Policía

ASÍ FUE LA CAPTURA DEL “NINI”

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Sólo siete minutos bastaron para culminar el operativo y detenerlo

Una vez más, una mujer fue factor determinante para detener a otro capo

José Sánchez López/Corresponsalías Nacionales/Grupo Sol Corporativo

La persecución se había vuelto intensa. Tenaz.

El ofrecimiento de 3 millones de dólares por su cabeza no había ocasionado mayores consecuencias, pero la indiscreción de su pareja, sí.

Él siempre había tenido cuidado de manejarse con bajo perfil, nada de redes sociales, pero a su esposa, Gabriela Gisela Fernández Amezola, “Gabysela”, hija de Manuel Fernández Valencia, “La Puerca”, socio del ‘Chapo’ Guzmán, sí le gustaba lucir sus encantos en las plataformas, especialmente en Tik Tok,, y ello fue factor clave para que las autoridades lo ubicaran.

El primer aviso de que la batida en su contra se había intensificado llegó el jueves 9 de noviembre, al ejecutarse sendos operativos, de manera simultánea, de la DEA y el gobierno mexicano, en diferentes propiedades ubicadas en Culiacán, Sinaloa, para detener a Néstor Isidro Pérez Salas, mejor conocido como “El Nini”, “El General”, “El 09” o “Novena” y para los más cercanos “El Chicken Little’.

Un hombre de 30 años, joven, jefe de seguridad de Los Chapitos, con decenas de hombres bajo su mando, de entre 20 y entre 30 años de edad, con adiestramiento paramilitar, dispuestos a dar la vida por él y por sus jefes.

En un inmueble de Culiacancito, donde presumieron que Néstor se había refugiado, los agentes federales no encontraron nada.

En el otro operativo, ejecutado paralelamente por la Drug Enforcement Administration (DEA) y la Secretaría de Marina, en un rancho de El Salado, tampoco lo localizaron, pero pudieron encontrar libretas, agendas y notas, de las cuales no informaron. En la finca también se habían hallado tres tigres de bengala.

Sin embargo, se asume que obtuvieron datos que a la postre los llevarían a la ubicación y la captura del peligroso jefe de sicarios, con adiestramiento militar en la Escuela de Las Américas, y quien fuera coordinador del operativo en el que fue liberado Ovidio Guzmán López, en el llamado “Culiacanazo” del 17 de octubre de 2019.

Ante el acosamiento de sus perseguidores que ya le pisaban los talones, Néstor decidió “guardarse” y tratar de ser aún más discreto, por lo que eligió un inmueble modesto, nada ostentoso, en la calle Villa Choix, entre Villa Culiacán y Villa Palos Verdes, dentro de un terreno bardeado en la colonia Colinas de la Rivera.

Tranquilo, aunque no convencido de haber burlado a las autoridades, quiso darse un descanso, así que se puso cómodo y subió hasta la azotea del inmueble para tenderse al sol y relajarse.

Pero sus perseguidores no le habían perdido la pista y cada vez estaban más cerca.

Desde la madrugada del miércoles, subrepticiamente, agentes de la DEA, marinos y elementos de la Guardia Nacional, habían rodeado la casa donde estaba Néstor, neutralizando a sus escoltas.

Dos helicópteros se hallaban listos para intervenir cuando fuera necesario.

Al filo del mediodía, a las 13:20 horas, vino la orden y se rompió el silencio; al mismo tiempo que elementos de a pie tomaban por asalto el inmueble, los helicópteros sobrevolaron el punto.

Néstor finalmente se había dado cuenta del operativo, pero demasiado tarde. Aun así, trató de ponerse a salvo, aunque sólo atinaba a dar pasos erráticos, quizá con la intención de saltar y escabullirse por las azoteas contiguas.

De una de las naves salieron varios disparos, no dirigidos hacia él. Los proyectiles se impactaron en su derredor, con la advertencia de que los siguientes serían a matar.

