Mérida
GUERRA CONTRA EL EMPRESARIADO
* El incipiente gobierno de Joaquín Díaz Mena, prácticamente les declaró la guerra a los empresarios del ramo de la construcción, luego de que los excluyera del proyecto insignia del gobierno morenista, la edificación de Ciudad Ucú.
El incipiente gobierno de Joaquín Díaz Mena, prácticamente les declaró la guerra a los empresarios del ramo de la construcción en Yucatán, luego de que excluyera del proyecto que será insignia del gobierno morenista, como lo es la edificación de Ciudad Ucú.
Este proyecto contempla la construcción de miles de viviendas por parte del Infonavit y Conavi, es decir, con recursos de la federación.
La edificación de Ciudad Ucú, que fue presentada por el gobernador, como parte del plan “Renacimiento Maya”, no es más que el plan maestro de Ucú, que intentó edificar el gobierno de Ivonne Ortega Pacheco.
A pesar de que esta situación no se había informado, ni mucho menos solicitado la colaboración de la Cámara Nacional de la Industria de Desarrollo y Promoción de Vivienda (Canadevi).
Sergei López Cantón, delegado de la Cámara en Yucatán, aseguró que desconocía del proyecto del gobierno estatal sobre este mega desarrollo, debido a que no les solicitaron colaboración, ni les han notificado.
La exclusión es un claro mensaje de la guerra que se ha declarado a las empresas constructoras que pertenecen a la cámara empresarial, o al menos es como lo han tomado dueños de empresas constructoras.
De acuerdo con datos de la Cámara Mexicana de la Industria de la Construcción (CMIC) el ramo de la construcción significa una derrama de al menos 7 mil millones de pesos.
El año pasado la industria de la construcción significó 7 mil 800 millones de pesos, tan sólo en marzo se captó 832 millones de pesos.
Lo que queda claro es que la obra pública que generaría la edificación de Ciudad Ucú, ya está asignada a un grupo selecto ligados a la corrupción, como a las empresas de Mario Millet Encalada o Pedro Espadas Cervantes.
Asimismo, es un castigo para los desarrolladores que no cooperaron con recursos económicos para la campaña de Díaz Mena y se inclinaron hacia Renán Barrera Conch. El mismo Alberto del Rio Leal, uno de los operadores financieros, advirtió en la campaña a los empresarios que luego no se acercaran a pedir favores.