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¡“EL MAYO” SE ACENTÓ EN YUCATÁN!
EMPRESARIOS Y POLÍTICOS YUCATECOS VIVEN EN LA INCERTIDUMBRE TRAS LA DETENCIÓN
*Durante los gobiernos de Patricio Patrón Laviada, Ivonne Ortega, Rolando Zapata, pero especialmente en el de Mauricio Vila, el Cártel de Sinaloa sentó sus raíces en la entidad en el trasiego y producción de droga. Estuvo casado con una yucateca originaria de Valladolid.
*De acuerdo con informes de inteligencia, Ismael Zambada tiene varias propiedades en Yucatán, ranchos en Tizimín y casas en el norte de Mérida, donde pasaba temporadas cuando las cosas se calentaban en el norte del país.
*Una de sus casas estaba ubicada en el mismo fraccionamiento donde tenía su residencia la gobernadora Ivonne Ortega Pacheco y el secretario de Seguridad Pública, Luis Felipe Saidén Ojeda.
Ismael “El Mayo” Zambada, el cofundador del Cártel de Sinaloa, que en la actualidad es la organización delictiva con más poder en el país, tiene un gran arraigo en Yucatán.
El capo no solo por décadas lideró al trasiego de las drogas, primero marihuana, luego cocaína y recientemente fentanilo, sino que también tiene fuertes vínculos familiares en la tierra del faisán y el venado.
El Mayo, quien durante más de seis décadas fue un blanco de la Justicia de Estados Unidos y por quien ofrecían 15 millones de dólares, unos 300 millones de pesos mexicanos, estuvo casado con una yucateca.
El narcotraficante se casó con R. D. G., originaria de Valladolid, integrante de una distinguida familia, dedicada al ramo restaurantero, con quien tuvo dos hijos.
De acuerdo con informes de inteligencia, “El Mayo” tiene varias propiedades en Yucatán, ranchos en Tizimín y casas en el norte de Mérida, donde pasaba temporadas cuando las cosas se calentaban en el norte del país.
Una de sus casas estaba ubicada en el mismo fraccionamiento donde tenía su residencia la gobernadora Ivonne Ortega Pacheco y el secretario de Seguridad Pública, Luis Felipe Saidén Ojeda.
“El Mayo”, detenido la semana pasada en Texas, Estados Unidos, se le relacionó con los 12 decapitados, hechos ocurridos en agosto del 2018 en Chichí Suárez y Buctzotz.
También, una hipótesis de la policía lo vinculó con la ejecución del diputado priista Pánfilo Novelo Martín, en enero del 2002, durante el Gobierno de Patricio Patrón Laviada, sin embargo, nunca se le pudo comprobar y el crimen sigue impune.
De acuerdo con los datos de inteligencia de la Secretaría de la Defensa Nacional revelados por Guacamaya Leaks, hay indicios de que el Mayo, comenzó a operar en suelo yucateco desde finales de los años 90.
Los decomisos más importantes de droga que han sido asegurados en Yucatán, pertenecían al cártel de Sinaloa.
En el 2009, tras una inspección por parte de las autoridades de aduana, se localizó un cargamento de tiburones blancos que provenían de Costa Rica y tenían como destino final los Estados Unidos.
Las autoridades detectaron que los 97 escualos estaban más “gordos” de lo normal por lo cual se procedió a su revisión.
Se solicitó la ayuda de perros antinarcóticos y se detectó el enervante. En total la droga asegurada fue de 893 kilos, con un valor comercial en ese entonces de 55 millones de pesos.
En el 2016, durante una revisión se encontró un cargamento de 750 kilogramos de cocaína pura, la cual se encontraba en el interior de peces espada, el monto estimado de la droga fue de 150 millones de pesos.
Sin embargo, el cargamento más grande asegurado en Yucatán, fue en el 2007, cuando un avión cargado con 3.7 toneladas de cocaína procedente de Colombia, cayó en Tixkokob.
