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JORGE DÍAZ LOEZA, EL CANDIDATO DE LA CORRUPCIÓN 

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DESAPARECEN 2.2 MDP EN SEDER

*En dos meses, sólo por servicios de lavandería, limpieza y manejo de desechos se pagaron 416 mil 900 pesos, pero no se presentó ningún comprobante de los gastos. Tampoco logró solventar pagos de 4 meses por 1 millón 229 mil 200 pesos por los mismos servicios

*El faltante real podría superar los 10 millones de pesos, dado que para el ejercicio de auditoría solo se tomó una muestra representativa de 109 millones 228 mil 100 pesos sobre los 486 millones 507 mil 100 pesos que fue el presupuesto total para la Seder en 2020.

*Al menos la Secretaría de Desarrollo Rural debería de preguntarle a Jorge André Díaz Loeza, el porqué de tantos pagos efectuados sin la debida documentación que avale su gasto.

Redacción/Sol Yucatán

A su paso por la Secretaría de Desarrollo Rural, Jorge Díaz Loeza dejó una estela de corrupción y millonarios desvíos de  recursos, como un faltante de 2.2 millones de pesos que detectó la Auditoría Superior del Estado de Yucatán

Algunas de las razones por las que el alicaído sector rural yucateco no encuentra una salida rumbo al desarrollo sustentable, son los desatinos del actual gobierno y su mal manejo de los recursos públicos.

Tan solo en el segundo informe de la Cuenta Pública 2020 de la Auditoría Superior del Estado de Yucatán (ASEY), se informó sobre un faltante de 2.2 millones de pesos en la Secretaría de Desarrollo Rural de Yucatán (SEDER), más lo acumulado

Dicho desvío de recursos públicos se dio a través de diversos montos claramente identificados y por los cuales la ASEY emitió una observación en cada uno de ellos, más otras observaciones por diversas irregularidades encontradas.

Tras las irregularidades detectadas y señaladas en el Control Interno de la Secretaría de Desarrollo, se procedió a hacer la revisión de las cuentas por pagar, que es donde se encontraron distintos pagos por diversos conceptos, que no fueron comprobados debidamente.

El primero de los montos fue por 118 mil 600 pesos, correspondiente a dos pagos efectuados en los meses de julio y agosto de 2020, por 59 mil 300 pesos, cada uno por el arrendamiento de vehículos terrestres, aéreos, marítimos, lacustres y fluviales para servidores públicos.

Claro está que la dependencia no proporcionó la orden de compra o servicio, contra recibo de la cuenta por pagar, comprobante de pago, evidencia de la recepción del servicio contratado, contrato con las especificaciones del servicio, mucho menos el Comprobante Fiscal Digital por Internet (CFDI).

Y aunque claramente se trató de un desvío de recursos públicos, éste fue calificado como solventado parcialmente, bajo el pliego de observaciones 2-1-1-005-CPF20-21-OBS.2 y una promoción de responsabilidad administrativa.

Otra de las afectaciones económicas a la hacienda pública estatal se halló a través de la observación número 3, en la que se detectaron pagos por 458 mil 300 pesos en los meses de mayo, agosto y noviembre de 2020, por concepto de Arrendamiento de equipo y bienes, Servicios de lavandería, limpieza higiene y manejo de desechos, Servicios de Jardinería y Fumigación, Mantenimiento y conservación de inmuebles.

En este punto, la dependencia tampoco proporcionó los debidos contratos con las especificaciones de los servicios a proporcionar; por lo que recibió el pliego de observaciones 2-1-1-005-CPF20-21-OBS.3 y una promoción de responsabilidad administrativa. Esos sí, el estado de la observación quedó tipificada como solventada parcialmente.

También se detectaron pagos por 416 mil 900 pesos en los meses de marzo y diciembre de 2020, por concepto de Servicios de lavandería, limpieza higiene y manejo de desechos; en los que la dependencia no proporcionó los recibos del servicio contratado donde se estableciera el cumplimiento de las especificaciones pactadas y en las fechas establecidas.

Sin embargo, la entidad fiscalizada mediante oficio DAF/1939/2021 de fecha 9 de agosto de 2021, proporcionó documentación con la que logró solventar parcialmente la observación; no obstante, de su revisión y análisis se determinó que la entidad solo acreditó la cantidad de 224 mil 400 pesos, quedando pendiente de aclarar 192 mil 500 pesos.

Otra de las cantidades consideradas como solventada parcialmente, fueron distintos pagos por un total de 1 millón 118 mil 100 pesos, que se habrían efectuado entre los meses de marzo a mayo y julio de 2020, por conceptos varios como el de Servicios de lavandería; limpieza, higiene y manejo de desechos; así como un servicio de vigilancia, por los cuales la dependencia no proporcionó anexo consistente en la cotización que describiera los servicios de acuerdo con la cláusula de su respectivo contrato y los recibos del servicio contratado.

