Mérida

Erosión costera, ajena al desarrollo inmobiliario: Dumac

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El grave problema de la erosión costera que afecta el poniente del litoral yucateco es consecuencia del Puerto de Altura de Progreso, mientras que la escollera del puerto de abrigo de Sisal repercute sobre el costado oeste de esta comisaría de Hunucmá, afirmó el especialista de Ducks Unlimited de México (Dumac), David Manuel Canul Rosado, por lo que descartó la perdida de playa a consecuencia del desarrollo inmobiliario.

Por ende, refutó las acusaciones que prevalecen en contra de las inmobiliarias, tal el caso de Paraíso Sisal, la cual sufre los efectos de la también denominada erosión marina.

Remarcó que el Puerto de Altura de Progreso impide el movimiento natural de toda la arena que se recuperaba y circulaba en la costa, específicamente el sector poniente del litoral yucateco.


“Es una barrera que genera un cambio en la corriente y en la distribución de la arena, por lo que con el paso del tiempo, la Reserva Estatal El Palmar y Paraíso Sisal tendrán una erosión más acelerada, y los predios se perderán en el mar, con la pérdida de playas”, acotó.

Resaltó que la situación se complica aún más con la escollera del puerto de abrigo de la comisaría portuaria de Hunucmá, por lo que “lo ideal es remover esos obstáculos o buscar la estrategia para reducir la problemática que generan”.

 

Explicó que Dumac trabaja en la restauración de humedales costeros, manglares, para lo cual, primeramente se ubican zonas degradas por cambios de hidrología, anomalía derivada por la construcción de carreteras, puertos de abrigo mal planeados, por lo que los proyectos mal planeados generan impactos negativos.

“Dumac labora en la reparación de la hidrología perdida para recuperar la vegetación de manglar, y la productividad del ecosistema, de la fauna y la vegetación acuática-sumergida, para que sea un hábitat adecuado para las aves migratorias”, subrayó el entrevistado.


En Yucatán, los proyectos que más tiempo tienen en desarrollo son los de Celestún, se trabaja desde hace 14 años en una extensión de 54 hectáreas, cuya vegetación de manglar ya tiene más de 12 metros de altura.

Enfatizó se trata de un trabajo conjunto, con la Comisión Nacional Forestal (Conafor), la Unidad Mérida del Centro de Investigación y de Estudios Avanzados (Cinvestav), y la Universidad Autónoma de Yucatán (UADY).

Al igual que la Comisión Nacional para el Conocimiento y Uso de la Biodiversidad (Conabio), el Centro de Investigación Científica de Yucatán (CICY), la Reserva Estatal de Celestún, y la Comisión de Áreas Naturales Protegidas (ANP), entre otras instancias.

 

En la costa de la Península de Yucatán se trabaja en 12 sitios, con una cobertura de nueve mil hectáreas, en las reservas de Ría Lagartos, de la Costa Norte de Yucatán, de Celestún, de los Petenes de Campeche y El Palmar.
Canul Rosado comentó que en los últimos años es notable la disminución de la cacería de patos, debido al efecto negativo la erosión costera sobre el área del humedal costero de El Palmar.
“En los sitios donde la barra costera es muy delgada, el agua de la ciénega empieza a salir, se forman bocanas y empieza a drenarse el agua del humedal, por lo que al aminorar el nivel del agua, la vegetación acuática-sumergida empieza a disminuir, por lo que hay un efecto negativo para las aves, y al no tener alimento ni hábitat para que puedan pasar el invierno optan por ir a otros sitios”, abundó.
Añadió que Dumac trabaja junto con especialistas del laboratorio de hidrología de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) “sobre los puntos más críticos de la Reserva, donde la erosión costera es más evidente, por lo que se busca desarrollar una estrategia para recuperar las playas y fortalecer esos puntos frágiles, para evitar que se drene el agua y recuperar ese hábitat en el futuro”.

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