Opinión

Claudia, lecturas de su gabinete

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Por Noé Zavaleta

La presentación, el jueves pasado, de una quinta parte de lo que será el gabinete legal y ampliado de la doctora, Claudia Sheinbaum Pardo y qué habrá de arrancar -no necesariamente terminar- la administración 2024-2030 del llamado segundo piso de la Cuarta Transformación vislumbra un poco el grado de toma de decisiones que tuvo la doctora Sheinbaum en la unción de algunas piezas vitales, la “clara mano” del aún presidente López Obrador y el peso que tiene el movimiento, cuyo ente titular es Morena.

Sheinbaum Pardo nombró a su incondicional, Ernestina Godoy como Consejera Jurídica de la Presidencia; la exfiscal de la Ciudad de México “despachará” el próximo sexenio muy cerca de la primera mujer presidenta del país. Hace algunos años, en esa oficina despachó, Julio Scherer Ibarra, muy cercano aún a López Obrador e hijo del fundador de la revista Proceso, Julio Scherer García.

La doctora no logró mantener al exrector de la UNAM, Juan Ramón de la Fuente cómo Secretario de Gobernación -cómo era su intención- y como “consuelo” logró incrustarlo como Secretario de Relaciones Exteriores (SER) cargo que durante gran parte del sexenio lópezobradorista dirigió el excanciller, Marcelo Ebrard Causabon.

De mientras, la primera gran incógnita en el movimiento de la Cuarta Transformación, en el Gobierno Federal, en la oposición y en el espectro mediático es quien habrá de encabezar la Secretaría de Gobernación (SEGOB), una oficina por la que pasan muchas de las decisiones que afectan o benefician al país; donde también se tejen relaciones con gobernadores y alcaldes de las ciudades más importantes de México y que tiene un control político y económico casi a la par que la oficina de Presidencia.

Antes del anuncio oficial del jueves pasado. Mucho se habló de que los propios Juan Ramón de la Fuente y Marcelo Ebrard entraban en la terna para encabezar la SEGOB; sin embargo, el exrector fue enviado a Relaciones Exteriores y ese mismo jueves, para despejar dudas, el excanciller, Marcelo Ebrard fue nombrado como próximo Secretario de Economía.

En la titularidad de Segob sólo restan un par de barajas posibles para encabezar dicha Secretaria. El aún líder nacional de Morena, Mario Delgado -a quien no se le ven los oficios para encabezar dicha oficina, pero apelaría al pasado resultado político-electoral para exigir una oportunidad- y al exprecandidato presidencial, exsecretario de Gobierno y exgobernador de Tabasco, Adán Augusto López, quien ocuparía por segunda vez dicho cargo.

Una tercera baraja, que se antoja por demás complicada, sobre todo por la animadversión que en Palacio Nacional le han demostrado, es el senador electo y exsecretario de Seguridad en la Ciudad de México, Omar García Harfuch.

Hombre de todas las confianzas y cercanías con la doctora, Claudia Sheinbaum, y quien incluso pretendió imponerlo como Jefe de Gobierno de la Ciudad de México, por encima de la hoy electa, Clara Brugada. Hasta que fue López Obrador quien tuvo que intervenir para inclinar la balanza para la hoy electa.

García Harfuch y su equipo político suspiran por la SEGOB, sin embargo, es un hecho que Sheinbaum aún cabildea con su gurú político, López Obrador, con el propio Mario Delgado y con las altas directrices panistas, para ver si el jefe policiaco puede ser colado en alguna Secretaria o definitivamente conformarse con su escaño en el Senado.

Los otros tres nombramientos: Rosaura Ruiz Gutiérrez cómo Secretaría de Ciencia, Humanidades, Tecnología e Innovación; Alicia Bárcena: Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales; así cómo Julio Berdegué en la Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural son una extraña combinación de académicos, militantes de la Cuarta Transformación y quienes habían tenido participaciones discretas dentro del gabinete de López Obrador.

Faltará ver en los próximos días y semanas que habrán de transcurrir antes de que Claudia Sheinbaum tome protesta como Presidenta de la República, quienes serán los elegidos para la Secretaría del Bienestar, Turismo, ISSSTE, Función Pública, IMSS, así como los integrantes de las Fuerzas Armadas, SEMAR y SEDENA.

De los cercanos a Claudia Sheinbaum, aún faltan por “colarse” en el organigrama, la empresaria, Altagracia Gómez Sierra -quien ya quedó descartada para la Secretaría de Economía-, también el propio Harfuch y el exgobernador panista, Javier Corral, así cómo el aún gobernador, Cuitláhuac García.

De los lópezobradoristas que quieren seguir en el gabinete, están en incertidumbre y a la espera, Rosa Isela Rodríguez, Luisa María Alcalde, los propios hijos del presidente.  

Una vez que quede conformado la totalidad del Gabinete Legal y Ampliado, podrá darse una primera lectura, que tanto margen de maniobra y libertad tuvo la doctora, Claudia Sheinbaum o que “tan atada”, al lópezobradorismo y a Morena quedó sujeta la próxima Presidenta del país.

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