En total habrían sido 8 pagos derivados de la cuenta por pagar No.81 por 187 mil 900 pesos, la No.82 por 256 mil 800 pesos; la No.211, 269 y 384 por 130 mil 500 pesos cada una; y las 210, 275 y 383 por 94 mil pesos cada una de ellas.

Sin embargo, una de las cuentas que no pudo solventar la Secretaría de Desarrollo Rural de Yucatán, fueron distintos pagos por 1 millón 229 mil 200 pesos en los meses de septiembre a diciembre de 2020, por Servicios de lavandería, limpieza higiene y manejo de desechos y servicios de vigilancia; por los cuales la dependencia no proporcionó la autorización, justificación de las ventajas económicas y justificación del plazo de la celebración de un contrato multianual cuyo plazo concluye en diciembre de 2022, y que podría afectar negativamente la economía del estado.

Así como tampoco pudo justificar un pago por 245 mil pesos hechos en el mes de noviembre de 2020, por concepto de Arrendamiento de equipo y bienes; dado que la dependencia no proporcionó las autorizaciones por parte de la Subsecretaría de Administración y Recursos Humanos y por la Subsecretaría de Tecnologías de la Información y Comunicaciones de la Secretaría de Administración y Finanzas.

Otro monto no solventado fue el de 328 mil 800 pesos, por pagos hechos en los meses de mayo y noviembre de 2020, por concepto de Servicios legales, de contabilidad, auditoría y relacionados; en ellos la dependencia no proporcionó autorización por parte de la Secretaría de Administración y Finanzas, el análisis técnico que justificara las contrataciones, la propuesta técnica suscrita por el representante del prestador de acuerdo a la cláusula primera del respectivo contrato.

Todo lo anterior fueron faltantes de la cuenta por pagar 231 pagada el 7 de mayo de 2020 por 146 mil 700 pesos; mientras que por la cuenta por pagar 739 de fecha 18 de noviembre de 2020 efectivo por 182 mil 100 pesos, no se proporcionaron los reportes mensuales de acuerdo a la cláusula quinta tercer párrafo de su respectivo contrato.

Por tanto, al dar el resultado de la auditoría efectuada, la ASEY procedió a informar de una posible afectación a la hacienda pública por 2 millones 269 mil 800 pesos, para el cual dio un plazo a la Seder de un mes para aclarar los puntos no solventados. Así como no impuso multas a la entidad fiscalizada.

Lo que sí es meritorio destacar, es que el faltante real podría superar los 10 millones de pesos, dado que para el ejercicio de auditoría solo se tomó una muestra representativa de 109 millones 228 mil 100 pesos sobre los 486 millones 507 mil 100 pesos que fue el presupuesto total para la Seder en 2020.

O en otras palabras la ASEY solo consideró el 22.5% del universo total de dineros ejercidos, para el ejercicio auditivo que llevó a cabo, con el claro propósito de aparentar y no de vigilar el cabal ejercicio de los presupuestos.

Al menos dentro de la Secretaría de Desarrollo Rural habría que preguntarle a Jorge André Díaz Loeza, el porqué de tantos pagos efectuados sin la debida documentación que avale su gasto.

Y es que solo hay que ver varios de los conceptos no solventados o parcialmente solventados, para entender que el titular de la SEDER sin duda utiliza el presupuesto de la Secretaría a su cargo como si de su caja chica se tratara, pues la gran mayoría de los pagos encontrados se dieron por conceptos que nada tienen que ver con el desarrollo rural del estado, como son los servicios de lavandería y arrendamiento de inmuebles.

Eso sí, en cada oportunidad que se le presentaba hablar ante los medios, expresaba que los recursos etiquetados para la dependencia serán respetados, vigilando que el dinero que se tenga para invertir sea aplicado en cosas que realmente den resultados, sin distractores de por medio.

Claro está, siempre encargó de enaltecer a su jefe, Mauricio Vila Dosal, al remarcar que “el compromiso del gobernador del Estado es impulsar el campo yucateco al igual que otras actividades, buscar su crecimiento, que haya recursos, apoyos, gestiones, asesoría, que el recurso llegue realmente a los productores”.

Sin embargo, aunque Yucatán ha sido reconocido por años como una potencia nacional en materia agrícola, desde que el panista Vila Dosal llegó a la gubernatura, los apoyos al campo han bajado y encima, de los presupuestos autorizados, buena parte de ellos se van en “pagos no clarificados”.

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