Policía
YUCATÁN NO ESTÁ EXENTO DE LINCHAMIENTO
SE DESCONOCE SI LAS AUTORIDADES TIENEN PROTOCOLO DE RESCATE
Por Claudia V. Arriaga Durán.
El feminicidio y secuestro de Camila de ocho años de edad en Taxco, Guerrero resultó en el linchamiento de tres de los presuntos responsables: Ana Rosa Díaz Aguilar, quien falleció por los golpes y dos jóvenes que sobrevivieron a la horda de gente.
La justicia por mano propia en México es uno de los síntomas de la impunidad y el hartazgo social. Y Yucatán no está exento de linchamientos y sus intentos. En cifras, según el informe de Impunidad Cero, la entidad está en el lugar número cinco en el desempeño de la Fiscalía General del Estado (FGE) de Yucatán, pero no es suficiente para ganar la confianza ciudadana.
Un ejemplo, ocurrió el 9 de enero de este año, cuando las y los habitantes del municipio de Sudzal presuntamente intentaron linchar a “Kinsa Dog”, una persona de origen estadounidense que cometió actos de crueldad animal. Hartos de que las denuncias -interpuestas en FGE- no avanzaran y que, además, era agresivo con las mujeres lo enfrentaron.
La policía municipal intervino y lo rescató. Lo subió a una patrulla para asegurarlo y alejarlo de los golpes. En contra de “Kinsa Dog” existen al menos cinco acusaciones de envenenar perros, aves y gatos.
Del 2016-2022 se registraron mil 423 casos en la modalidad de linchamiento y 196 en grado de tentativa, para un total de mil 619 en el país, esto de acuerdo a datos recabados en un artículo acerca de los linchamientos (y el vigilantismo): reflexiones sobre la violencia en México; que fue publicado de la revista El cotidiano de la División de Ciencias Sociales y Humanidades de la Unidad Azcapotzalco
No existe un registro por estado a nivel nacional de cuántos linchamientos ocurrieron en Yucatán. Lo que es un hecho es que no está aislado de las hordas de violencia.
Para María Ravelo, la mamá de José Eduardo Ravelo Echavarría, “El Güero”, quien a partir del asesinato de su hijo a manos de la policía municipal de Mérida se volvió defensora de derechos humanos contra el abuso de autoridad, la justicia por mano propia no es una opción.
“No estoy de acuerdo en los linchamientos. No hay peor castigo que la cárcel, pues si mueren ya se liberan del castigo. Siempre será mejor que purguen la condena. No imagino a las personas encerradas sin libertad, creo no hay peor castigo”, declaró en entrevista.
María sigue luchando en contra de la impunidad. La muerte de las personas responsables de delitos insistió en que no es justicia.
“Yo sigo buscando justicia por el asesinato de mi hijo, quiero tener la seguridad de que sí habrá justicia. Que se hagan las cosas bien y no paguen inocentes”, expresó.
Ladrones y automovilistas ocasionan conatos de linchamientos
El 1 de enero de 2018, un automovilista en estado de ebriedad atropelló a un menor de ocho años en el fraccionamiento Héroes en Mérida, la respuesta de las y los vecinos fue la detención a la fuerza cuando intentó huir. Lo retuvieron hasta que llegó la policía. Se procedió al arresto del sujeto en medio de golpes y reclamos por sus acciones.
El menor quedó fuertemente lesionado por el impacto, motivo por el que días después, realizaron una protesta para exigir seguridad y justicia.
LINCHAMIENTO ZAPATA SUR
En abril de ese mismo año, vecinos de la colonia Emiliano Zapata Sur amarraron a un hombre a un poste, presuntamente, participó en un homicidio en la zona. El linchamiento ocurrió porque fueron liberados 48 horas después de que los arrestaron.
En marzo de ese mismo año vecinos de la Colonia Leona Vicario intentaron quemar vivo a un presunto ladrón, quien fue sorprendido en flagrancia robando una casa.
La policía de los municipios tampoco se libra. En mayo del 2018, elementos de la corporación del Ayuntamiento de Teabo estuvieron a punto de ser linchados. Los acusaron de asesinar arrestar y asesinar a José Gabriel Caamal May en la cárcel pública
Según la versión oficial, Caamal May se ahorcó con su ropa interior, pero su familia y amistades aseguraron que los policías lo asesinaron a golpes.
En septiembre un hombre que fue sorprendido robando una bicicleta en ciudad Caucel estuvo a punto de ser linchado. Los vecinos lo detuvieron. La misma escena se repitió en el mismo fraccionamiento de Mérida en 2021. Óscar A.B.S., de 30 años de edad intentó robar un aire acondicionado.
En el 2023, pobladores de la comisaría Chan Cenote en Tizimín lincharon a cinco hermanos, quienes alcoholizados agredían a las personas. Al lugar acudió un convoy de la policía estatal para negociar la liberación de los hombres.
Para personas que defienden los derechos humanos, la respuesta a las inacciones de las autoridades no justifica las agresiones o linchamientos a los presuntos responsables. Nada, ni nadie está por encima de las leyes.
“Es lamentable todo lo que pasó. Lo de la niña y lo de la presunta responsable. Todos debemos tener derecho a acceder a la justicia; tanto la familia de la víctima como los presuntos delincuentes”, declaró Stephanya Gual, quien trabaja en la erradicación de la violencia de género.
Y en Ticul, en junio de 2023, intentaron linchar al conductor de un vehículo que causo un accidente. Aunque el saldo fueron solo daños materiales. En ese mismo municipio meses antes detuvieron y desnudaron a un presunto ladrón de leña. Acción que fue calificada por la autoridad como un linchamiento.
Al menos según el recuento que se realizó del 2018 a la fecha ocurrieron nueve linchamientos en Yucatán. Es importante reiterar que no existe una estadística oficial, ni se ha informado si las autoridades cuentan con algún protocolo de rescate