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CRIMINAL NEGLIGENCIA

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*Los gobiernos de Rolando Zapata Bello y Mauricio Vila Dosal causaron la muerte de miles de yucatecos que requerían servicios especializados de trauma, pues los mandatarios se negaron a terminar el centro de trauma de Yucatán

Durante más de 12 años los gobiernos priistas y panistas de manera deliberada han dejado morir o han permitido que personas con traumas terminen con discapacidad.

Esto debido a que se negaron de manera sistemática a concluir el centro de trauma que se ubica en el hospital Agustín O’Horán.

El recinto especializado en el tratamiento de traumas por accidente de tránsito o por enfermedades crónico degenerativas permitirían salvar vidas y evitar amputaciones.

En el edificio se encuentra equipo de punta con un valor estimado en 40 millones de pesos, que fue donado, el cual no se puede utilizar porque el edificio no está terminado.

Es decir, los equipos no están siendo utilizados.

El edificio se comenzó a construir desde el 2010, durante la administración de Ivonne Ortega Pacheco, sin embargo, no se pudo concluir la obra.

Se pensó que Rolando Zapata Bello lo terminaría para que comience a operar, sin embargo, por la rivalidad política con la ex gobernadora, simplemente la dejó en el olvido.

El doctor, Jorge Eduardo Mendoza Mézquita, en reiteradas ocasiones se le planteó la necesidad de terminar el inmueble, por el crecimiento del estado y el incremento del parque vehicular, en especial de motocicletas, lo que ocasionaba un mayor número de personas con trauma que llegaba al nosocomio, sin embargo, siempre indicó que no había presupuesto.

Durante el cambio de gobierno, Mauricio Vila, se interesó por el lugar, sin embargo, el proyectó quedó sepultado por la llegada del Coronavirus, pasada la contingencia y ya al cierre de su administración quedó en el olvido.

Se estima que entre ambas administraciones se pudo haber salvado al menos unas 3 mil vidas y evitado la amputación de algún miembro a otras 3 mil personas.

Actualmente el nosocomio, sólo cuenta con cinco camas de terapia intensiva, lo que es insuficiente para atender el gran número de personas que llegan con traumas ocasionados por accidentes de tránsito o trabajo.

Por lo cual los gobiernos de Zapata Bello y Vila Dosal, han cometido crímenes en grandes masas, al negarse a terminar un lugar que podría salvar cientos de vidas.

Según estimaciones, lo que se requiere para echar a andar el Centro de Traumas, es de 100 millones de pesos, menos del .1% del presupuesto destinado a la Secretaría de Salud

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