Mérida

Oferta Política Tras el 2024

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Por Alejadro Ruz

Las pasiones democráticas se desatan en el estado; el síndrome de la corcholata, sumamente contagioso, ya afectó a varios políticos y funcionarios que aspiran a ocupar la poltrona de la 61 y el Ayuntamiento de Mérida.

Y así tenemos a quienes se han destapado sin esperar los tiempos electorales y sin que el INE, ocupado en atacar y defenderse de las intenciones del presidente Andrés Manuel López Obrador, fije las reglas.
Aparece en escena un abogado que ha vivido y se ha enriquecido con los recursos del erario, Jorge Carlos “El Gordito” Ramírez Marín que, en su afán por llegar a Palacio, está en busca de alianzas con el PRD y el PT.

A pesar de un Francisco Torres, cuyo carisma desapareció “ipso facto” sin el apoyo de su “madrina” Ivonne Aracely Ortega Pacheco, y sin competencia al interior del ya desprestigiado y disminuido Revolucionario Institucional, “El Gordito” Marín no tiene las de ganar.

Pesan en su contra algunas acusaciones filtradas a los medios.

Y si bien es cierto que debería aclarar muchos temas de los que se le imputan, sus “amarres” políticos lo protegen hasta cierto punto y en buena medida.

Algunos señalan que, a su paso por la Secretaría de Desarrollo Agrario, Territorial y Urbano (Sedatu) incrementó considerablemente su patrimonio y se apropió de muchos terrenos agrícolas, urbanos y turísticos, vía la extorsión y el chantaje.
Abandonó su casita de interés social y adquirió una mansión en la colonia Campestre, así como un pequeño ranchito en el Motul de Felipe Carrillo Puerto, con una extensión de más de un centenar de hectáreas.
Eso sin contar con su casita de playa en una zona costera de alta plusvalía, porque su lujoso departamento en la bien cotizada zona de Polanco de la Ciudad de México fue pagado con recursos del erario por representarnos, aunque a su paso por el Congreso solo legisló para algunos grupos y no para el pueblo que supuestamente lo eligió en una “democracia fallida”.
En Morena tampoco pintan bien las cosas; tenemos a un “ciudadano de tiempo completo”, Angel Alonzo Xacur, o como se promocionaba, “Angelito”.
Egresado del Instituto Tecnológico de Mérida como licenciado en Administración y afín, en su momento, a Rogerio Castro, su paso por el Infonavit dejó mucho que desear.
De su trabajo político sólo se sabe que fue vicecoordinador de la campaña de Fernando Xacur García por Morena en Mérida.
Angelito va en declive, ni pinta ni da color y se seguirá viendo, como lo dijo en una entrevista para Hechos del Sureste, sólo como un candidato. ¿Será que no aspira a llegar a la casona de la 61?
Por el Verde primero hizo un intento de auto destaparse, la émulo de la coahuilense Carmen Salinas Lozano, la ex alcaldesa de Tekax y hasta hoy flamante diputada de la LXV Legislatura, Consuelo del Carmen Navarrete Navarro, quien, a pesar de sólo haber estudiado hasta la secundaria, demostró ser un buen peón en el ajedrez político.
Uno de sus “méritos” es haber sido la candidata de la coalición Partido Verde, Morena y PT por el V Distrito Federal.
No obstante, casi al mismo tiempo saltó a la palestra el también diputado Mario Xavier Peraza Ramírez, pariente político de Jorge Emilio González Martínez, ”El Niño Verde”, quien con su lema “En Yucatán todas las voces suman”, intenta acallar las voces que lo acusan de despojos territoriales.
Por su parte, aunque parece que Movimiento Ciudadano está en espera de los tiempos político-electorales, bien podría dar el susto, y la nota, pues Ivonne Ortega Pacheco algo prepara en lo oscurito que pondría en “jaque” a muchos suspirantes.
Dada su cercanía con un delegado federal, éste podría ser candidateado por la gubernatura, y, de ser así, Boni tendría asegurada una senaduría.
En Acción Nacional las cosas no son “miel sobre hojuelas”.
Y mientras tanto, la campaña desde la Comuna meridana que parecía llevaría a Renán Alberto Barrera Concha a la gubernatura, se viene a pique.
A pesar de que en su momento los meridanos vieron con buenos ojos la repavimentación de las calles, no faltó quien cuestionara el por qué, de la noche a la mañana, se haya dedicado a repavimentar calles en tiempos preelectorales, cuando durante casi dos años mantuvo en el abandonado a Mérida.
