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AGONIZA PROGRESO CON IMPUESTO A CRUCEROS
Por Francisco Trubu
Sin turistas Progreso muere, pero no solo es Yucatán en el Caribe, el nuevo impuesto de 42 dólares por cada turista que llegue en un crucero le pegará muy duro a sitios que no tienen más ingresos que los turísticos como Mahahual y Cozumel en Quintana Roo, donde de por sí ya les cobran un impuesto local por pasajero.
Con la aprobación de 42 dólares más como impuesto para cada visitante que venga en los cruceros, el puerto yucateco ya no será atractivo para las líneas navieras, porque deben encarecer su costo a sus usuarios, y a cómo va el dólar el próximo año serán casi mil pesos extras que deben pagar por cada viajero, y si un barco trae a bordo a tres mil quinientos pasajeros en promedio, entonces pagará tres millones y medio de pesos que antes no pagaba, o en su defecto mucho más de 150 mil a 175 mil dólares en cada viaje que toque el puerto mexicano.
En la Cámara de diputados ya se aprobó este impuesto, supuestamente senadores de Morena de Quintana Roo, querían dar seis meses de gracia, es decir el primer semestre del 2025 para que entrara en vigor, sin embargo, todos sabemos que no tienen voz ni voto y se rigen por lo que les ordenan que tienen que levantar el dedo, son de adorno los senadores y les vale lo que aprueben aunque dañen a quienes los eligieron, son traidores con la ciudadanía, tan es así que ningún senador yucateco, y hay cuatro: Mauricio Vila, Verónica Camino, Rolando Zapata y Ramírez Marín, han defendido a los yucatecos de Progreso que sufrirán mucho en sus ingresos si dejan de llegar cruceros.
¿Y la diputada Jessica Saidén de Progreso además de obsequiar sonrisas, abrazar a Sheinbaum y llevar Cochinita pibil a la Cámara de Diputados qué hace?
¿Y Huacho? Peor tantito, a ese es al que menos le interesa lo que pasa con los yucatecos mientras él reciba su comisión prometida por el rey del moche Millet Encalada, que es el que manda en Yucatán, y ya lo vimos que le ordenó despedir a Cervera Hernández por cachetear a su empleado Dafne.
El sueño de que Progreso se amplíe y llegan más cruceros se convierte en una pesadilla.
¿Y Erik Rihani, alcalde de Progreso? Bien gracias, haciendo lo mismo que hacía como diputado hasta septiembre pasado, nada, obedeciendo órdenes de Mauricio Vila igual que los actuales diputados panistas que tampoco se han pronunciado en el Congreso local. ¿Para qué? Las cosas importantes no les interesan a los políticos yucatecos mientras haya cochinita pibil el domingo en la mañana y reciban sus sueldotes para gastar.
El golpe es para todo el país, también van a sufrir los de Quintana Roo, pero sus características son distintas, son más famosos y es probable que un crucero quiera absorber ese impuesto o se lo cobren a los turistas en un viaje más caro y lo paguen, pero Cozumel no es Progreso y los viajeros decidirán a dónde ir con los nuevos costos. En Quintana Roo los 42 dólares se suman a lo que ya pagan como contribución estatal. ¿Quién va a querer pagar más si pueden ir a donde no cobren ese impuesto?, la fiesta para los turistas está en el barco.
Ese dinero totalmente como medida recaudatoria, es para el gobierno federal que necesita tener recursos para todas sus becas y dinero que regala, y obviamente los ingresos actuales no son suficientes y tiene que buscar de dónde jala más dinero; por eso eliminó a todos los organismos e institutos que había porque significaban gastos, sus tareas las realizarán ahora con la gente que hay en las Secretarías, esa es la única razón de fondo.
Sin embargo, aunque para el gobierno federal es dinero, para lugares como Progreso significan vivir o morir. Lo mismo pasará en Mahahual y Cozumel en Quintana Roo sitios para los cuales los visitantes son su único ingreso, o en Ensenada en el Pacífico, un puerto pequeño similar al yucateco donde el turismo es su manera de vivir.
En Progreso el turismo y la pesca es lo único que mantiene a sus pobladores, no hay industria, no se produce nada y la gente no sabe hacer otra cosa que pasear turistas, vender cervezas y marquesitas en el malecón. En 2023 aunque disminuyó el número de cruceros de 99 a 68, llegaron más de 235 mil cruceristas; en este año se contemplaron un poco más de 100 arribos, incluso se han tenido días que hasta dos barcos llegan en un día como ocurrió apenas el 26 de noviembre que arribó el Islander con dos mil 100 turistas más 800 tripulantes y el Carnival Breeze con cuatro mil 747 viajeros y mil 370 tripulantes, sumando más de nueve mil personas en un solo día, dejando una derrama económica considerable.
Al año llegan a México 10 millones de visitantes en cruceros y actualmente dejan una derrama de 20 mil millones de pesos que se suma a los impuestos locales de puertos, se generan miles de empleos directos y sus consecuentes salarios; hay un promedio de tres mil 300 escalas de barcos en los diferentes puertos derramando dinero de manera indirecta en la población.
Con la implementación del nuevo impuesto es un hecho que las líneas ofrecerán otros destinos a sus pasajeros y al final todos van a perder. Seremos testigos en Progreso con la complicidad de Huacho, los diputados y los senadores yucatecos.