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COMPETENCIA DESLEAL DE KEKÉN

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Kekén se apodera del rastro

• El Grupo Porcicola Kekén, se ha adueñado del rastro municipal de Mérida, debido a que ellos son los que dictan los días de matanza y a los abastecedores meridanos los tienen relegados

• Juan Carlos Lucero Flores, director del rastro, reporta que a Kekén y a mayoristas de Quintana Roo, que traer a sus cerdos para sacrificar a Mérida, se les cobra 100 pesos, cuando la ley orgánica del rastro establece como mínimo 207.48 pesos

• La competencia desleal de Kekén incentivada por las autoridades municipales está ocasionado la “extinción” de los abastecedores en los mercados municipales de Mérida

Redacción/Sol Yucatán

Juan Carlos Lucero Flores, director del rastro municipal de Mérida, junto con la empresa Kekén, están acabando con los abastecedores de Mérida, debido a la competencia desleal, asimismo, la empresa procesadora de carne porcícola, está engañando a las miles de personas que consumen su producto.

De acuerdo con las investigaciones de Sol Yucatán, Kekén, es literalmente el dueño del rastro municipal, debido a que por la cantidad de cerdos que sacrifica ellos son los que dictaminan los días de matanza. Al día la empresa sacrifica en el rastro municipal 600 cerdos, lo que genera una carga excesiva para los empleados de la paramunicipal. Es decir, al mes la empresa sacrifica en el rastro municipal un promedio de 18 mil cerdos, lo que significa millonarios ingresos, aunque no todos son reportados a las arcas municipales.

De acuerdo con la ley de ingresos de la propia dependencia municipal consultadas por Sol Yucatán, el costo por sacrificio de cada animal es de 207.48 pesos. Esto significa un ingreso para el municipio por sólo la matanza de los cerdos de Kekén de 3 millones 726 mil pesos por mes, o lo que es lo mismo, 44 millones 712 mil pesos al año. Sin embargo, Lucero Flores, sólo reporta a la tesorería la suma de 21 millones 600 mil pesos al año, es decir, menos de la mitad de los recursos que obtendrían por sacrificar los cerdos en el rastro municipal. Es decir, 23 millones 112 mil pesos, quedan en el limbo, no se sabe a ciencia cierta a dónde van a parar, ya que el promedio de sacrificio que se le cobra a Kekén es de 100 pesos por animal, cuando la ley dice que el costo mínimo es de 207 pesos.

Si a esto le sumamos que mayoristas de Quintana Roo sacrifican al día 400 cerdos en el rastro de Mérida, lo anterior representa un ingreso de 2 millones 484 mil pesos mensuales y 29 millones 808 mil pesos, sin embargo. Al igual que a Kekén, el costo de sacrificio reportado por Lucero Flores a las arcas del Ayuntamiento es de 100 pesos por animal.

Sin embargo, la cantidad de dinero que se le cobra a la empresa, que según su propio portal exporta carne de cerdo a más de 10 países de América, Asia y África, representa el 45 por ciento de lo que se le cobra a los abastecedores y mayoristas de Mérida, debido a que por cada animal sacrificado el costo es de 218 pesos. Es decir, a los abastecedores de Mérida, se les cobra 11 pesos más de lo que marca la propia ley orgánica del Ayuntamiento.

Al día, los productores locales matan en promedio unos 250 cerdos, lo que equivale un ingreso mensual de 1 millón 635 mil pesos, o lo que es lo mismo, 19 millones 620 mil pesos al año. Sin embargo, esto contrasta con los recursos reportados por la administración, donde se asegura que al año captaron 36 millones de pesos.
Los propios abastecedores aseguraron a Sol Yucatán que el rastro le da prioridad a Kekén y a los mayoristas de Quintana Roo, debido a que primero se realiza la matanza de ellos y luego la de los abastecedores locales. Es decir, como los empleados ya están cansados luego de sacrificar a 1 mil cerdos externos, la matanza local la hacen de manera deficiente con la carne cocida, huesos rotos al caer con pelos de los animales y en algunos casos hasta con excremento. “Nosotros debemos de ser la prioridad, porque se supone que el rastro municipal es para el municipio, pero ocurre todo lo contrario”, indicaron. La excesiva carga de trabajo está ocasionando la constante rotación del personal.
Asimismo, aseguraron que los sábados y domingos no hay matanza, lo que les perjudica, debido a que sus clientes van a los mercados para comprar carne fresca y no congelada. “No matan, porque esos días Kekén, no sacrifica animales y lo que está haciendo el rastro es comenzar a acostumbrar a la gente de que consuma carne refrigerada, como la vende Kekén y poco a poco, la gente ya no vea la diferencia de ir al mercado o comprar en el expendio de la colonia, lo que buscan es monopolizar el mercado de la carne en Yucatán”.
De acuerdo al portal de Kekén, los cerdos son sacrificados en rastros con calidad TIF, con los más altos estándares de calidad e higiene, sin embargo, estarían engañando a sus consumidores, debido a que la empresa sacrifica los cerdos que se consumen en Mérida en el rastro municipal, el cual no cuenta con dicha certificación.
Los canales de los cerdos son colgados con sogas y por la cantidad de animales sacrificados muchos de ellos son apilados en el piso, es decir, el proceso de sacrificio y manejo de la carne no es adecuado y no corresponde a lo que la empresa les dice a sus clientes.
La competencia desleal está ocasionando que los abastecedores de los mercados populares de Mérida se vayan extinguiendo, ya que Kekén, con la ayuda de las mismas autoridades, está monopolizando el mercado.
Por ejemplo, en el mercado de San Sebastián, ya no hay abastecedores, en Santa Ana, había 12 y ahora sólo hay uno, en el Chembech había 10 y ahora sólo quedan dos y en el mercado más grande que es San Benito había 80 y ahora sólo quedan 15.

Es evidente la falta de higiene y el mal manejo que tienen en la matanza de cerdos.

El grado de contaminación que ha generado la planta procesadora de Kekén es incalculable.

Juan Carlos Lucero Flores, director del rastro municipal de Mérida ha desfavorecido a abastecedores locales.

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