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CARTEL OPERA EN LA SSY

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*En la Secretaría de Salud opera una red de extorsionadores que es dirigida por Joaquín Efraín Cardeña Sánchez, subdirector de riesgos sanitarios. Los más afectados son pequeños empresarios de los giros de restaurantes, bares, cantinas y antros

*Los delincuentes de cuello blanco tienen establecida cuota de 50 y 70 mil pesos para evitar clausura. La Canirac, denunció que varios de sus agremiados han sido víctimas de extorsionadores que se hacen pasar por funcionarios

*En Mérida no extorsiona el narco, pero extorsiona impunemente la Secretaría de Salud con el conocimiento del secretario de la dependencia, Mauricio Sauri Vivas

Redacción / Sol Yucatán

Yucatán, según las autoridades encargadas de la seguridad, está libre de la presencia de la delincuencia organizada.

Los negocios como giros negros, bares y cantinas, están libres de la extorsión de los grupos delincuenciales.

Sin embargo, la propia mafia de la delincuencia opera de manera institucional y es operada por altos funcionarios de la Secretaría de Salud de Yucatán.

Las extorsiones trabajan con total libertad, obteniendo al año millonarias sumas de dinero, se desconoce el monto exacto.

De acuerdo con empresarios de este ramo las extorsiones son de entre 50 y 70 mil pesos, esto con la finalidad de evitar que los inspectores de la dependencia cierren los negocios bajo cualquier pretexto.

Los más afectados son pequeños empresarios de los giros de restaurantes, bares, cantinas y antros, ubicados en Mérida.

“En Mérida no extorsiona el narco, pero extorsiona impunemente la Secretaría de Salud, dirigidos por Joaquín Efraín Cardeña Sánchez, Subdirección de Control y Fomento Sanitario de la SSY Yucatán

Algunos de ellos le han clausurado por motivos pequeños como ruido excesivo o no contar con suficientes lavamanos.

Para evitar el cierre del negocio les piden entre 50 y 70 mil pesos y de no llegar a un acuerdo colocan los sellos de funcionamiento.

Los operativos los hacen en viernes para que los afectados sean presionados a pagar, ya que pierden los mejores días de venta, además no podrían hacer ningún trámite ante la dependencia, por lo que la gran mayoría de ellos pagan a los delincuentes de cuello blanco.

Edgar Manuel Miranda Morales, Manuel Montero e Hiram Alarid, son tres empresarios restauranteros que se negaron a pagar extorsión y por ende fueron clausurados.

Los dueños del Mesón Yucateco, Bonampak y Cervecería de la Patria, decidieron denunciar públicamente este hecho.

Entrevistados en diferentes momentos aseguraron que la cabeza de la red de extorsionadores es Cardeña Sánchez.

Sin embargo, a pesar de las acusaciones y los señalamientos, la dependencia encabezada por Mauricio Sauri Vivas ha hecho caso omiso, debido a que cuenta con protección institucional.

Hiram Alarid, dueño de la Cervecería de la Patria, ubicada en la Macro Plaza, relató que su negocio tiene 375 días clausurado.

El cierre del negocio fue planeado por encargo de Joaquín Efraín Cardeña Sánchez, titular de la Subdirección de Control y Fomento Sanitario de SSY Yucatán, quien ha sido denunciado en múltiples ocasiones por otros negocios del giro restaurantero por extorsionar a los miembros del gremio.

Cardeña Sánchez recibió un monto superior a los 100 mil pesos para clausurar dicho establecimiento, localizado en Plaza Polígono, bajo la instrucción de Javier A. P., propietario de la plaza y por Yunuen Daniela C. S. quien pretende ilegalmente de apropiarse de los bienes que no le pertenecen.

Por la invasión a propiedad privada ya se ha denunciado ante la Fiscalía General del Estado de Yucatán por el delito de fraude bajo la carpeta de investigación UNATD32-GA/002457/2022.

El empresario aseguró que ha interpuesto un sinnúmero de denuncias ante la Fiscalía, pero ante la negativa de respuesta han denunciado ante la Federación.

Edgar Manuel Miranda Morales, dueño del Mesón Yucateco, dijo que en tres ocasiones fue víctima de extorsión por parte de integrantes de la mafia del sector Salud.

El grupo es dirigido por Cardeña Sánchez, junto con Hernán Zapata Aguilar, jefe de inspectores.

Aseguró que en dos ocasiones pagó 44 y 67 mil pesos, en ambos casos el delito se consumó en el propio edificio de la Secretaría de Salud, es decir, utilizan una institución para delinquir.

Por su parte, Manuel Montero, dueño de Bonampak, dijo que se cansó de las extorsiones, aseguró que todos los meses tenía que pagar una cuota de 15 mil pesos, sin embargo, luego le pidieron 40 mil, cantidad que no pudo pagar y ante falta de pago le cerraron el negocio.

“Son unos mercenarios”, indicó Manuel Montero.

Los tres coincidieron que es necesario que se ponga un alto a esta banda de delincuentes y que se deje trabajar, ya que ellos generan empleos.

Por su parte la Cámara Nacional de la Industria Restaurantera y Alimentos Condimentados (CANIRAC) advirtió que a varios de sus agremiados han sido víctimas de extorsión, por gente que se hace pasar por funcionarios de la Profeco, Protección Civil, Ayuntamiento, del Sistema de Administración Tributaria (SAT) y Secretaria de Salud, les piden dinero o insumos.

Tienen identificados al menos a 50 empresarios que fueron contactados por estos grupos.

La Cámara restaurantera dijo que desconoce si estos grupos pertenecen a la delincuencia organizada.

Lo que es un hecho, es que estos negocios son los más propensos a ser víctimas de la delincuencia ya sea organizada o institucional.

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