Mérida

Incremento salarial y el bajo desarrollo en Yucatán

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Por Aleida Ramírez Huerta

México, es uno de los países a nivel mundial con los salarios más estancados, así lo señaló el reporte de la Organización Internacional del Trabajo (OIT), donde el año pasado México fue la única economía emergente del G20 que exhibió salarios reales promedio por debajo de su valor real en 2008.

Aunque nuestro país ha mostrado una tendencia de recuperación, por el aún bajo aumento en el salario mínimo, las remuneraciones en México aún se encuentran siete por ciento por debajo de su valor real de hace 15 años, refirió el organismo en su Informe Mundial sobre Salarios 2022-2023: El impacto de la inflación de la Covid-19 en los salarios y el poder adquisitivo.

El año pasado, pese a que se observaron ajustes salariales no vistos desde el 2001, la inflación generó la peor caída en casi tres décadas de las remuneraciones del personal sindicalizado en la jurisdicción federal, de acuerdo con la Secretaría del Trabajo y Previsión Social (STPS).

En 2022, aunque las revisiones salariales se tradujeron en un incremento nominal de seis por ciento, el alza a los precios de bienes y servicios generó un aumento real de -1.84 por ciento, la cifra más baja desde 1996.

En lo que respecta a Yucatán, que ha sido la entidad que más ha promovido empleos, según el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) y quien aumentó el salario con 2.5 por ciento con respecto del tercer trimestre de 2022, aportando a la masa salarial de 6,776.65 millones de pesos, éste aún es bajo con respecto a la adquisición de la canasta básica que ha llegado a ser una de las más caras a nivel nacional, con mil 83 pesos, mientras que en el resto oscila en los 900 pesos.

De acuerdo con el índice de la Tendencia Laboral de la Pobreza que publicó el Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (Coneval), en el último trimestre de 2022 Yucatán registró un ingreso laboral de tres mil 83 pesos por persona, siendo aún bajo si lo comparamos con la adquisición de la canasta básica.

De acuerdo al mismo reporte, durante el 2022, el agregado de todos los salarios del Estado creció a un promedio de 6.9 por ciento entre enero y diciembre; y 10.32 por ciento respecto al cuarto trimestre del año pasado. Sí bien en cierto que las tres tasas de crecimiento fueron las mejores que en las demás entidades de la República, los ingresos de los yucatecos aún siguen siendo bajos, eso sin considerar aquellos que no contempla el IMSS.

Este instituto sólo toma en cuenta aquellas personas que tienen un trabajo fijo, seguridad social y prestaciones, pero no aquellas que se emplean en el trabajo informal y ambulantaje, que son los que predominan en la entidad (6 de cada 10 yucatecos).

A pesar de que Yucatán y en concreto el Gobernador del Estado, Mauricio Vila Dosal, ha implementado varias estrategias de promoción de empleos, estos no son suficientes para los yucatecos que no tienen cómo acceder a uno, teniendo como única salida ser vendedor ambulante, ya sea vendiendo en semáforos, o inundando las calles alternas del centro de la capital, porque a pesar de que se diga que ya son 21 meses consecutivos con incrementos en el número de trabajadores registrados en el IMSS, el “esfuerzo” aún es muy bajo.

Sí se invierte en empresas privadas, pero a costa del bienestar de los yucatecos que claman mejores condiciones de vida, apoyo al campo, a la vivienda, salud, infraestructura educativa, así como mejores servicios.

Por una parte, sí se aumentan los salarios, pero, por otro lado, los precios de la canasta básica no dan tregua, y cada día son menos amables con los bolsillos de los mexicanos, pues estos siguen al alza, siendo, según el Procurador Federal del Consumidor (Profeco) en su reporte semanal de “Quién es quién” en los precios, Yucatán es la entidad con los costos más altos a nivel nacional, pues asciende a mil 130. 86 pesos.

Vivimos en un Estado donde se prioriza la inversión privada que la pública, donde los yucatecos no viven bien, aunque se pregone por todos los medios, somos una entidad donde los trabajadores del campo tienen que trasladarse a la capital porque en sus lugares de origen no cuentan con un trabajo que les remunere lo mínimo para sobrevivir. Donde se tiene más en el tintero una elección que el bienestar de los yucatecos, que carecen de una vivienda digna, escuela, calles, servicio médico, por mencionar algunas.

Ante estos males que perjudican a toda la población, pero que se ensaña con los más pobres, el Movimiento Antorchista ha propuesto cuatro puntos para que los mexicanos, entre ellos los yucatecos, una vez puestos en marcha, tengan una vida digna, sin estar sufriendo por no tener qué comer al día.

Por tanto, a pesar del avance registrado, sigue siendo urgente la generación de más y mejores empleos, el incremento de los salarios y, junto con eso, la implementación de una política recaudatoria justa de los impuestos con carácter progresivo y la reorientación del gasto social que realiza el estado en obras de beneficio social dirigidas a los sectores mayoritarios del país. Vivimos en una sociedad en la que se produce abundante cantidad de riqueza, suficiente para acabar con el hambre y miseria que padecen millones de mexicanos, sin embargo, ésta van a parar a los bolsillos de un reducido y selecto grupo de mexicanos entre los que destaca el magnate Calos Slim que en este 2023 se posicionó en el lugar 9 entre las 10 personas más acaudaladas del mundo; es decir, la riqueza se concentra y no se distribuye entre quienes la producen que son los trabajadores del campo y de la ciudad, generando así pobreza y desigualdad. Mientras estos males persistan, no queda más a los pobres que su unidad de organización y de lucha para conquistar una sociedad más justa y bondadosa con todos sus ciudadanos.

 

 

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