Mérida
El “Amigo Libo” ni siquiera figura en las encuestas como aspirante
Libo el perdedor: ni campañeando sale en las encuestas, pero sí arruina la educación en Yucatán
MÉRIDA, Yucatán.- Campañear no le ha servido de mucho a Liborio Vidal Aguilar, quien ni siquiera figura en las encuestas como aspirante a la gubernatura de Yucatán en el 2024, pero sí le ha pasado factura a la educación, con escuelas descuidadas y personal de la Segey que se la pachanguea o que está también haciendo proselitismo con su jefe.
Hace unos días el propio gobernador Mauricio Vila constantó las deficiencias en los planteles, durante la visita a una secundaria, donde quiso presumir que había mejorado el servicio de internet en los colegios, mediante el programa Yucatán Digital.
Pero no fue la única falla que se ha detectado en las escuelas, pues el gobernador suele llegar una hora antes a los planteles que va a visitar y pregunta cuáles son sus necesidades, y vaya que las hay en los colegios pero sobre todo han aumentado durante la gestión de Liborio Vidal.
Como se sabe, tras su frustrado intento de ser candidato a diputado por el I Distrito en el 2021, Liborio Vidal exigió que le dieran como premio de consolación la Segey, la cual pensó que podría utilizar como plataforma para posicionarse rumbo al 2024.
Por inexplicable que parezca, accedieron a darle la Secretaría de Educación pese a que solo tiene bachillerato. Aprovecharon una laguna en el reglamento y lo colaron, pero con evidentes perjuicios para la enseñanza en Yucatán.
Hoy las escuelas están descuidadas y con muchas necesidades. Cada vez que las visita el gobernador lo constanta, por eso ahora tiene que sentar a los encargados de esas fallas y les lee la cartilla para que se activen y solucionen las deficiencias.
Falta que lo haga el secretario de Educación, Liborio Vidal, a quien tendría que no solo que leerle la cartilla sino exigirle que se baje a su aspiración para el 2024. Libo no levanta para nada. Antes apenas tenía el 13-15 por ciento de las preferencias en las encuestas, ahora ni siquiera aparece.
De nada le han servido su pinta de bardas y sus reuniones de amigos, simplemente no le llega a la gente y más vale que deje de campañear y que mejor se dedique a su chamba en la Segey, o que renuncie a la Secretaría de Educación y que mejor se dedique a su empresa.