Néstor terminó por alzar las manos y rendirse.

Habían bastado siete minutos para que, en un operativo limpio, sin derramamiento de sangre, sin bajas, fuera sometido uno de los hombres más jóvenes, pero de los más peligrosos y sanguinarios de Los Chapitos.

A las 13:27 horas había sido arrestado el temible Nini, quien vestía una playera de la marca italiana Dolce & Gabbana, pantalón y tenis, todos de marca y de color negro.

Dos horas y 20 minutos después, a las 15:47, había sido ingresado al Sistema del Registro Nacional de Detenciones de la Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana.

Los culiacanenses no se explicaban qué había ocurrido, sólo algunos comentaban: “se llevan a alguien fuerte, agarraron a algún macizo”, pero no sabían a quién, exactamente.

Horas después, sería trasladado a la Ciudad de México, y al día siguiente al penal de El Altiplano, toda vez que hay la solicitud de detención provisional con fines de extradición por parte del fiscal federal de Estados Unidos, Merrick Garland, con base en sendas acusaciones en las cortes federales de Nueva York y el Distrito de Columbia.

EL NINI, SANGUINARIO Y DESPIADO
A Néstor Isidro Pérez Salas, alias Nini, o “09” o “19” y/o “Chicken Little”, jefe de seguridad de “Los Chapitos”, hijos de Joaquín Guzmán alias “El Chapo”, la Fiscalía General de la República lo ubica, de manera especial, como uno de los personajes más cercanos a Iván Archivaldo Guzmán Salazar, El Chapito, jefe máximo del grupo conocido también como “Los Menores”.

Informes de inteligencia lo vinculan con el tráfico de armas y drogas, delincuencia organizada y secuestro, y precisan que cuenta con células de sicarios a su servicio, así como armeros personales.

De acuerdo a las investigaciones, está relacionado con diversos actos violentos, entre ellos el conocido “Culiacanazo”, ocurrido en 2019, cuando coordinó a cientos de sicarios para obligar a las autoridades a liberar a Ovidio Guzmán López, El Ratón.

Entre los muchos casos en que se relaciona al Nini, se tiene información de que fue el responsable del secuestro y ejecución de ocho personas, entre ellas un menor de edad, que fueron privadas de su libertad en Culiacán, Sinaloa, y abandonadas en Tamazula, Durango.

Sonia Yadira de la Garza, titular de la Fiscalía de Durango, señaló que el 28 de octubre a las 07:15 horas, aproximadamente, ingresaron a Tamazula, Durango, varios vehículos provenientes del estado de Sinaloa y, sobre el pavimento de las calles División del Norte y Real Félix, arrojaron seis cuerpos de personas del sexo masculino, sin vida.

Las víctimas, indicó la funcionaria, tenían huellas de tortura y presentaban heridas por proyectil de arma de fuego, señalando que fueron ultimadas en Sinaloa, donde inclusive ya se habían iniciado las carpetas de investigación por la privación ilegal de varias personas.

Posteriormente, a las 10:00 horas, reportaron que al pie de carretera, a 10 minutos de la cabecera municipal, estaban otros dos cuerpos sin vida, igual del sexo masculino, los cuales, como los cadáveres anteriores, tenían señales de tortura, heridas por de arma de fuego y ya presentaban lividez cadavérica.

Fueron identificados como German Alexis, de 25 años de edad; un menor de 13 años de edad que contaba con alerta AMBER en Sinaloa, Alberto; otro hombre llamado también Alexis; Joel Chadé, alias El Bebé; Elizalde; y Abel. Todos con impactos de bala en la cabeza.

Las indagatorias revelaron que los seis primeros fueron privados de la libertad en Culiacán, Sinaloa, el domingo 22 de octubre, mientras que los últimos dos fueron “levantados” el martes 24 del mismo mes, al salir de la Fiscalía General del Estado de Sinaloa, luego de haber denunciado el secuestro de los primeros

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