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Explotación sexual de niñas en Chemax
Chemax, ubicado en la frontera entre Yucatán y Quintana Roo, es un paraíso sexual de niñas y niños, así como de la venta de droga esto debido a su cercanía con Tulum y Playa del Carmen
En los llamados “trailers Park”, en restaurantes y cantinas, que hay el municipio es donde se enganchan a los clientes para ofrecerle los servicios de los menores a los operadores de trailers y turistas.
Los fines de semana y días festivos llegan a la comunidad mujeres y travestis de Mérida, Kanasín, Valladolid y Tizimín, para trabajar como meseras o meseros en los diferentes giros negros, donde “fichan»
Redacción/Sol Yucatán
Chemax, “Palo de mono”, de acuerdo a su significado Maya, es uno de los cinco municipios más pobres de Yucatán y que, en los últimos años se ha convertido literalmente en un paraíso sexual y venta de droga.
El municipio de 38 mil 934, según el Censo de Población y Vivienda del INEGI del 2020, es el paso obligado de tráileres y turismo proveniente de Quintana Roo, ya que se encuentra en medio, entre Tulum, Quintana Roo y Valladolid.
La gran cantidad de gente, aunado con el nivel de pobreza y marginación que se vive en la población, han orillado a muchas familias a comercializar con sus propios hijos, con lo cual el municipio se ha convertido en un punto de turismo sexual.
Niñas y niños, son víctimas de explotación sexual por sus propios familiares.
En los llamados “trailers Park”, en restaurantes y cantinas, que hay el municipio es donde se enganchan a los clientes para ofrecerle los servicios de los menores a los operadores de trailers y turistas.
A la comunidad llegan turistas provenientes de Tulum y Playa del Carmen, municipios de Quintana Roo, cercanos a la comunidad yucateca y quienes se han convertido en clientes de estos grupos.
Los fines de semana son los periodos de mayor afluencia de personas a la comunidad, donde cientos de turistas llegan para visitas a la iglesia o al Palacio, considerados como puntos turísticos y alguno de los 12 sitios arqueológicos, con los que cuenta el municipio. Estos visitantes se convierten en potenciales clientes.
El alcalde Lucio Balam Herrera, de extracción panista, sabe de esta situación, sin embargo, no ha hecho nada para tratar de solucionar y acabar con el turismo sexual que prevalece en el municipio, ni con las más de 50 narcotienditas.
De acuerdo con fuentes de la Policía Estatal Peninsular, tras la pandemia, el turismo sexual en ese municipio se incrementó de manera alarmante, es decir, durante la administración del alcalde panista, quien ha sido señalado por presuntos actos de corrupción.
De acuerdo con fuentes de la Policía, en el municipio, los niveles de prostitución son alarmantes, debido a que existen 40 cantinas y bares, en Chemax y sus comisarías, donde se ejerce la prostitución sexual de manera abierta y se vende droga.
Es decir, en el municipio hay cerca de tres veces más puntos de vicio que escuelas, ya que, en toda la demarcación, sólo hay 14 centros educativos.
Los fines de semana y días festivos llegan a la comunidad mujeres y travestis de Mérida, Kanasín, Valladolid y Tizimín, para trabajar como meseras o meseros en los diferentes giros negros, donde “fichan”, es decir, departen con los clientes y a quienes les ofrecen sus servicios sexuales.
Los dueños de estos negocios reciben un porcentaje por cada uno de los servicios, es decir, por “fichar” o por los servicios sexuales.
El nivel de pobreza, es uno de los principales factores de la explotación infantil, debido a que, en Chemax, es el cuarto municipio más pobre de Yucatán, sólo es superado por Tahdziú, Chikindzonot y Chacsinkin, que son los municipios más pobres de Yucatán.
De acuerdo con el Informe de Pobreza y Evaluación del INEGI 2022, el 93.2 por ciento de la población de ese municipio cae en la categoría de pobreza, es decir, sus ingresos no son suficientes para cubrir sus necesidades básicas y tiene más de 16 mil personas que viven en pobreza extrema, lo que equivale al 40 por ciento de su población.
La mayoría de la gente se dedica al campo y las personas jóvenes, se trasladan a Quintana Roo para laborar en el sector turismo o de construcción.
El alcalde Julio Balam Herrera, a quien pobladores llaman ladrón y mujeriego entre los alcaldes de municipios de mediana población, es quien más gana, de acuerdo a la Plataforma Nacional de Transparencia, el edil se impuso un sueldo mensual de 71 mil 832 pesos, gana casi el doble que el alcalde de Motul, Roger Aguilar Arroyo, quien cobra 36 mil pesos mensuales.
Chemax y Motul, tienen una población similar, aunque su nivel de desarrollo es muy diferente, ya que Motul, recién nombrado como Pueblo Mágico, tiene menos niveles de pobreza y más desarrollo.
Balam Herrera apenas gana 2 mil pesos menos de lo que percibe el alcalde de Mérida, Renán Barrera, quien gobierna el municipio más grande de Yucatán, con una población 26 veces superior a la de Chemax.
Balam Herrera es blanco de acusaciones por millonarios desvíos de dinero del erario municipal, el cual serviría para hacer frente a la pobreza en el municipio.
El dinero lo desviaría por medio de Iván Nuñez Castillo, quien es su asesor de cabecera y quien lleva las finanzas del municipio.
A través de él, según los informantes de Sol Yucatán, ha adquirido propiedades y se ha hecho millonario.
Presuntamente se ha construido unas oficinas de lujo en el fraccionamiento Vista Alegre Norte, en la zona de Altabrisa, en Mérida.
Balam Herrera tiene cinco años como alcalde de ese municipio, tiempo durante el cual la comunidad no ha avanzado.
En el 2017, un año ante de que iniciará el gobierno de Balam Herrera, Chemax, no figuraba en los primeros cinco municipios más pobres de Yucatán, estaba ubicado en la octava posición entre los lugares más pobres del Estado a cinco años de su gobierno. La pobreza en el municipio creció, al grado de que es el cuarto municipio con más pobres de la entidad, es decir, aumento el doble.