BRITO PROTEGE A DELINCUENTES

DESDE EL PENAL PLANEAN EJECUCIONES Y LEVANTONES EN Q. ROO

*Denuncian que Francisco Brito Herrera, director del Cereso de Mérida, vende protección a miembros de los cárteles de Jalisco y Sinaloa, quienes desde el penal planean actos delictivos. Ya fue amenazado y la SPP reforzó la vigilancia personal.

*Los delincuentes reciben privilegios por parte del director y de los jefes de custodios, entre ellos recibir visitas fuera de horario, ingresar sexoservidoras, utilizar telefonía celular con acceso a internet y hasta permisos para salir de penal de Mérida.

*Brito Herrera, tiene un sueldo de 49 mil 386 pesos mensuales, sin embargo, pagó a líderes ejidatarios de Conkal 10 millones para adueñarse de 200 hectáreas de tierras, además es dueño de la hacienda San Diego Cutz, con valor de 20 millones de pesos.

Redacción/Sol Yucatán

El director del Centro de Readaptación Social (Cereso) de Mérida, Francisco Brito Herrera protege a miembros que pertenecen a los cárteles de Jalisco Nueva Generación y de Sinaloa, quienes aseguran que, desde el interior del penal de Mérida, generan violencia.

Uno de los delincuentes que gozan de los privilegios por parte de Brito Herrera, es Edgar N, alias el “Alux”, quien fue capturado en marzo del año pasado y quien se encuentra en el Cereso de Mérida.

Sin embargo, daría protección y privilegios a otros miembros de la delincuencia organizada, para que desde el interior del penal generen violencia en Yucatán, pero principalmente en Quintana Roo.

Con la protección del director del penal, planean ejecuciones y levantones en Quintana Roo, y dirige una banda de extorsionadores.
Hace unos días, Brito Herrera, recibió amenazas.

De acuerdo con fuentes de la Secretaría de Seguridad Pública de Yucatán, ante estas amenazas, se reforzó la vigilancia en el penal de Mérida, asimismo, se reforzó la seguridad personal del director del penal, es decir, agentes de la SSP lo custodian de su casa a su trabajo y en las actividades que realiza.

En el 2021, grupos armados compartieron un video donde decían que comandantes de la SSP protegían a grupos de narcomenudistas ligados al cártel de Sinaloa, meses después una de las personas a quien se le daba protección apareció muerto.

Sol Yucatán ha denunciado que desde el interior del Cereso de Mérida operaba una red que se dedicaba a la extorsión y donde el propio director del centro penitenciario permitía esta actividad.

Desde el penal, se realizan llamadas de extorsión, las cuales se han detectado por medio del monitoreo de C5i, de la SSP.

Los presuntos delincuentes reciben privilegios por parte del director y de los jefes de custodios, entre ellos recibir visitas fuera de horario, ingresar sexoservidoras, utilizar telefonía celular con acceso a internet y hasta salir ciertos días del penal de Mérida.

De acuerdo con informantes de Sol Yucatán, en los 33 años que Brito Herrera ha estado al frente del Cereso de Mérida, el cual es el más grande de Yucatán, ha montado una red delincuencial, el cual cobra por protección y privilegios, entre ellos estarían integrantes de los cárteles de Sinaloa y Jalisco, quienes reciben estos privilegios a cambio de no generar violencia al interior del Centro Penitenciario, quien en tres décadas no ha registrado motines, ni delitos de alto impacto.

Brito Herrera, junto con Luis Felipe Saidén Ojeda, actual secretario de seguridad pública, son los dos funcionarios de primer nivel con más años en el mismo cargo de Yucatán, de la Península y probablemente del país.

Inició sus servicios como director del penal durante el interinato de Víctor Cervera Pacheco, luego durante los seis años de gestión, continuó en los gobiernos de Patricio Patrón Laviada, Ivonne Ortega Pacheco, Rolando Zapata Bello y ahora con Mauricio Vila Dosal.

Asimismo, Brito Herrera ha sido señalado por amasar una gran fortuna por el desvío de recursos y cobros por protección en el penal.
Debido a que con su sueldo sería imposible que pudiera comprar propiedades como lo ha hecho.

Una de ellas es una propiedad de 200 hectáreas de tierras, de las cuales se apropió utilizando su cargo en el gobierno al dar varios millones de pesos a los comisarios ejidales de Conkal, en una de las zonas de mayor plusvalía en la actualidad.

Se habla que entregó unos 10 millones de pesos a los líderes ejidales.

De acuerdo con la Plataforma Nacional de Transparencia, Brito Herrera, tiene un sueldo de 49 mil 386 pesos mensuales, es decir, 592 mil 632 pesos al año, por lo cual es imposible que con su sueldo pueda adquirir tales propiedades.
Ya que además de las tierras, es dueño de la hacienda San Diego Cutz, valuada en más de 20 millones de pesos.

El sistema penitenciario de Yucatán es de los más caros del país, debido a que, al año, el Gobierno del Estado destina 260 millones 576 mil pesos, es decir, un promedio de 183 mil 106 pesos por cada uno de los reos.
Por lo cual, el Cereso de Mérida, dirigido por Brito Herrera, recibe alrededor de 190 millones de pesos al año.

El Diagnóstico Nacional de Supervisión Penitenciaria (DNSP) realizado por la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH) determinó que el Centro de Reinserción Social de Mérida es el peor centro penitenciario de Yucatán.

El estudio reveló que el centro penitenciario más grande de Yucatán obtuvo una calificación de 7 puntos, por debajo del Cereso Femenil, de Valladolid y Tekax, con 7.99, 7.90 y 7.60, respectivamente.

Actualmente, el Cereso de Mérida tiene una capacidad para 2 mil 180 hombres y 100 mujeres, y al momento de la supervisión la ocupación era de 1,156 y 19, y es el que más recursos recibe para su operación.

La CNDH encontró en el Cereso de Mérida insuficiencia de personal de seguridad y custodia; deficiente separación entre procesados y sentenciados; inadecuada clasificación de las personas privadas de la libertad; insuficiencia o inexistencia de actividades deportivas, así como programas para la prevención de adicciones y desintoxicación voluntaria, entre otras.

Asimismo, no cuenta con programas de prevención de violaciones a derechos humanos y atención en caso de detección; programas para la prevención y atención de incidentes violentos; supervisión del funcionamiento del centro por parte del titular y falta de capacitación del personal penitenciario.

La “mala” calificación del Cereso de Mérida provocó que Yucatán fuera desbancado por Querétaro de la primera posición de los mejores centros penitenciarios estatales del país.