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Insoportable la peste a cochino en Santa Maria Chi

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El consumo de agua originó una epidemia de faringitis aguda y rinitis que afectó a los habitantes de la comisaría. Durante mucho tiempo los pobladores comenzaron a padecer enfermedades relacionadas con la calidad del agua
La localidad no ha recibido el respaldo del alcalde panista Renán Barrera Concha, quien debería hacerse responsable de los daños al Medio Ambiente que ha causado la granja porcina que lleva 36 años laborando en la comunidad.
Redacción/Sol Yucatán

La comisaria de Santa María Chi continúa siendo víctima de un crimen ambiental por parte de la granja porcina San Gerardo, que lleva laborando 36 años en la comunidad, contaminado el manto acuífero de la zona. Los habitantes de la localidad han reportado que el agua potable huele a cloro. El comisario municipal, Wilbert Náhuat, señaló que lo más probable, es que el cárcamo de agua este contaminado y el Ayuntamiento de Mlas autoridades lo están ocultando.

Ante esta situación, la localidad no ha recibido el respaldo del alcalde panista Renán Barrera Concha, quien debería hacerse responsable de los daños al Medio Ambiente que ha causado la granja porcina San Gerardo.

Hace un par de meses se tomó una muestra del agua del cárcamo de la comisaria para saber si el líquido se encuentra contaminado. La muestra fue realizada por Carlos Manuel Mena Ayala, Jefe de Electrificación y Agua Potable del Ayuntamiento de Mérida. El tiempo ha trascurrido y las autoridades aún no dan a conocer que grado de contaminación tiene la planta de agua.

Lo que es muy evidente es el fuerte olor a cloro que emana del agua potable, olor que perciben los habitantes cuando se asean. Este hedor se comenzó a sentir luego de que Carlos Mena tomara la muestra para estudiarla. El comisario municipal, Wilberth Náhuat, confrontó a la persona encargada de darle mantenimiento al cárcamo de agua potable, quien señaló que sólo regula la cantidad de agua por día y que otra persona se encarga de colocar el cloro al agua.

Que el agua que llega al cárcamo esté contaminada, no sería una sorpresa para la comisaria, ya que el líquido de los pozos de 8 metros de profundidad, tiene 8 veces el nivel de contaminación permitida para que sea seguro para los pobladores. Aún falta realizar un estudio a los pozos de 18 metros de profundidad para saber si es seguro utilizarlos para recolectar agua para el consumo de los habitantes.

El consumo de agua originó una epidemia de Faringitis Aguda y Rinitis que afectó a los habitantes de Santa María Chi. Durante mucho tiempo los pobladores comenzaron a padecer enfermedades relacionadas con la calidad del agua, es por eso que ahora la mayoría de las personas consumen agua purificada.

La granja San Gerardo sigue en operaciones, a pesar de ser la causante de la contaminación del agua y del mal olor que se percibe constantemente en la zona. El representante municipal, Wilbert Náhuat, señaló que las autoridades ambientales, sólo les solicitaron a los directivos de la granja que dejen de utilizar la entrada que colinda con la comisaria y que planten más árboles en las instalaciones.

Esto no es suficiente para los habitantes de la comunidad, quienes por años han padecido del mal olor que se siente las 24 horas del día día. El hedor a cochino se ha vuelto insoportable en el lugar, ya que este se hace más fuerte durante las mañanas, cuando los niños van rumbo a la escuela y con la caída de lluvias.

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