Opinión

“No me quiero morir”, resumen de la seguridad en la 4T

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El pasado martes  21 de mayo ocurrió un asesinato más, otra muerte violenta que se suma a las 187 mil 617 personas asesinadas en lo que va  del primer sexenio de morena, sin embargo la de Dante Emiliano desnuda por completo el estilo de gobierno de Andrés Manuel López Obrador que en el tema de la seguridad ha resultado fallido.

Tres balazos recibió en el cuerpo el infante de 12 años, las primeras informaciones fluyeron con la versión  de que habían tratado de secuestrar a su madre y el menor trató de impedir el secuestro por lo que resultó baleado.

A la mañana siguiente, el presidente de la República hizo en su mañanera lo que mejor sabe hacer: hablar y tratar de confundir; hundir otro hecho incontrovertible, el asesinato de un menor, en el pantano de los “otros datos” pretendiendo decir que el pequeño no había tratado de defender a su madre, sino que él mismo había sido blanco del ataque, como si eso revistiera alguna importancia; incluso el gobernador morenista del estado de Tabasco, tierra natal del presidente y lugar donde sucedieron los lamentables hechos, se atrevió a sugerir que el menor pudiera estar en conocimiento de las actividades delictuosas ya que según sus palabras, “dialogó con los agresores”.

Este hecho dejó en claro el fracaso del gobierno federal en dos temas fundamentales, la seguridad y la salud. El niño fue asesinado en la puerta de la casa de su abuela, lo que deja en claro que en este país, en este momento no existe la garantía de que la vida de nadie, hombre, mujer, anciano o niño pueda ser protegida por las fuerzas del orden.

En esta administración se ha llegado a niveles extremos en cuanto a los crímenes y asesinatos, AMLO se la pasó criticando a Calderón de su guerra contra el narco, pero su gobierno ha sido incapaz de controlar este flagelo, los abrazos no funcionan y han resultado un profundo fracaso que lacera y daña todos los días a las familias de este país. No pudo, simplemente no pudo, aseguró en campaña que sólo al tomar posesión se acabaría el crimen y la corrupción, sin embargo hoy está más desatada que nunca jamás en la historia de este país.

La madre de la pequeña víctima fue directa en sus comentarios, en su dolor responsabilizó frontalmente al presidente de México de la muerte de su hijo Dante Emiliano al expresar que la delincuencia “se le salió de las manos” al presidente.

El concierto de estupideces, porque no hay otra manera de llamar a ciertas actitudes, incluyen el esfuerzo del vocero del gobierno tabasqueño Carlos Castillejos, de que los medios dejen de llamar “niño” a Dante Emiliano, porque según él a los doce años es ya un adolescente, a este nivel se ha rebajado el servilismo gubernamental para tratar de defender lo indefendible.

“No me quiero morir”, repetía una y otra vez el niño Dante Emiliano cuando sentía seguramente, cómo se le escapaba la vida mientras esperó al menos por media hora la ambulancia que lo trasladaría al hospital. Esto nos lleva al segundo fracaso presidencial: la salud. Aunque el gobernador tabasqueño insistió que al niño le dieron toda la atención una vez que llegó al hospital resulta evidente que la tardanza en que esto sucediera fue relevante para que no pudieran salvarle la vida. Media hora con tres balazos en su pequeño cuerpo le causaron la muerte; el sistema de seguridad le falló a Dante Emiliano y a México al permitir que fuera baleado en la puerta de la casa de su abuela, además de esto el sistema de salud le falló a Dante Emiliano y a México por no tener la capacidad de reaccionar rápidamente para poder salvarle la vida. Además de la gravedad de toda esta situación, al día siguiente el presidente dice que se “magnifica” el hecho para lastimarlo a él, al presidente porque “es época electoral”. Ofensivas palabras. 

Él,  mejor que nadie sabe lo que siente un padre cuando se le ataca a uno de sus hijos, aunque sean unos baquetones, inútiles, vividores del erario y ya bastante entrados en años, como los suyos; la protección presidencial que reciben los López de parte de su padre raya en el insulto a la nación.

Nadie señor presidente trata de agredirlo a Usted cuando existe indignación justificada por esta muerte, su sexenio será recordado como el que no pudo defender la vida de las personas y concluyó con la muerte de un inocente infante que dejó en claro que toda su gestión en seguridad y salud está reprobada. Que el AIFA, Dos Bocas y los trenes Maya y Transistmico fueron las obras magnas de un ejército nacional que dedicó su tiempo y esfuerzo en su tablero de turista nacional poniendo hoteles, líneas aéreas y férreas en vez de dedicarse a lo suyo para salvaguardar la seguridad nacional, frase que solamente vimos los mexicanos en sus negativas para proporcionar la información pública, pero no la palpamos en el combate a los grupos criminales, quienes se han apoderado del 30 por ciento del país según los informes de inteligencia de los Estados Unidos.

Morena ganará un sexenio más en el poder, esperemos que esta vez sí se dediquen a garantizar la seguridad del pueblo, o al menos inventen un programa que se llame “Mantente vivo del Bienestar”. De nada sirven las tarjetas, las dádivas, los apoyos a los viejitos o a los ninis, si a cambio de eso tienes que ver morir a tu nieto en la puerta de tu casa.

Descanse en paz Dante Emiliano.

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