¡RENUNCIE BACHILLER LIBORIO VIDAL!

*Mediante una investigación se ha podido averiguar que Liborio Vidal gasta aproximadamente en una de sus giras más de 145 mil pesos facturados a la Secretaría de Educación

Redacción/Sol Yucatán

Hay suficientes elementos para que renuncie el secretario de la SEGEY, Liborio Vidal Aguilar: red de corrupción y ventas de plazas, desvío de recursos para sus giras proselitistas, por violar la Constitución con campañas anticipadas para promover su imagen y obligar a trabajadores no sólo de la dependencia, sino también de los municipios, como el sonado caso de Tixkokob, para asistir a sus eventos.

No hay que olvidar que el primer acto de CORRUPCION es aceptar un cargo público por el cuál no se está preparado, como es el caso de Liborio que sólo tiene preparatoria, cuando hay maestros con doctorados y maestrías para estar al frente de la SEGEY

Si tuviera un poco de decoro y ética el bachiller debe renunciar al cargo para dedicarse a su campaña anticipada. ¿Qué se puede esperar de un político traidor que quiere ser gobernador y viola con total impunidad la Constitución?
Mientras que el amigo Libo gasta miles y miles de pesos del sector educativo en sus giras para apantallar que él es el indicado para gobernar Yucatán, este dinero se puede utilizar en las escuelas del Estado, ya que se sabe que sólo en Valladolid tiene más de 300 solicitudes de escuelas pidiendo algún tipo de apoyo valiéndole a el m…Otro motivo para renunciar.

Mediante una investigación se ha podido averiguar que Liborio Vidal gasta aproximadamente en una de sus giras más de 145 mil pesos facturados a la Secretaría de Educación. Más motivos para renunciar.

Ya urge acabar con la corrupción en la SEGEY, ya que de este modo se procuraría lo que nunca se ha logrado que es elevar la calidad educativa en Yucatán.

La dependencia nunca debe servir para pago de cuotas políticas, ya se va en detrimento de la educación de la niñez en Yucatán. Esto no lo entiende Liborio, pues por sus venas no corre sangre de maestro.

La corrupción ha alcanzado todas las esferas de la administración pública y sindical en el Estado, ya que la SEGEY ha sido usado como trampolín para buscar nuevos cargos políticos.
Hay una administración muy corrupta que pretende continuar con más de lo mismo en la búsqueda de la gubernatura de un traidor que nunca ha servido para desempeñar eficazmente una labor, más con la corrupción desatada ahora en la asignación irregular de plazas laborales, ascensos de categoría, cambios geográficos a modo, etc., con el único fin de usar a la educación y a la institución educativa a sus intereses personales y de grupo político, sin tomar en cuenta la necesidad de lograr un desarrollo educativo acorde con las necesidades en materia educativa que la niñez requiere.

La Secretaría de Educación del Estado está volcada a campañear a favor de Liborio, sin importar que para ello hagan gastos incontrolables e innecesarios, como unas cartas de felicitación por concluir el curso que se entregaron a estudiantes de todos los niveles educativos.

Padres de familia, cuyos hijos recibieron estas cartas, que firma Liborio Vidal, dijeron que son una burla ante la desatención a los problemas que hay en las escuelas de Yucatán, como falta de maestros, cierres arbitrarios de escuelas y abusos por parte de docentes que se sienten intocables porque son protegidos del titular de la Segey.
Un caso viral por estos días es el que ocurrió en el kínder “Octavio Paz” de la colonia Cuauhtémoc de Kanasín, donde la directora y las maestras les negaron el paso a la ceremonia de fin de cursos a los niños que no fueron con traje de gala.

Este grave caso de discriminación ocurre porque el secretario de Educación destina más tiempo en hacer proselitismo que en atender las verdaderas necesidades de las escuelas.

Los padres aseguran que con esta actitud de Liborio Vidal las palabras que plasma en sus cartas suenan huecas, y lejos de una felicitación suenan como el rollo de un mal político que usa su puesto y los recursos públicos a su cargo para posicionar su imagen en busca de otro puesto. Suficiente para renunciar