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Un juzgado Federal ordena suspender la construcción de una granja avícola de Bachoco en Peto

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-Autoridades federales, estatales y municipales deberán cumplir con la medida de manera inmediata.

-La decisión judicial se dicta en un amparo promovido por violación al derecho al consentimiento libre, previo e informado de la comunidades mayas de Peto y aledañas, susceptibles de ser afectadas.

-Las granjas avícolas generan daños irreversibles al medio ambiente y la salud por la filtración de aguas residuales a los mantos acuíferos y la Laguna de Chichankanab.

PETO, Yucatán.- La jueza Quinto de Distrito en Yucatán ordenó la suspensión temporal de las obras de construcción de la granja avícola Akutzá, de la empresa Bachoco, que actualmente se desarrollan en inmediaciones del municipio de Peto.

La decisión fue dictada como medida provisional en un juicio de amparo promovido por una mujer defensora ambiental maya, con el acompañamiento de la organización Proyecto de Derechos Económicos, Sociales y Culturales (ProDESC), por violaciones al derecho al consentimiento libre, previo e informado de las comunidades potencialmente afectadas por el proyecto de granja avícola.

El Juzgado Quinto de Distrito admitió la demanda de amparo y ordenó, entre otros, al Municipio de Peto y a la Secretaría de Desarrollo Sustentable del Estado de Yucatán, vigilar que no se realicen construcciones o trabajos de cualquier índole relacionados con la granja avícola, propiedad de la empresa Bachoco.

El Coordinador del área de Justicia Transnacional de ProDESC, Juan Antonio López, señaló que “la demanda de amparo fue promovida por la omisión de las autoridades competentes de consultar y obtener el consentimiento libre, previo e informado de la comunidad indígena Maya de Peto y otras comunidades mayas y ejidos aledaños, respecto de la referida granja, violando con ello su derecho a decidir sobre su construcción y operación y a conocer los impactos ambientales de dicho proyecto”.

En su resolución, la jueza de Distrito razona que existen indicios de daño inminente e irreparable a las comunidades indígena mayas, en relación con los derechos a la salud, a un medio ambiente sano y, en especial, a ser consultados de manera libre e informada y previa a los actos emitidos por las referidas autoridades.

La relevancia de la resolución que otorga la suspensión, señala el asesor legal, radica en que, “además de la protección a las comunidades indígenas, se sustenta en los mejores estándares de protección al medio ambiente, pues identifica a la naturaleza como un bien jurídico autónomo que debe ser protegido por su importancia para todo ser vivo, no solo para el ser humano”.

Así también, subrayó que realiza una aplicación de los principios de precaución e in dubio pro natura, que se traducen en que el Estado Mexicano debe adoptar todas las medidas necesarias para evitar o mitigar el riesgo al medio ambiente, aun ante la duda de que una actividad pueda conllevarlo, y que en cualquier caso debe prevalecer siempre la interpretación que favorezca la conservación del medio ambiente.

Tanto la persona promovente como las diversas comunidades mayas y ejidos colindantes al sitio donde se construye la granja avícola, tanto de Yucatán como de Quintana Roo, desconocen los impactos ambientales y a la salud por dicho proyecto, pues ninguna autoridad se acercó a proporcionales información ni a consultarlos. Sin embargo, temen fundadamente que la granja contamine fácilmente las tierras, el subsuelo, el agua y los mantos acuíferos que emplean para consumo humano y actividades agrícolas, al ubicarse en suelos altamente permeables a la filtración de aguas residuales, materia orgánica y desechos que tal proyecto generará.

Las corrientes superficiales de agua pluvial que recargan el acuífero Cerros y Valles, el cual se localiza debajo del polígono de ubicación del proyecto, fluyen hacia la Laguna Chichankanab (en el colindante estado de Quintana Roo), el cuerpo de agua dulce interior más grande de la Península de Yucatán, declarado Sitio Ramsar por la UNESCO en 2004 y que cuenta con gran diversidad de flora y fauna, incluyendo especies endémicas. Una de las 6 granjas que componen el proyecto se encuentra a menos de 800 metros de la corriente que conduce los escurrimientos a la Laguna.

La granja Akutzá consiste en un proyecto de producción de huevo incubable en una superficie de 299.9 hectáreas, ubicadas en el tablaje “Akutzá”, en el municipio de Peto, Yucatán, colindante con el Estado de Quintana Roo. Hasta el momento, los trabajos de construcción ya habían iniciado.

ProDESC, la persona promovente, las personas defensoras ambientales de Peto y los ejidos y comunidades colindantes a la Laguna de Chichankanab, saludan y reconocen la decisión del Juzgado Quinto de Distrito en el Estado de Yucatán, por garantizar la efectiva protección de los derechos de las comunidades indígenas mayas, así como al medio ambiente sano, frente a omisiones por parte de las autoridades municipales y estatales.

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