¿PREMIO A LA TRAICIÓN Y AL CHAPULINEO?

Por Roger Antonio González Herrera

En el año 2007 Silvia López Escoffie renunció al PAN para seguir a Ana Rosa Payán Cervera en su aventura política y ambas se postularon por el Partido del Trabajo como candidatas a la alcaldía de Mérida y a la gubernatura de Yucatán, respectivamente. 

Obviamente, los votos no les alcanzaron para ganar, pero lograron restarle importante cantidad de sufragios al panismo en la ciudad de Mérida.

En consecuencia, Xavier Abreu Sierra, quien compitió ese año por la gubernatura de Yucatán, postulado por el PAN, perdió ante la priísta Ivonne Ortega Pacheco.

La alcaldía la ganó el panista César Bojórquez Zapata por 1,502 votos de diferencia. El PAN estuvo a punto de perder la “Joya de la Corona” ante el priísta Adolfo Peniche Pérez.

Silvia López, quien fue postulada a la alcaldía por el PT y por el Partido Convergencia (hoy MC), quedó en un lejano tercer lugar, pero pudo arrebatarle más de 20 mil votos a Acción Nacional en Mérida.

Tanto Ana Rosa Payán como Silvia López lograron concretar su maldad contra el PAN y descarrilar la candidatura de Xavier, no tuvieron altura de miras, ni privilegiaron el bien común, pues colaboraron indirectamente para que asuma la gubernatura el grupo político más corrupto de la historia yucateca, encabezado por la dzemuleña Ivonne Ortega. 

Con su traición al PAN y para satisfacer su sed de venganza le causaron un daño tremendo a todos los yucatecos, porque Ivón Ortega Pacheco fue una pésima gobernadora que se dedicó a poner primeras piedras y encabezó un gobierno frívolo y que endeudó enormemente al Estado.

Ana Rosa Payán Cervera recibió un cargo de premio en la administración ivonnista, relacionado con la transparencia, y hoy, tanto ella como Silvia López, se presentan como campeonas de la democracia, de la transparencia y de la lucha de las mujeres por sus derechos. Lo cual dista de ser realidad, porque ellas inauguraron el chapulineo político al brincar de partido en partido para satisfacer sus intereses personales.

Recientemente, Silvia López Escoffie recibió la medalla “Rosa Torre González” de parte de la comuna de Mérida, se dice, como un reconocimiento a su trayectoria “en el ámbito profesional, el servicio público y en defensa de los derechos de las mujeres”.

Grave error que un grupo mayoritario de regidores panistas premie a quien antes traicionó al PAN, si así vamos, entonces, ¿la traición ya no será un pecado, ni un error, sino que será visto como una virtud?

Carlos Castillo Peraza dijo una vez: “cuando un gobierno quiere acabar con un pueblo, lo primero que hace es falsificar la historia, porque sin memoria común no hay pueblo, se disuelve.

¿Qué opinarán los militantes panistas de Mérida de semejante premio a una persona tan polémica y cuestionada y de escasos resultados en su trayectoria política?

Por otra parte, ¿por qué politizar un premio que se pretende marque un precedente en la defensa de los derechos de las mujeres? 

Estoy seguro que, en Yucatán, hay muchas mujeres con más merecimientos y logros a favor del bien común y que han abierto espacios a las mujeres con su esfuerzo propio y no con grillas partidarias.