Es decir, el Mayo Zambada habría sentado las bases durante los gobiernos del panista Patricio Patrón Laviada, incluso su hermano Alejandro Patrón Laviada alias “La Vaca”, fue relacionado por las autoridades de Estados Unidos con la delincuencia organizada.
Sin embargo, también operó durante el Gobierno de la priista Ivonne Ortega Pacheco, periodo donde se registró la mayor ola de violencia en la entidad, en la administración de Rolando Zapata Bello, donde el grupo delincuencial se apoderó de municipios del oriente del Estado y de la Costa, sin embargo, durante la presente administración de Mauricio Vila Dosal, el grupo de extendió a municipios como Kanasín, Mérida, Progreso, Celestún.
Además de comenzar con la producción de los enervantes a través de plantíos y la fabricación de drogas sintéticas en municipios de la zona sur del Estado, para su traslado a Quintana Roo y sacarlas a otros países a través del Puerto de Progreso.
Lo que llama la atención es que el arraigo del Cártel de Sinaloa y de otros grupos delictivos incrementó en el tiempo que ha estado al frente de la seguridad el comandante Luis Felipe Saidén Ojeda.
El Gobierno de los Estados Unidos enfoca sus baterías en el Estado de Yucatán, pues como hemos informado hay muchos empresarios yucatecos inmiscuidos con el lavado de dinero producto de actividades ilícitas, a través de empresas del ramo inmobiliario, que durante este sexenio tuvo un boom.
Pero más allá de todo esto y de que existen indagatorias en curso contra Mauricio Vila y Luis Felipe Saidén, las cuales indican que están inmiscuidos con las actividades de los 12 grupos criminales que coexisten en Mérida en ese pacto del terror, del cual Saidén Ojeda es el artífice y ha convertido a la entidad peninsular en un verdadero hotel de narcotraficantes.
La seguridad de Yucatán pende de un hilo, debido a que en cualquier momento puede ocurrir una oleada de inseguridad que le quitaría el principal atractivo de la entidad que es la seguridad.
De acuerdo con investigaciones de Sol Yucatán, en la entidad, en especial en la zona oriente y poniente del Estado, están inundados de mini cárteles que han llegado a la entidad de Quintana Roo y Campeche por el efecto cucaracha, para esconderse un tiempo mientras se tranquiliza la plaza.
En Yucatán, están al servicio del comandante Luis Felipe Saidén Ojeda, secretario de Seguridad Pública, quien los esconde y da protección en casas de seguridad o ranchos en el oriente del Estado, pero se le están saliendo de control.
La Unidad de Inteligencia Financiera (UIF) de la Secretaría de Hacienda informó que en Yucatán operan por lo menos tres de las 19 organizaciones delictivas de alto impacto identificadas.
Se trata de los cárteles del Pacífico (o de Sinaloa), del Golfo y Jalisco Nueva Generación, aunque ninguno tiene el predominio de las operaciones.
Sus operaciones principalmente son para el trasiego de los enervantes que cruza rumbo a Quintana Roo y recientemente para la producción.
Ahora, con la detención del Mayo Zambada, empresarios y políticos viven en la incertidumbre, por la información que pudiera revelar a la corte de Estados Unidos y que pudieran salir a luz sus nombres y fincarles responsabilidades.
La Secretaría de Seguridad Pública afirma que en Yucatán no hay presencia de la delincuencia organizada y prueba de ello que desde el 2011 no se registra un solo crimen relacionado con el crimen organizado.
Sin embargo, en los últimos años en Mérida, Progreso y Tizimín, tres de los cinco municipios considerados con problemas de droga, los otros son Kanasín y Valladolid, de Yucatán, se ha logrado la detención de importantes personas ligadas a la delincuencia organizada.
De acuerdo con los informes de las corporaciones encargadas de la seguridad de Yucatán, los delincuentes no toman a Yucatán como zona de operación, sino más bien de refugio por las comodidades que ofrece la ciudad y su clima de seguridad.