Opinión

Molano

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Por Jorge Álvarez Rendón

Al cumplir 19 años la institución llamada Orquesta Sinfónica de Yucatán, que fundara el Gobierno del Estado que presidió don Patricio Patrón Laviada, ayudado en cierta manera por un fideicomiso en el que estuvo involucrado el caballeroso don Adolfo Patrón Lujan, me vino el recuerdo de su primer director.

Me refiero al colombiano Juan Felipe Molano, quien auxilió a organizar el proyecto musical, colaboró con la selección de los atrilistas y sostuvo la batuta durante los cinco primeros años del grupo musical. Ayudo a darle forma, a sondear los gustos del público, a soldar la base sobre la cual otros han actuado con posterioridad.

Yo asistí – antes que la OSY se inaugurara formalmente – a un recital que ofreció a los alumnos de la Universidad Tecnológica del Sur y fue ahí donde – gentilmente – al conocer mi condición de cronista del DIARIO, se me aproximó para ofrecerme todo tipo de orientación para mis futuras crónicas.

Y cumplió con generosidad y finura su promesa. Ya fundada la orquesta, durante los años que la presidió, me aportaba consejos, me ofrecía datos, en pocas palabras, sentía en él, no vanidad, sino la sencilla frescura del que sabe y no se le dificulta compartir.

Lamento mucho que pocas veces se le recuerde cuando se hacen las efemérides de la Orquesta. Me dicen que se ganó enemigos (nunca faltan en esos puestos) aunque ignoro las razones exactas por la dejo el cargo. De todos modos, mi recuerdo y gratitud van hacia los Ángeles, donde actualmente labora.

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