Mérida
El “arte de la política”: comer excremento, eructar pavo, y pedir más para postre
Por Sergio Grosjean Abimerhi
El destacado periodista estadounidense Ambrose Bierce en alguna ocasión dijo:
La política es la conducción de los asuntos públicos para el provecho de los particulares. Y me preguntarán porqué hago referencia a ello.
Sencillo,hace alrededor de una década, cuando el entonces alcalde suplente de la señora Angélica Araujo Lara , su primo Álvaro Omar Lara Pacheco quiso cederle las poco más de 3 hectáreas del parque de Altabrisa a una inmobiliaria, el hoy por tercera vez alcalde de Mérida, en su aparente empeño de no salir del marco de la foto, se opuso tajantemente a ello y apoyó a los vecinos en su incesante batalla por defender este importante ecosistema que hoy es uno de los pocos pulmones que posee la ciudad.
Sin embargo, 10 años después, el primer edil parece que se percató que Álvaro Omar era un visionario de los bienes raíces, pues curiosamente el antes aliado de los vecinos y Méridanos, hoy es el verdugo al servicio de la mafia inmobiliaria.
Meses antes de ese hecho, el joven luchador social Renán Barrera mejor conocido como reni, en conjunto con otros personajes de la política panista y vecinos, se enfrentaron a golpes en una épica batalla contra un grupo de vándalos encabezados por matarife Carlos Herrera (alias Calin), quienes bajo el cobijo de la entonces nefasta maquinaria priista, se impusieron para realizar el desastroso paso deprimido o paso inferior.
Curiosamente, varios vividores del presupuesto de ambos bandos, hoy pertenecen al partido de MORENA; que curioso dirá, y es allá cuando resulta evidente que la política también la podríamos describir como el arte de comer excremento, eructar pavo, y pedir más para postre.
Una imagen habla más que mil palabras, y esta, publicada en el diario de Yucatán, no pudo menos que orillarme a pensar que posiblemente, la política es la única actividad remunerada legalmente para la que sólo se requiere ser cínico y no tener dignidad. ¿O seré tan mal pensado que no veo en ambos especímenes la profunda mirada que lleva el arduo deseo de construir una Mérida que todos queremos?
En fin, que les puedo decir que no sepan, más que los vecinos de Altabrisa siguen en su lucha para demostrar con documentos que la permuta que promueve el alcalde y sus esbirros NO tiene viabilidad legal