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¡ROBO DEL SIGLO!

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FAMILIARES DE LA ESPOSA DE VILA, ENTRE LOS BENEFICIADOS

*Empresarios yucatecos, en contubernio con autoridades ejidales y Mauricio Vila se adueñaron al estilo de la mafia de 2 mil 600 hectáreas de tierras en el ejido de Hunucmá, una de las zonas con mayor crecimiento industrial e inmobiliario.

*Los empresarios beneficiados con esta operación son Abraham Hadad Trujillo, Miguel Ángel Ricalde Juré, Jorge Eduardo Kuri Chapur y Carlos Enrique Abraham Goff, quienes fungieron como representantes de la empresa Bachoco.
*Manuel Jesús May Cuxim y Víctor Manuel Canul Gómez, comisarios ejidales son acusados de haberle regalado por 42 millones de pesos las tierras a estos empresarios y especuladores de tierras, que hoy valen más de mil 300 millones de pesos.

Ejidatarios de Hunucmá denunciaron que la empresa Bachoco, con protección de las autoridades ejidales y del Gobierno del Estado, ya se ha apoderado de 2 mil hectáreas de tierras ejidales.

El robo de las tierras se realizó en contubernio con los comisarios ejidales Manuel Jesús May Cuxim y Víctor Manuel Canul Gómez.
Para adueñarse de las tierras y hacerlo pasar como legal, utilizaron firmas de asambleas ejidales pasadas, en el padrón de firmantes, incluso aparecen nombres de ejidatarios ya fallecidos.

De acuerdo con documentos en poder de Sol Yucatán, los empresarios beneficiados con esta operación son Abraham Hadad Trujillo, Miguel Ángel Ricalde Juré, Jorge Eduardo Kuri Chapur y Carlos Enrique Abraham Goff, quienes fungieron como representantes de la empresa avícola.
Al menos dos de estos están vinculados con la mafia inmobiliaria.

Los excomisarios habrían utilizado firmas de una asamblea donde se le pagó 500 pesos de un remanente por la venta de tierras.
El 2 de mayo de 2013 se celebró una asamblea ejidal en la que se aprobaron dos contratos de afectación de unas 2,652 hectáreas de tierras que habrían sido dadas en usufructo en el último año de la administración de May Cuxim y que continuaron Canul Gómez.

Según los datos proporcionados, en total se otorgaron en uso usufructo ocho polígonos de tierras.

El primero corresponde a seis polígonos del ejido de Hunucmá, a favor de los empresarios Abraham Hadad Trujillo, Miguel Ángel Ricalde Jure y Carlos Enrique Abraham Goff, por 15 millones.

El segundo fue por seis polígonos del ejido de Hunucmá, a favor de Hadad Trujillo, Ricalde Jure, Abraham Goff y Jorge Eduardo Kuri Chapur, por 27 millones.
El tiempo es por un lapso de 30 años, luego las tierras regresarían al ejido.
Por estos usufructos, May Cuxim habría recibido la suma de 42 millones de pesos, de los cuales los ejidatarios afectados no vieron un solo peso, ese dinero se lo habrían repartido entre los integrantes del comisariado ejidal, su asesor y un exfuncionario de la Fiscalía General del Estado en la administración de Ivonne Ortega.
Sin embargo, los contratos no les daba el derecho a adueñarse de ellos, sino más bien eran para explotación.
No obstante, ellos se adueñaron de las tierras en contubernio con las autoridades ejidales, esto ante el crecimiento inmobiliario en la zona que elevó de manera exponencial el valor de la tierra.
Hace unos años comenzaron a notar que se comenzaron a cerrar caminos, a colocar alambrado y se colocaron letreros de propiedad privada.
Al indagar se dieron cuenta de que estos empresarios junto con Bachoco, se habían adueñado de las tierras, que, en el 2013, se las había dado en usufructo.
En su momento se le notificó del problema al Gobierno del Estado, por medio de su departamento de Asuntos Agrarios, que estaba obligado a intervenir ante la magnitud del fraude que se cometió en agravio de cientos de ejidatarios de Hunucmá, sin embargo, el gobernador hizo caso omiso a lo largo de su administración.
El problema es que Mauricio Vila Dosal hizo caso omiso, debido a que tenía conflictos de interés.
Familiares de su esposa, María Eugenia Ortiz Abraham, son beneficiados de esa transacción y cuentan con grandes extensiones de tierras en el ejido, además es sabido que Ricalde Juré es especulador de tierras y uno de sus patrones, es precisamente Vila Dosal.
Hace unos meses se percataron de que empresas del ramo inmobiliario están ofreciendo las tierras, cuyo precio se encuentra en 500 mil pesos la hectárea, es decir, estaríamos hablando que el valor de las 2 mil 600 hectáreas por las que pagaron 42 millones de pesos, hoy cuesta mil 300 millones de pesos.
Es decir, en 11 años su valor se incrementó 31 veces, lo que resulta un multimillonario negocio.
Los propios ejidatarios han emprendido una lucha legal para tratar de recuperar las tierras, sin embargo, se han topado con pared tanto en el Gobierno del Estado como el Tribunal Unitario Agrario.
La defensa de la tierra ha generado tensión en el municipio y algunas confrontaciones, debido a que en los polígonos existen parcelas productivas, cuyos propietarios no están dispuestos a cederlas.
El crecimiento de la zona industrial se enfoca hacia ese lugar, por lo cual el valor de las tierras seguiría incrementándose, lo que significaría el robo del siglo en agravio de los campesinos.

Jorge Eduardo Kuri Chapur

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