Incluso llegaron a afirmar que eran actos promocionales y recaudatorios para fondos de campaña que fueron disminuyendo paulatinamente y no sabemos el motivo.
Quizá se deba a la amistad de Mauricio Vila Dosal con Liborio Vidal Aguilar, “el amigo Libo”, quien de alguna manera sería un mejor candidato.
Y es que “el amigo Libo” parece estar calentando y hace campaña con bajo perfil al visitar el interior del estado, con lo que aventaja a Renán Barrera.
El alcalde meridano, podríamos asegurar que es un total desconocido en los demás municipios del estado y tendría que buscar excelentes operadores políticos y hacer mucha labor de proselitismo para competir con las simpatías del amigo Libo.
Además, Barrera Concha perdió simpatías al autorizar un desproporcionado aumento al impuesto predial y ahora nos sale con su “parquesito” de 8 hectáreas que estará situado en una zona no apta para la mayoría de los meridanos que viven en la pobreza.
Y aunque se promociona como “ Th’o, Un parque urbano de 8 hectáreas que nos conecta con la naturaleza y nuestras raíces, fomentando la salud física y espiritual con espacios para el ejercicio, la contemplación, el arte, y la convivencia”; nos costará a los meridanos la friolera de 100 millones de pesos, recursos que bien podrían mejorar las condiciones de las comisarías y el sur profundo de Mérida.
Llama la atención que Julián Zacarias Curi, quien también quiso pugnar por la gubernatura, se retirara. ¿Tendrá mucha cola que le pisen? Quizá su único reducto sea una diputación federal, y le apostaría al II Distrito.
Para la alcaldía de Mérida hasta el día de hoy solo suena la diputada de la LXIV Legislatura, Cecilia Anunciación Patrón Laviada, y que bien podría llegar a presidir el Cabildo meridano y quizá, solo quizá, reelegirse posteriormente. Y desde luego, en el 2030 buscaría la gubernatura.
Al ser la única con posibilidades reales, no hay mucho qué decir, pero no debemos ni podemos dejar de lado las ambiciones políticas de la tizimileña Verónica Noemí Camino Farjat que intentaría entrar en la contiendo por Morena o negociar una diputación federal por la vía pluri.
En este juego bien se podría filtrar el senador Raúl Paz Alonzo en busca de la gubernatura por Morena o bien la alcaldía.
De ser así, estaríamos viendo una edición renovada de Shakira y Piqué.
Y ya metidos en el ajo de la carrera por el poder y por ser de interés de los yucatecos, hablemos de la precampaña presidencial de Vila Dosal quien luego de más de dos años de no renovar las concesiones de transporte, en especial las de la Alianza de Camioneros, logró, primero, meter taxis del ADO al aeropuerto meridano; posteriormente impuso su “Vaivén”, y ahora anuncia el “ie-tram”, con inversiones millonarias que se pagarán con dinero del erario yucateco pero con beneficios y concesiones al ADO. Y aquí entrarán los servicios de esta empresa en las terminales del famoso Tren Maya, que se ha convertido en un “cuasi amasiato”.
Con el FUTV no hay problemas, pues el gober ya negoció con Héctor “Billy” Fernández Zapata con la promesa de sacarlo del pantano creado por las plataformas digitales; ya hasta hay servicio nocturno, más caro e inoperante por las mañas de los conductores.
También llama la atención el hecho de que después de 19 años la Convención Bancaria cambiara su sede en Acapulco, Guerrero, para pasarla a Mérida.
La 86 Convención Bancaria se celebrará en esta ciudad de Mérida los días 16 y 17 de marzo de 2023, lo que se interpreta como un espaldarazo a Vila Dosal con rumbo a la Presidencia de la República.
Y si bien parece que el gobernador tiene el apoyo de los banqueros, no así de todo el empresariado yucateco, salvo los propietarios de una cadena de supermercados, ya que la mayoría no ha participado en el jugoso juego del reparto de licitaciones. Se dedicó a darle jugada a empresarios foráneos y extranjeros.
Valdría la pena saber a cuánto asciende la deuda del estado, los compromisos adquiridos, y si benefician en realidad a los yucatecos.
Igual valdría la pena saber qué empresarios son los beneficiados con este proyecto político escondido bajo obras monumentales.

(Alejandro Ruz)

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