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EMPRESARIOS NO SE SALVAN DE LA DEA
La agencia de las tres letras en Estados Unidos tiene en la mira no sólo a Mauricio Vila y Felipe Saidén, hay una lista de prominentes empresarios, unos oriundos de Yucatán y otros venidos de fuera, que están siendo indagados por lavado de dinero
*Esa lista es parte de una indagatoria que se está generando en EU por el tema de narcotráfico y ahora por el tema de la producción de fentanilo en Yucatán
*Alfredo Gritz Cruz/ Sol Yucatán*
*Mérida .-* Tras el balde de agua fría que recibió el Gobierno del Estado de Yucatán, y guardar silencio, así como de visitar al Presidente Andrés Manuel López Obrador, supuestamente con fines de trabajo, sobre todo por el tema del Tren Maya, que ni es tren y que tampoco es maya.
El gobernador Mauricio Vila Dosal y Luis Felipe Saiden Ojeda, secretario de Seguridad Pública y líder de la guardia pretoriana llamada Secretaría de Seguridad Pública, saben de antemano que las autoridades norteamericanas los están investigando. Es insulso decir y pensar que en Yucatán no hay carteles, que no operan los grupos del crimen organizado, que no hay lavado de dinero y que la paz que nos venden a todos no es pactada y comprada, es decir, que no hay dinero de por medio para “mantener esa supuesta paz”.
La noticia tuvo impacto nacional en el medio político, sobre todo en la Cámara de Diputados, el Senado y la Presidencia, donde llegan los ejemplares de Sol Yucatán y la Opinión de México que ya circula con una edición de 24 páginas.
La agencia de las tres letras en Estados Unidos, “DEA” tiene en la mira no solo a esos dos personajes, hay una lista de empresarios conocidos, unos oriundos de Yucatán y otros venidos de fuera, que están siendo indagados por lavado de dinero. Ojo, esa lista es parte de una indagatoria que se está generando por el tema de narcotráfico y ahora por el tema de la producción de fentanilo en Yucatán.
Lo cual deja en evidencia que, en Yucatán, hay esa correlación sobre todo de la policía estatal y del Gobernador del Estado Mauricio Vila Dosal, si hay dos personas que detentan todo el poder en la entidad, estos son el Gobernador y el secretario de Seguridad Pública Estatal, Luis Felipe Saidén Ojeda, en ellos está el destino y la inseguridad de los Yucatecos.
Ellos dos son los que saben, deciden y definen cómo son los tratos y contratos con los narcotraficantes, qué territorio es de que cartel o de qué grupo y qué actividades son las que les corresponden, fungiendo algo así como el cártel dominante, no es que sean éticos o impolutos, porque eso no lo hacen pensando en la seguridad de los ciudadanos, ni pensando en mantener la paz en la entidad porque sea un mandato de la constitución o de las leyes que nos rigen, lo hacen porque es equilibrio para sus carteras.
Los múltiples negocios que hacen al amparo de ello y negocios, me refiero al lavado de dinero en la entidad, los activos que tienen en otros países, porque no crean que no tienen propiedades fuera de México, de eso ya daremos cuenta en otras entregas, el dinero que reciben por literalmente rentar la plaza a los barones de la droga, es decir dejar que se constituyan, laven dinero, hagan negocios, vendan drogas (porque Yucatán está en primer lugar de consumo de drogas a nivel nacional, lo dicen las estadísticas del Centro de Integración Juvenil, entre otras organizaciones).
Estos negocios que se hacen con la venia y al amparo del poder, son los que hacen que nuestros jóvenes yucatecos, sobre todo los de las zonas populosas, vivan sumergidos en la pobreza y las drogas, muchos de ellos trabajando como tiradores para el crimen organizado.
Para explicar mejor el contexto anterior, en YUCATÁN MANDA EL CARTEL DE LA POLICÍA ESTATAL, dicho aparato de seguridad que más que para mantener la seguridad en la sociedad yucateca, y los ciudadanos, está diseñado para reprimir cualquier situación de índole social, para vigilar las actividades de empresarios que cada mes son acosados desde el Gobierno del Estado y la misma Policía Estatal, donde les solicitan sumas de dinero para no multarlos o suspender sus negocios.
Es decir, el Gobierno del Estado y la Policía Estatal fungen o hacen la tarea de cobro de piso, lo que les prohíben a los carteles de la droga lo hacen ellos, esa ganancia y esos dividendos se los reparten de inicio entre los jefes que son el gobernador en turno y el secretario de Seguridad Pública del Estado.
Luis Felipe Saidén Ojeda, ha construido su propia Guardia Pretoriana, al servicio de él, del gobernador en turno, porque la realidad es que de él depende mucho también el hilo político del Estado, hacia dónde se incline (según los acuerdos, tratos y contratos) los dados se cargan hacia el candidato que podría resultar ganador, ya que tomamos en cuenta que son 3 mil 500 efectivos estatales que son operativos o en campo, más el personal administrativo que entre todos suman casi 6 mil personas, que están bajo el mando único de este personaje y que por lo menos la mitad de ellos, conocen y participan en la gran red de corrupción que hay al interior y que hacen negocios con el crimen organizado.
Conversando con mi amigo Rivelino Rueda, periodista del medio El Sol de México, Reversos y otros prestigiosos medios de información, comentábamos sobre el tema del fentanilo en Yucatán, lo que me señaló el amigo y colega que pareciera que les va a dar mucho frío, es decir causar muchos problemas al interior del Gobierno del Estado de Yucatán y en la política externa del propio palacio de Gobierno.
La periodista Guadalupe Lizárraga, directora de los Ángeles Press, donde también se publica esta columna y otros reportajes, coincide en que todo lo vertido es de vital interés para las autoridades norteamericanas y que los cercos informativos que construyen a través de contratos y chayotes, no les va a alcanzar para que la sociedad yucateca se siga tragando el cuento de la eterna paz social en Yucatán.
Por lo pronto queridos lectores y como una confesión, les puedo decir que esta columna que a partir de hoy comenzaré a escribir en este medio, les prometemos tanto el medio como quien suscribe, que aquí se enterarán de las cosas que de verdad pasan y suceden en Yucatán, no pertenezco a ningún partido político, no tengo nexos con ningún gobernante, no estoy en ninguna nómina, no me paga ningún funcionario ni aspiro a eso, ni es de mi interés, así que quien sostenga lo contrario que lo pruebe, pues el que acusa y señala está obligado a probar y nosotros hemos exhibido pruebas de todos nuestros dichos.
(Me tiré de espaldas sobre la hierba; quería dormir; no pude conciliar el sueño; el aullido de un chacal a lo lejos me lo impedía; entonces me senté. Y lo que había estado tan lejos, de pronto estuvo cerca. El gruñido de los chacales me rodeó. FRANZ KAFKA/CHACALES Y ÁRABES.)