SOBRE EL OCHOVARIO Y EL PIB

Por José Iván Borges Castillo
-Tradiciones de Yucatán-

La conmemoración anual de finados tiene por cada región, pueblo y familia donde se ejecuta, especiales particularidades y pormenores que la hacen variar y nutren su riqueza tradicional.

En la región de Izamal, Mérida y los pueblos de la llamada región costa, es común que el pib o pibipollo, o también llamado Mucbipollos, tenga presencia en el altar cualquier día de los iniciales como son 31 de octubre o 1 y 2 de noviembre, junto al de colocar comidas especiales, como al mediodía el almuerzo que fue presidido de los desayunos de pan y chocolate en la mañana. Varias familias de esta región hacen pibes, en plural, en cualquier día del mes de noviembre, pues se considera que las ánimas permanecen durante todo el dicho mes.

El ochovario o bix se distingue porque el día siete de noviembre está dedicado a las ánimas chicas, o a las ánimas de los niños y el día 8 está dedicado a las ánimas de los adultos y es cuando tiene cabida la elaboración del Pib en algunos pueblos, en especial en las regiones sur y oriente del Estado.

En la ciudad de Mérida y los alrededores es tradición hacer los pibes en los primeros días de finados, como ya dije anteriormente el 31 o 1 y 2 de noviembre. En las crónicas del siglo XIX, como el periódico La Burla y especialmente Manuel Barbachano y Tarrazo refieren que, en esta celebración del día de todos los santos, que es el 1 de noviembre, todos comían “mucbipollos”.

En otros pueblos de Yucatán, en especial los del sur y oriente, así como en la región maya de Quintana Roo, tiene cabida la celebración del ochovario, que es cuando es general la realización y ofrenda de pib, esto en conmemoración de los ocho días de que llegaron las ánimas, es probable que exista una relación entre los ritos de la muerte practicados entre los yucatecos, que efectúan una comida y rezos a los ocho días del fallecimiento de una persona. El ochovario de un fallecimiento está lleno de significados y creencias, que parece semejante al que tiene lugar en noviembre.
Resta decir que toda ofrenda tiene que ir caliente al altar, para que las ánimas tomen la santa gracia, el óol en maya. Sobre esto apunta el doctor Lazaro Tuz Chi: “Cuando ofrece los alimentos en sus rituales pueden ver como los alimentos son recibidos por los dioses a través del vapor que desprendes, Se dice que los vapores que surgen de los alimentos calientes son la “santo gracia”, y cuando el alimento se enfría se dice que se ha tomado ya la gracia, y hasta el alimento colocado en el altar cambia de sabor.

De suma importancia es hacer oración de entrega de los alimentos, que lo puede realizar la dueña de la casa el abuelo, o una rezadora que debe ejecutar sus rezos de rosario cantado apenas se ponga la ofrenda en el altar.

La celebración del ochovario es una más celebración establecida en finados, en algunos pueblos tambien se llama el “El bix”, porque según una de las creeencias más antiguas las ánimas en su mayoría se van hoy, siendo definitivo el último día del mes en el llamado “Bis Mes” en que las ánimas restantes terminan de marcharse de su visita anual.
En tanto en los pueblos de la región como Izamal y Mérida el ochovario no es una conmemoración arraigada, aquí continuando la creencia que las ánimas continúan durante todo el mes por lo que cualquier fecha puede ser propicia para hacer pibes o poner las ofrendas. Será hasta el 30 de noviembre cuando ocurra el “Bis mes” que es la despedida de las ánimas.

Texto de José Iván Borges Castillo.

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