Mérida

MORENA, CUEVA DE ALI BABÁ

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* Morena en Yucatán está plagada de chapulineros, quienes arribaron al partido guinda buscando un salvavidas para conservar sus privilegios al perder posiciones en sus partidos de origen, su llegada ocasionó una fractura que llevará a la derrota a Huacho.

* En 13 años de vida del partido guinda en Yucatán, apenas gobierna en ocho de los 106 municipios de la entidad por lo cual es considerado como un partido chico.

* Joaquín Díaz Mena, junto con el actual presidente estatal de Morena, están acusados del desvió de millonarios recursos correspondientes a los programas sociales, por los cuales hay denuncias ante la FGR.

Redacción /Sol Yucatán

El partido Movimiento Regeneración Nacional (Morena) se ha convertido en una verdadera “cueva de Alí Babá y sus 40 ladrones”, y ahora, en este proceso electoral, se empieza a consolidar como una nueva “Torre de Babel”.

A trece años de su creación como un movimiento político y social impulsado por el actual Presidente de la República, Andrés Manuel López Obrador, solo a nivel federal ha obtenido el éxito planeado, pero en Yucatán permanece como un “mini partido”, debido a que, a 13 años de su fundación solo gobierna en 8 de los 106 municipios del estado.

Luego de su fundación, el 2 de octubre de 2011, solo algunos políticos optaron por incorporarse, en especial, los del Partido de la Revolución Democrática (PRD), y en menor medida, los de otras militancias de izquierda.

El fenómeno fue similar en Yucatán, pero a partir de 2018 y ahora en el 2024, Morena, postuló como sus candidatos a numerosos políticos que en su momento fueron rechazados por sus militancias como aspirantes a puestos de elección popular, motivo por el cual, sus simpatizantes votaron a favor de ellos.

El ejemplo más claro es el de Joaquín Díaz Mena, emanado del Partido Acción Nacional (PAN), quien en ese año participó en la contienda como Gobernador, pero perdió contra Mauricio Vila Dosal, a pesar de ello, el presidente López Obrador lo designó como el “superdelegado” de Programas para el Desarrollo, ahora de nueva cuenta fue designado como el candidato del partido guinda para buscar la gubernatura.

Después de la llegada de López Obrador a la presidencia, numerosos políticos se incorporaron a MORENA, ya que en muy poco tiempo se transformó en una mina de oro, como lo es actualmente Yucatán.

Por ende, ante la presencia de veteranos políticos, la militancia es comparada con la cueva de “Alí Babá y sus 40 ladrones”, en la cual según “Las mil y una noches», se encuentra el botín de todos los atracos cometidos.

Actualmente, la dirigencia está a cargo de Omar Pérez Avilés, incondicional de Díaz Mena, debido a que lo llevó con él, como subdelegado y de acuerdo con investigaciones de Sol Yucatán, entre ambos han desviado millones de pesos de programas federales, por lo cual existen denuncias ante la Fiscalía General de la República (FGR).

Por su parte, Díaz Mena es la versión yucateca de Alí Babá, al grado que la corrupción y la prepotencia que lo caracteriza ha provocado que esté bajo la mira de la justicia estatal y federal, pues hay al menos dos denuncias en su contra, tanto por malversación de fondos como por beneficiar a sus amigos y familiares.

En los cinco años que estuvo como “superdelegado” en Yucatán, ha acumulado numerosas denuncias públicas, además de aprovecharse de su cargo para beneficio personal, entre otras irregularidades.

Díaz Mena fue sentenciado junto con otros 23 delegados de Programas para el Desarrollo, se le acusa de hacer campaña a favor del Presidente Andrés Manuel López Obrador con el reparto de programas sociales, además de presuntos actos de nepotismo, abuso de autoridad, mal ejercicio de recursos públicos y hasta abuso sexual, delitos que son investigados por la Secretaría de la Función Pública (SFP).

En este proceso electoral es más evidente el interés de políticos por incorporarse a las filas de Morena y, aunque en un principio fueron los del PRD, así como del Partido del Trabajo, ahora para esta elección chapulinearon políticos del PAN y PRI, a quienes “Huacho” Díaz Mena, no sólo recibió, sino que les otorgó candidaturas, como es el caso de Rommel Pacheco Marrufo, a quien postuló como candidato a la alcaldía de Mérida.

El actual crecimiento de Morena en Yucatán es comparable al relato bíblico, en el libro del Génesis, de la famosa Torre de Babel, en cuya edificación se buscaba alcanzar el cielo, pero al final todos los que ahí estaban comenzaron a hablar lenguas diferentes y nunca se entendieron.

En Morena hay personas de diferentes militancias, diversas formas de pensar, así como de convicciones variables, mismos que pretenden solidificar el partido, el cual aún no tiene la solidez política y lo único que genera es total confusión por la guerra de poder entre sus adeptos variopintos.

Actualmente, las personas que desean inscribirse como candidatos, tienen que cumplir con determinados requisitos, firmar una carta-compromiso de adhesión a los estatutos y lineamientos del partido, aunque para muchos la ideología de su anterior militancia seguirá siendo la misma.

El asesor jurídico de la Asociación Mexicanos Unidos, Villevaldo Pech Moo, aseveró que desde 2019, al menos en Yucatán, Morena «sufre una verdadera transformación», ya que los integrantes de la dirigencia estatal abandonaron el local al convertirse en funcionarios y los restantes» se conducen con prepotencia, soberbia y desprecio hacia los morenistas yucatecos», al grado de que uno de ellos fue denunciado penalmente.

Lamentó las numerosas anomalías que prevalecen en Morena Yucatán, problemática que empeoraría ante el desinterés que prevalece dentro del comité directivo estatal.

Incluso, estableció que existe un descontento generalizado entre la mayoría de los militantes de Morena, quienes «se sienten olvidados (por el comité estatal) y nadie les ayuda en los problemas sociales que aquejan a sus comunidades y municipios».

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