conveniente revisar el empleo de estos materiales, en especial en los edificios verticales que cada vez están en auge en la ciudad con la llegada de miles de personas buscando la seguridad y tranquilidad que ofrece la entidad y que tanto presume el Gobierno.
El problema es que los reglamentos de construcción, tanto municipal como estatal, sólo solicitan memorias de cálculo de la estructura principal, pero no de la sujeción de estas estructuras ligeras, así como de los paneles solares que normalmente se colocan en las azoteas.
Es decir, ni al gobierno del estado, ni al Ayuntamiento les interesa la seguridad y la manera como se realizan las nuevas construcciones consideradas de lujo en Mérida.
El problema de esto, es que es imposible que soporten los fuertes vientos de un huracán de gran categoría y al desprenderse se vuelven proyectiles que pueden matar a personas o destruir otras construcciones.
Indicó que muchas empresas constructoras optan por utilizar estos materiales debido a que se abaratan los costos de edificación, se ahorran tiempo de construcción y mano de obra, que muchos empresarios buscan.
En general una empresa se puede ahorrar entre un 30 y 35 por ciento de la inversión utilizando este tipo de materiales, en lugar de los convencionales.
En Mérida y la zona costera se estima que al menos 2 mil 500 edificios, entre los que se encuentran hoteles, complejos residenciales, gimnasios, gasolineras, entre otros, están construidos con este tipo de material, los cuales son vulnerables a vientos extremos.
Vázquez Montalvo dijo que Yucatán está en una zona ciclónica por lo cual el riesgo de que un huracán impacte al territorio es latente y su riesgo de destrucción es alta.
En el 2002, Yucatán sufrió los embates del huracán Isidoro, el último fenómeno de gran poder que ha afectado a la entidad.
El meteoro llegó como categoría 3 en la escala Saffir Simpson con vientos superiores a los 200 kilómetros por hora, en ese entonces el gobernador, en turno, Patricio Patrón Laviada, declaró que el huracán generó pérdidas por 10 mil millones de pesos y 70 de los 106 municipios fueron declarados como zona de desastre.
Hace 21 años, cuando Isidoro llegó a Yucatán, no existían construcciones hechas a base de vidrios o muros Durock, como es el caso de ahora donde la mayoría de los nuevos complejos residenciales, gimnasios, gasolineras, entre otros inmuebles, están construidos con estos materiales indelebles, por lo cual ante la llegada de un huracán poderoso dejaría graves daños.
Vázquez Montalvo dijo lo que sería diferentes es la cifra de muertos, debido a que los yucatecos tienen una gran cultura de la prevención y respeto a los fenómenos naturales que se aprendió en 1988, cuando llegó a Yucatán el huracán “Gilberto”, considerado el huracán del siglo, el cual dejó una ola de destrucción y millones de pesos en pérdidas materiales.
“Ese día la mentalidad del yucateco cambió y hoy se les tiene un gran respeto a estos fenómenos, más no así con los nuevos edificios que construyen empresas que no son yucatecas, donde se edifican edificios indelebles”.